El número de vuelos entre China y EE. UU. aumenta, pero sigue siendo insuficiente

El vuelo CA985 de Air China despega del Aeropuerto Internacional Capital de Beijing el 11 de noviembre de 2023 con destino al Aeropuerto Internacional de San Francisco en EE. UU. Foto: VCG.

La reanudación de los vuelos entre China y EE. UU. está entrando en una fase acelerada, lo que muestra cómo los departamentos relevantes de dos países implementan, con acciones prácticas, el consenso y la visión alcanzados por los líderes en la cumbre de San Francisco. El número de vuelos semanales directos de ida y vuelta entre los dos países solo alcanzó los dos dígitos a principios de este año y ha aumentado continuamente desde mayo. Actualmente, hay casi 70 vuelos directos de ida y vuelta entre China y EE. UU. por semana y los precios de los billetes han disminuido, lo que ha sido aplaudido por las sociedades tanto de China como de Estados Unidos, y también constituye uno de los logros del restablecimiento y fortalecimiento de las comunicaciones de alto nivel entre los dos países.

El número de vuelos directos refleja la cercanía de los intercambios entre los dos países y sirve como un "barómetro" de las relaciones entre China y Estados Unidos. Siendo las dos economías más grandes del mundo, no pueden permitirse el lujo de no comprometerse entre sí. De hecho, facilitar canales de comunicación más prácticos y rentables es un deseo común de las sociedades de ambos países. No es difícil ver que todas las noticias sobre la reanudación de los vuelos directos entre China y Estados Unidos han recibido mucha atención en las redes sociales de ambos países. Con el restablecimiento gradual de los intercambios entre personas este año, gigantes empresariales estadounidenses como Elon Musk, Bill Gates y Tim Cook han visitado China. Todo esto indica que es imposible que China y Estados Unidos se desacoplen entre sí.

Sin embargo, como muchos internautas han señalado, todavía hay muy pocos vuelos directos entre China y Estados Unidos. En comparación con el período pico de más de 300 vuelos por semana y más de 5 millones de intercambios entre personas por año entre China y los EE. UU., Todavía hay mucho espacio para crecer en el número de vuelos. Durante la cumbre en San Francisco, los líderes de China y Estados Unidos acordaron aumentar aún más los vuelos a principios del próximo año y alentar y apoyar más intercambios y comunicaciones entre los dos pueblos. China siempre ha sido muy eficiente en la aplicación del consenso, y se espera que la parte estadounidense demuestre eficiencia en el aumento de los vuelos y la promoción de los intercambios entre los dos pueblos, siendo claramente un área en la que todos saldrán ganando.

El deseo de comunicación y cooperación entre los pueblos de China y Estados Unidos siempre ha sido fuerte. Con un volumen comercial de 700 000 millones de dólares e inversiones bilaterales acumuladas de más de 260 000 millones de dólares, existe una enorme demanda objetiva de intercambios bidireccionales de personal. El desafío actual radica en el hecho de que estos deseos y demandas se vieron interrumpidos inesperadamente por la fuerza inexorable de la pandemia de COVID-19. Además, algunos políticos en Washington han echado sal en la herida al suprimir deliberadamente estos intercambios. Si bien la parte interrumpida por la pandemia es relativamente fácil de restaurar modificando ciertas circunstancias, la parte trastocada por las acciones políticas de Washington plantea un desafío más complicado. Es este último aspecto el que está causando preocupación sobre el estado de las relaciones entre China y Estados Unidos.

La comunicación entre los pueblos de China y Estados Unidos está limitada por las relaciones políticas entre los dos países, pero a su vez desempeña un papel en la promoción de la mejora de las relaciones políticas China-Estados Unidos. A través de los intercambios y la cooperación entre pueblos, la buena voluntad se acumula continuamente. La reducción y eliminación de los malentendidos mutuos entre los pueblos, y el reconocimiento y la expansión de los intereses comunes están convergiendo inevitablemente en una fuerza innegable de la opinión pública, impulsando las relaciones entre China y Estados Unidos de nuevo hacia una senda sana y estable. Como ha mencionado el presidente Xi Jinping, la esperanza de la relación entre China y Estados Unidos reside en el pueblo, su base está en nuestras sociedades, su futuro depende de la juventud y su vitalidad proviene de los intercambios a nivel subnacional.

Algunas figuras en Washington no quieren presenciar el restablecimiento de los intercambios entre China y Estados Unidos. No solo crean obstáculos en la política, sino que también se dirigen deliberadamente a las personas que participan en dichos intercambios, especialmente a los ciudadanos chinos, para socavar la voluntad de interacciones civiles. Muchas personas chinas que viajan a Estados Unidos se han enfrentado a la revocación injustificada de visados, a interrogatorios en los aeropuertos o incluso a la detención. Esto es el resultado de la creciente mentalidad desconfiada, sensible y estrecha de miras de Washington hacia China. Los intercambios culturales forman la base social de las relaciones entre China y Estados Unidos, y el fuerte deseo de interacciones mutuas entre las dos sociedades se ve obstaculizado significativamente por las acciones extremas de un pequeño grupo de políticos en Estados Unidos, lo cual es lamentable.

China está avanzando firmemente en pos de una apertura de alto nivel al mundo exterior, incluido Estados Unidos, que está de acuerdo con la tendencia histórica y la búsqueda de una cooperación de beneficio mutuo. La administración Biden reconoce que las políticas extremas del pasado también han perjudicado a Estados Unidos. Por lo tanto, ha mostrado una actitud alineada con China en la promoción de los intercambios entre los pueblos. Sin embargo, para desmantelar las barreras entre las sociedades china y estadounidense, Washington necesita realizar esfuerzos aún mayores. Se espera que la parte estadounidense pueda actuar de acuerdo con la tendencia y contribuir con más energía positiva al desarrollo estable y saludable de las relaciones entre China y Estados Unidos.