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spanish.china.org.cn | 17. 11. 2023 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

La APEC debe mantenerse fiel a sus principios y a su agenda

Palabras clave: APEC, inclusión, estabilidad

En un mundo tan polarizado como el actual, sería imposible crear desde cero un mecanismo económico y comercial regional de la envergadura, inclusión e influencia de APEC.

El hecho de que las economías de la región cifren sus esperanzas en la Semana de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico en San Francisco demuestra que creen en su objetivo: crear mayor prosperidad para los habitantes de la región.

Para conseguirlo, deben mantenerse fieles al programa de inclusión, innovación e interconexión de APEC.

Esto explica por qué el mundo presta gran atención a lo que sucede en San Francisco esta semana: si las economías de la región más dinámica del mundo, en particular China y Estados Unidos, pueden ponerse de acuerdo sobre cómo aunar esfuerzos.

Se espera que aprovechen sus intercambios en la ciudad estadounidense para redefinir sus vínculos económicos y comerciales; sustituir lo que ha sido una creciente confrontación, disociación e incertidumbre por diálogo, cooperación y previsibilidad.

Como las dos mayores economías del mundo, el que China y Estados Unidos lleguen a un acuerdo para gestionar y controlar riesgos de forma responsable y evitar conflictos no solo repercutirá positivamente en la estabilidad y prosperidad de Asia-Pacífico, sino también del mundo, dada la importancia global de la región.

Ambos países, así como otras economías de APEC, deberían ser conscientes de que la vigencia actual del mecanismo recae en su firme adhesión a los principios de coordinación, consulta y apertura.

Es a partir de ellos que se ha formado un modelo único de APEC para encontrar formas de resolver las diferencias y construir el consenso entre los miembros en diferentes etapas de desarrollo. Consciente de las distintas culturas y fases de desarrollo económico, el foro adoptó una política de acomodar de manera voluntaria a los recién llegados, salvando así eficazmente las posibles fisuras.

La valentía, la visión y la sabiduría que encierra su legado histórico deben ponerse plenamente de manifiesto hoy en día y la meta debe ser la unanimidad y no la división.

La cumbre de San Francisco tiene todos los motivos para liberar su potencial de generar una nueva fuerza motriz para APEC. Tanto China como Estados Unidos deben actuar con responsabilidad en este sentido, devolviendo la plena confianza en el multilateralismo y la globalización económica al mundo.