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spanish.china.org.cn | 18. 12. 2023 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

China mantiene las cartas en su poder frente al aumento de la presión por el Congreso de EEUU

Palabras clave: EEUU, Congreso
Spanish.china.org.cn | 18. 12. 2023

Ilustración: Chen Xia/GT


La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo el jueves que los grupos de trabajo económico y financiero con China seguirán con las reuniones periódicas y que tiene previsto visitar el país por segunda vez.

En la Cena por el 50º Aniversario del Consejo Empresarial EEUU-China, celebrada en Washington, Yellen subrayó que Estados Unidos desea establecer "canales de comunicación duraderos" con China en vez de tratar de desvincularse de ella. Esto contrasta fuertemente con los recientes acontecimientos en el Congreso. El miércoles, algunos miembros de la Cámara de Representantes propusieron cuatro medidas para garantizar la plena aplicación de la "desvinculación". "Hay que reformar el sistema", declaró el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara, el republicano de Texas Michael McCaul.

El hecho llega poco después de que el Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre la Competencia Estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista Chino hiciera un llamamiento para restablecer los lazos económicos bilaterales. Aunque no todas las casi 150 recomendaciones terminarán en ley, esto indica que la dirección política de Washington de separarse de China no ha cambiado.

No hay desconexión aparente entre la Casa Blanca y el Legislativo en lo que respecta a ella ya que ambos pretenden situar a China como un competidor importante.

Las declaraciones de Yellen pueden considerarse más bien un "gesto político", que sugiere que aún hay potencial para reconstruir los canales de comunicación. Mientras tanto, el hemiciclo se centra en aplicar la contención de China, con regulaciones de cumplimiento interno y ejerciendo presión sobre la Casa Blanca.

Es crucial reconocer que las sanciones estadounidenses a los sectores de alta tecnología chinos serán cada vez más específicas, teniendo como blanco empresas y niveles tecnológicos concretos. Mientras que algunas firmas chinas pueden quedar fuera de la lista de restricciones, muchas podrían ser añadidas a otras con el tiempo.

La propuesta de algunos representantes estadounidenses el miércoles enfatiza reformas sistemáticas para mejorar la coordinación, la emisión de penas y la ruptura de lazos económicos y financieros con China. Sugiere animar a la Oficina de Industria y Seguridad (BIS) y a los Departamentos de Defensa y del Tesoro a sincronizar las listas de trabas comerciales y exigir una explicación al Congreso si un organismo no sanciona a una entidad incluida en la nómina.

El BIS es crucial para avanzar en la seguridad nacional, la política exterior y los objetivos económicos nacionales; vela por un control eficaz de las exportaciones y el cumplimiento de los tratados, y promueve el liderazgo del país en tecnologías estratégicas.

En realidad, las entidades competentes, en particular la BIS, han ido perfeccionando su manejo de las exportaciones. Esto suavizará gradualmente la situación de algunas ventas del rubro tecnológico a China e impondrá restricciones precisas y más estrictas a los adelantos y productos de gama alta. Este tipo de perfeccionamiento tendrá probablemente un impacto mayor en la futura relación entre ambos países.

Tras la cumbre de San Francisco, la postura de Washington hacia Beijing ha mejorado. Sin embargo, persisten conflictos muy arraigados que dejan poco claras las perspectivas de tal vínculo. A medida que Estados Unidos se acerca a las elecciones, el Congreso reforzará su política de freno hacia China. Se espera que el próximo año continúe la presión por la separación lo que conllevará una comunicación accidentada entre Gobiernos, y el Legislativo ejercerá aún más tensión sobre el desarrollo económico chino.

Habrá avances en áreas de mutuo beneficio sin grandes concesiones. Sin embargo, También habrá debates sobre empresas y tecnologías concretas implicadas en el "desacoplamiento". Es evidente que a medida que continúen los efectos negativos de este último, Washington seguirá haciendo de las suyas. Sin darse cuenta, algunos de sus políticos ya han notado el viraje.

Lo que vemos en el futuro es que una vez que el sistema administrativo estadounidense sitúe la "desvinculación" como un objetivo clave de la gobernanza y establezca un mecanismo operativo para su ejecución, creará gradualmente el marco para un nuevo modelo de relaciones bilaterales.

Al mismo tiempo, la comunicación sigue su curso. Pese a que algunas discusiones no resuelvan las disputas, su existencia indica el potencial para defender los intereses concretos de cada uno. La parte china sigue con todas las cartas en mano, centrándose en mejorar el poder de negociación mediante la coordinación y la integración de recursos a fin de luchar por derechos e intereses de desarrollo más justos para las compañías chinas.