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spanish.china.org.cn | 14. 12. 2023 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

El Capitolio es el mayor riesgo para las empresas de EEUU

Palabras clave: EEUU, Capitolio
Spanish.china.org.cn | 14. 12. 2023

El 12 de diciembre, la conmoción volvió a reinar en Estados Unidos y la comunidad empresarial mundial. El "Comité Selecto sobre la Competencia Estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista de China" de la Cámara de Representantes estadounidense publicó un informe de 53 páginas en el que aboga por "reajustar los términos de la relación económica con China", lo que en esencia supone promover una "desvinculación integral". El estudio enumera casi 150 recomendaciones, entre ellas sacar a China de su actual clasificación arancelaria, básicamente un revoltijo de ideas sobre cómo lograr el "desacoplamiento". Reuters lo ha catalogado como el "plan legislativo 2024 para contrarrestar a China", un retrato sensacionalista, pero el documento expone el discernible estado psicológico distorsionado y patológico de algunos políticos estadounidenses.

El "comité selecto" no tiene autoridad para redactar o modificar leyes; solo puede recomendar a los comités permanentes del Congreso. En otras palabras, existe un alto grado de incertidumbre sobre cuántos de los casi 150 consejosse aplicarán realmente. La opinión común en el país norteamericano es que muchos de ellos quizá nunca se adopten. Sin embargo, aun así, el efecto tóxico del informe en la atmósfera hacia China dentro del Congreso y el país es evidente. Este es precisamente el siniestro fin que persiguen sus redactores.

Tal vez consciente de los peligros potenciales, la comunidad empresarial local respondió inmediatamente. El día de su publicación, la Asociación de Líderes de la Industria Minorista, que incluye a firmas como Target, Home Depot y Dollar General, expresó su preocupación por las sugerencias, afirmando que aumentar los aranceles sobre los productos chinos "solo perjudicaría a las compañías estadounidenses e invitaría a represalias por parte de China". Argumentaron que los costes asociados a dicho incremento los pagan los importadores estadounidenses y solo afectan a las empresas, los trabajadores y los consumidores del país. Es previsible que si estas entran en el canal legislativo, enfrenten una resistencia aún mayor. No obstante, se impone la cautela ya que las fantasías de estos políticos de Washington, si algún día se traducen en iniciativas, aunque solo sea en parte, podrían tener consecuencias inimaginables para las relaciones con China, los intereses estadounidenses y la economía mundial.

En realidad, no es difícil ver por la naturaleza del autor del reporte, el "Comité Selecto sobre la Competencia Estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista Chino", que se trata de un grupo temporal creado por varios partidos a su conveniencia. El artífice original, el expresidente de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy, prometió conformarlo especialmente contra China para obtener más votos en el pleno y asegurarse el puesto máximo de la  Cámara. La mayoría de los miembros del comité son legisladores recién elegidos que también necesitan urgentemente llamar la atención y ganar "reconocimiento." Es fácil entender qué tipo de informe puede producir este "comité selecto". McCarthy ya ha dimitido avergonzado, pero su obra permanece y hace todo lo posible por desprestigiar y atacar a China. Este es precisamente el peligro de este último documento.

El día anterior a su salida, Gita Gopinath, primer subdirector gerente del FMI, advirtió que la fragmentación de la economía mundial y los claros cambios en el comercio bilateral subyacente podrían desencadenar una "nueva guerra fría." Sobre la base de este reporte, incluida la sugerencia de establecer un nuevo régimen "plurilateral" de control de las exportaciones similar al antiguo Comité Coordinador para el Control Multilateral de las Exportaciones y otros, es evidente que el temor del FMI procede del Capitolio. En los últimos años, algunas empresas extranjeras en China han mostrado cada vez más inquietud y la opinión pública estadounidense y occidental siempre señala con el dedo a China. Los hechos de hoy demuestran que el origen de esta preocupación yace en los despachos de ciertas personas en el Capitolio.

Dentro de Washington existe una intensa competencia por demostrar una postura dura y radical hacia China. En concreto, algunos legisladores consideran el "campo de batalla" como un medio para satisfacer sus ambiciones políticas con planteamientos antichinos poco convencionales. Esto representa la forma más tóxica de competencia interna. La sociedad estadounidense presta gran atención al tema de adicción al fentanilo, pero la adicción de estos políticos a una agenda contraria a China es aún peor ya que aumentan sus dosis con efectos decrecientes. En la guerra comercial y tecnológica emprendida por Washington, la imposición de numerosas sanciones no ha logrado los resultados esperados de someter o derrocar a China, sino que ha provocado las quejas de sus propias empresas. En este momento, en lugar de reflexionar sobre si han cometido errores y la necesidad de ajustes, estos políticos ganan en agresividad e intensifican sus acciones. Frente a tales seres, el pueblo estadounidense debe unir fuerzas con el pueblo chino en franca oposición.