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spanish.china.org.cn | 01. 12. 2023 | Editor:Filo Fu [A A A]

Por más sucesores de Henry Kissinger en EEUU

Palabras clave: EE.UU., China, Kissinger
Spanish.china.org.cn | 01. 12. 2023

El ex secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger durante una audiencia del Comité de Servicios Armados del Senado en el Capitolio en Washington DC, Estados Unidos, 25 de enero de 2018. Foto de archivo: Xinhua


El presidente chino, Xi Jinping, se refirió al ex secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger como un estratega de renombre mundial y un buen amigo de larga data del pueblo chino en un mensaje de condolencias enviado al presidente estadounidense Joe Biden el 30 de noviembre por el fallecimiento del político. Quizá sean las más destacadas entre las numerosas etiquetas de Kissinger. Como se afirma en la misiva, su nombre siempre estará asociado a las relaciones entre China y Estados Unidos.

Al culminar su paso por la vida a la edad de 100 años, las reflexiones y contemplaciones que ha aportado Kissinger al mundo, así como sus perspectivas sobre el futuro de la humanidad, son inseparables de las relaciones bilaterales. Si bien sus experiencias vitales son únicas e irremplazables, sus pensamientos, percepciones y prácticas diplomáticas constituyen un legado histórico muy valioso para ellas, especialmente para Estados Unidos. El uso y eficacia de este herencia sigue siendo incierta, pero su existencia en sí misma encierra un valor y un significado que las generaciones futuras de estadounidenses esperan explorar y utilizar.

La última aparición pública de Kissinger fue el 24 de octubre, cuando se le rindió homenaje en la cena de gala anual del Comité Nacional para las Relaciones entre Estados Unidos y China en Nueva York. Sentado en una silla de ruedas, Kissinger dijo: "he pasado literalmente la mitad de mi vida trabajando en las relaciones entre Estados Unidos y China". Reiteró que "un vínculo pacífico, de cooperación entre Estados Unidos y China es esencial para la paz y el progreso del mundo... La paz y el progreso entre China y Estados Unidos redunda en el propio interés de cada país y del mundo". Este fue su último llamado público. Con el telón de fondo de la escalada de tensiones y los crecientes riesgos de confrontación entre ambos, este parece ser más bien una advertencia.

Todos pueden ver que la sociedad no puede soportar las consecuencias de un conflicto. Sin embargo, en Washington hay una fuerza que empuja la dinámica en esta dirección. Con su extraordinaria sabiduría y serenidad, Kissinger añadió un peso significativo al equilibrio racional de los lazos. En julio de este año, a los 100 años, visitó por última vez China. En los últimos 50 años, ha viajado entre ambos países más de 100 veces, desempeñando un rol insustituible a la hora de facilitar la comunicación y salvar las diferencias. Su partida es, sin duda, una gran pérdida para los lazos bilaterales. La cuestión de si habrá un "próximo Kissinger" entre ambos países es también un asunto de emociones encontradas.

Su contribución histórica a la normalización de los vínculos ha quedado continuamente demostrada y confirmada por los asombrosos logros en su avance. Ha beneficiado a ambos países y ha cambiado el mundo. Incluso después de dejar el cargo de secretario de Estado, Kissinger mantuvo una gran pasión, curiosidad y sentido de la responsabilidad por la política internacional, especialmente por las relaciones con China. Declaró que siempre obtenía nuevas perspectivas cuando la visitaba y afirmó tener experiencia en comprender a cada generación de líderes chinos. Además, sentía un gran interés por la ideología y el pueblo chinos. Todo ello tiene implicaciones claves para los lazos bilaterales.

El mayor problema de las actuales relaciones radica en la desviación de la percepción que Washington tiene de China. Muchos expertos influyentes en la política estadounidense hacia ella carecen de interés y respeto básico por la historia, la cultura y el camino elegido por el pueblo chino. Tampoco aprenden de las lecciones de confrontación de principios de la Guerra Fría. Esto les lleva a ser incapaces de entender y predecir con exactitud el comportamiento exterior de China y de corregir conscientemente la miopía en el proceso de toma de decisiones de sus responsables políticos en el tema. Es en este contexto en el que la sabiduría y la calma de Kissinger se hicieron aún más prominentes. Al abogar persistentemente por el diálogo y fomentarlo activamente, así como los intercambios, su influencia y aportes en este sentido son la mejor interpretación de la "sabiduría diplomática de Kissinger."

Los chinos son muy conscientes de que ante todo es un estadounidense y un firme defensor de los intereses del país. Sin embargo, esto no impide ser considerado un viejo amigo, un buen amigo. El pueblo chino concede gran valor a la amistad y este título se le otorga con gran sinceridad. Al mismo tiempo, su ejemplo muestra que mantener unas relaciones estables con Estados Unidos no es contradictorio con salvaguardar los intereses de cada país. Especialmente en la situación actual, los intereses comunes no han disminuido, por el contrario han avanzado. Existe un potencial ilimitado para la cooperación y pueden alcanzar el éxito mutuo y resultados beneficiosos para ambas partes.

El presidente Xi expresó en su mensaje de condolencias que China está dispuesta a trabajar con Estados Unidos para llevar adelante la causa de la amistad entre los pueblos e impulsar el desarrollo sólido y constante de las relaciones bilaterales, de modo que beneficien a los dos pueblos y contribuyan a la paz y el desarrollo mundiales. Este será el mejor homenaje a figuras históricas como Kissinger.