Que Milei mejore las relaciones de Argentina con EE. UU. no tiene por qué excluir a los demás

Javier Milei. Foto: VCG.

Aunque aún faltan más de 10 días para la ceremonia de toma de posesión, el presidente electo de Argentina, Javier Milei, ya se ha embarcado en una visita a Estados Unidos. Milei llegó a Nueva York el 27 de noviembre, hora local, para una "visita privada" y también viajará a Washington, donde se reunirá con funcionarios de Estados Unidos y organizaciones internacionales durante un período de dos días. La pregunta que muchos se hacen ahora es si Argentina, bajo el liderazgo de Milei, se inclinará completamente hacia Estados Unidos y potencialmente "se separará" de importantes socios comerciales como China y Brasil, y qué información crucial se revelará durante esta visita.

Milei fue impulsado a la presidencia en medio de una crisis. A los ojos de la comunidad económica dominante, los puntos de vista de la campaña de Milei, incluidos los de "volar el banco central", abolir el peso y que Argentina use el dólar estadounidense en su lugar, y su plan de "motosierra" para recortar el gasto estatal, se consideran poco ortodoxos. Sin embargo, es esencial reconocer la gravedad de los desafíos que enfrenta actualmente Argentina, la segunda economía más grande de América del Sur: una tasa de inflación que se disparó a más del 140 por ciento, el tipo de cambio oficial del peso frente al dólar estadounidense cayó por debajo de 350 a 1 y las reservas netas del banco central se desplomaron por debajo de -10 000 millones de dólares. Cuatro de cada 10 personas en Argentina viven por debajo de la línea de pobreza, y más de la mitad de la población requiere algún tipo de asistencia o apoyo social. Se puede decir que el ascenso de Milei al poder refleja el deseo urgente de los votantes argentinos de superar rápidamente las dificultades económicas.

Como señaló la revista británica The Economist, Milei se enfrenta a una situación económica mucho más complicada que la de cualquier presidente estadounidense desde la Gran Depresión. En consecuencia, la opinión pública ha notado que durante la visita de Milei a EE. UU., además de reunirse con diplomáticos estadounidenses, está poniendo un fuerte énfasis en las reuniones con funcionarios del Tesoro de EE. UU. y del Fondo Monetario Internacional. Al mismo tiempo, entre el entorno de Milei se encuentra el asesor de asuntos financieros Luis Caputo, quien también es visto como un posible futuro miembro del gabinete. Si bien el equipo de Milei enfatiza que esta visita "no busca financiamiento", es evidente que Milei espera aliviar las dificultades económicas de Argentina fortaleciendo los lazos con Estados Unidos.

Como amigo sincero de Argentina, China también espera que Argentina pueda superar rápidamente sus desafíos actuales y emprender una mejor trayectoria de desarrollo. Si Estados Unidos puede realmente brindar asistencia a Argentina, ayudándola a recuperarse económicamente y permitiendo que la gente disfrute de un mayor bienestar, esto es algo que la comunidad internacional, incluida China, se complacerá en ver.

Pero es cuestionable que Estados Unidos realmente lo haga. En América Latina, hay muchos ejemplos en los que los países se alinean completamente con EE. UU., pero no reciben ninguna ayuda real. La propia Argentina también lo ha sufrido. Por ejemplo, en la década de 1990, el Gobierno argentino de Menem intentó abrir completamente el sistema financiero del país a Estados Unidos, pero este esfuerzo no resultó en una ayuda genuina estadounidense. En cambio, debido a las sucesivas subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, la deuda externa argentina se volvió insoportable.

Hay otra cuestión importante a considerar aquí. En los últimos años, los gobiernos que han mostrado hostilidad hacia Estados Unidos a menudo se clasifican automáticamente como hostiles hacia China. ¿Por qué se ha formado esta impresión? Vale la pena reflexionar. Los círculos de amigos de varios países no deben ser mutuamente excluyentes. Milei espera tener una buena relación con Estados Unidos, pero no debe ni debe basarse en la premisa de oponerse a otros países. En última instancia, esto es el resultado de que Estados Unidos presiona abierta y encubiertamente a otros países para que tomen partido. En el pasado, las condiciones de asistencia propuestas por Estados Unidos a Argentina incluían la exclusión o restricción de las inversiones chinas. Esto no ayuda a Argentina, sino que la perjudica.

Anteriormente, algunas personas exageraron intencionalmente la afirmación de que Argentina se "desacoplaría" de China y Brasil. De hecho, aunque el espectro político de los países latinoamericanos que oscilan entre la izquierda y la derecha no ha cambiado fundamentalmente, la relación entre China y los países latinoamericanos ha mostrado una tendencia de creciente estabilidad en los últimos años. El expresidente argentino Mauricio Macri cuestionó inicialmente el desarrollo de las relaciones con China, pero pronto se dio cuenta de que "desarrollar nuestra relación [de Argentina] con China es particularmente importante". China y Argentina mantuvieron estrechas interacciones durante su mandato. Brasil, país vecino de Argentina, tuvo una experiencia similar durante la presidencia del expresidente Jair Bolsonaro. Esto se debe a que la cooperación pragmática de China con los países latinoamericanos, incluidos Argentina y Brasil, ha traído beneficios tangibles a los pueblos de ambos países.

Muchas opiniones públicas han notado que, en comparación con la postura "radical" durante el período de campaña, la actitud del equipo de Milei se ha suavizado después de ser elegido, especialmente en su actitud hacia China y Brasil. Diana Mondino, quien se espera que sea nombrada ministra de Relaciones Exteriores por Milei, declaró recientemente en múltiples ocasiones que los comentarios de Milei fueron "malinterpretados" y que es un gran error de política exterior que Argentina corte relaciones con China y Brasil. El propio Milei había instado previamente a los empresarios argentinos a "seguir haciendo todo lo que quieran (hacer negocios con China)". Este "cambio" no es sorprendente. China es el segundo socio comercial de Argentina y el mayor mercado para las exportaciones de productos agrícolas, mientras que Brasil es el mayor socio comercial de Argentina. En el proceso de superación de las dificultades de Argentina, la lógica y los intereses del equipo de Milei y del pueblo argentino en el desarrollo de las relaciones con países como China y Brasil están alineados.