spanish.china.org.cn | 08. 12. 2023 | Editor:Teresa Zheng | [A A A] |
Auditoría de Volkswagen rebate acusación de "trabajos forzados" en Occidente
Expertos: El caso refleja la pugna entre la empresa y los políticos en Europa
El anuncio de Volkswagen de que no se encontraron pruebas de trabajo forzoso en su cadena de suministro en la región autónoma Uigur de Xinjiang, en el noroeste de China, no solo refuta la mentira urdida por algunas fuerzas antichinas en Occidente, sino también refleja la intensa pugna entre el círculo empresarial y la clase política europea dado que la politización del tema de derechos humanos es contraria a las normas del mercado y a los intereses de las firmas europeas, anotaron los expertos chinos. Además advirtieron a Europa no seguir los pasos de Estados Unidos y utilizar como arma las acusaciones de "trabajos forzados" ya que ello perjudicaría más los intereses europeos que los estadounidenses.
La auditoría de la planta de propiedad conjunta SAIC-Volkswagen en Xinjiang fue llevada a cabo por Loening Human Rights & Responsible Business GmbH, entre sus 197 empleados.
El proceso abarcó verificación de documentos en Urumqi, entrevistas con el personal y los directivos en Xinjiang e inspecciones en el lugar que incluyeron recorridos por las instalaciones externas.
Al 1 de noviembre de 2023, la compañía contaba con 197 trabajadores, de los cuales 150 pertenecen a la etnia han, un 76,1 %, y el 23,9 % a minorías étnicas, incluidos los uigures.
Según Loening, se trata de empleados cualificados que llevan laborando hasta 10 años con una baja intensidad de tareas y una remuneración superior a la media de la región. Las horas extraordinarias son prácticamente inexistentes.
No hay indicios de trabajo forzado en la plana.
El resultado rebate de manera contundente la campaña de difamación de ciertos países occidentales que exageran el tema de "trabajo forzado" en Xinjiang dado el carácter de independiente del estudio, de acuerdo con las normas estadounidenses y europeas y conforme a la verdad, declaró un profesor de derechos humanos de la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho del Suroeste, en calidad de anonimato.
A principios de este año, los inversores de Volkswagen exigieron al fabricante de automóviles cooperar con SAIC para llevar a cabo una auditoría independiente sobre las condiciones laborales en la base de Xinjiang, informó Reuters. El jefe de Volkswagen China, Ralf Brandstaetter, dijo que no había pruebas de violaciones de derechos humanos ni de trabajos forzados cuando visitó el recinto en febrero.
Según Cui Hongjian, profesor de la Academia de Gobernanza Regional y Global de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing, las grandes empresas alemanas, como Volkswagen, se han convertido en blanco de las imputaciones de algunas fuerzas europeas sobre cuestiones de derechos humanos en China, ya que Alemania es el país de la UE que mantiene una cooperación comercial más estrecha con China. Apuntó que esas voces pretenden utilizar a las grandes corporaciones para presionar a Berlín y creen que una vez que Alemania cambie de postura, endurecerá la posición contra China en el seno europeo.
Cui sostuvo que el caso Volkswagen ha demostrado que la tendencia del bloque a utilizar factores políticos para envenenar la colaboración ha calado hondo en el círculo empresarial europeo. Las grandes firmas ven como el entorno judicial y legal en el que prosperaban ha quedado erosionado por algunos contrarios a China en Europa, indicando que ejemplos como obligarlas a demostrar su inocencia se repetirán mientras hay quienes en Europa continúen viendo a China como una amenaza.
En septiembre de 2022, el Parlamento Europeo propuso un reglamento para prohibir en el mercado del bloque productos fabricados con mano de obra forzada, incluido el trabajo infantil. Sin embargo, la normativa ha quedado estancada ya que los Estados miembros luchan por acordar una posición común que permita iniciar negociaciones interinstitucionales.
Yan Shaohua, profesor asociado de investigación en el Centro de Relaciones China-Europa de la Universidad de Fudan, manifestó que parte de la razón de ser de la medida europea es impulsar la reconstrucción de la cadena de suministro lo que podría ir en contra de las normas del mercado y de los intereses de las compañías. Añadió que el caso de Volkswagen refleja el conflicto entre ellas y los políticos en la región y coadyuva a aclarar algunas percepciones erróneas sobre Xinjiang en Europa.
Disipar malentendidos
El asunto de "trabajo forzoso" ha sido frecuentemente utilizado por los países occidentales, especialmente Estados Unidos, para presionar a las firmas extranjeras con negocios en China y a sus pares locales. Al igual que Volkswagen, la marca estadounidense de calzado Skechers vio cómo la aduana estadounidense confiscaba un lote de su oferta producida en China alegando la llamada Ley de Prevención del Trabajo Forzoso Uigur, según se pudo confirmar de fuentes cercanas en 2022.
Para satisfacer la exigencia de la dependencia, Skechers organizó una indagación independiente que no encontró pruebas que respaldaran dichos alegatos.
En septiembre, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos declaró que había añadido tres compañías chinas: La Fundación Textil Tianmian Xinjiang, Textiles de lana Tianshan Xinjiang y el Grupo Zhngtai Xinjiang - a la Lista de Entidades de la Ley de Prevención del Trabajo Forzoso Uigur por sus prácticas empresariales con minorías "perseguidas" en Xinjiang, informaron los medios de comunicación.
En respuesta, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, declaró que el país ha dejado claro una y otra vez que las imputaciones sobre Xinjiang no son más que una gran mentira propagada por personas contrarias a China para desprestigiar la imagen de la nación.
Washington está decidido en continuar usando dicho engaño para despojar a China de la cadena de suministro mundial dado que Xinjiang sigue siendo un mercado relativamente pequeño para él. Sin embargo, este es más importante para Europa, por lo que si este último lo imita en reclamos infundados sobre "trabajo forzado", sus firmas y economía sentirán el impacto, dijo Cui.
En 2021, Xinjiang registró 261 800 millones de yuanes (41 000 millones de dólares) en comercio exterior con países de la UE en los 11 primeros meses del año, un aumento interanual del 30 %.
Según lo convenido entre China y el bloque, la 24 Cumbre China-UE tendrá parte en Beijing el jueves, así lo anunció el lunes la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Hua Chunying.
Wang Yiwei, director del Instituto de Asuntos Internacionales de la Universidad Renmin de China, dijo que, como es habitual, se debatirá la cuestión de los derechos humanos. "El caso Volkswagen demuestra que el desprestigio imprudente de China y el hecho de que los políticos frustren la cooperación China-Europa por prejuicios ideológicos ha provocado antipatía entre las comunidades empresariales europeas, mientras que el público está deseoso de obtener una imagen más racional y objetiva de China."