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spanish.china.org.cn | 16. 11. 2023 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

Una imagen al margen de la APEC lo dice todo

Palabras clave: APEC, cooperación, economía

Periodistas el centro internacional de medios de la APEC 2023 en San Francisco, 12 de noviembre. Foto: VCG


La 30ª Reunión de Líderes Económicos del APEC arrancará oficialmente el 15 de noviembre, hora local. Esto marca el punto culminante de la Semana de Líderes Económicos. Las cabezas de las 21 economías ya han llegado a San Francisco, Estados Unidos. Como mecanismo de cooperación económica de más alto nivel, más amplio y más influyente de Asia-Pacífico, el APEC ha recibido un ávida atención de la comunidad internacional por este encuentro. En esencia, se espera diálogo, estabilidad y prosperidad. En un momento en que la economía mundial busca fervientemente nuevas oportunidades de desarrollo, la cooperación y el desarrollo de la región afectan profundamente el futuro y el destino del mundo.

Antes de la cita, los organizadores celebraron una rueda de prensa sobre el "Análisis de Tendencias Regionales del APEC". En ella se mencionó repetidamente la "fragmentación geoeconómica". En la sesión de preguntas y respuestas que siguió, varios medios se centraron en los riesgos económicos de la "competencia entre grandes potencias", como el proteccionismo y las acciones que perturban la estabilidad de la cadena de suministro. Además se prestó atención a si los pequeños círculos, como el Marco Económico Indo-Pacífico para la Prosperidad (IPEF) promovido por Estados Unidos, conducirían a una dispersión y repercutirían en la cooperación del APEC. Estas situaciones indican que la práctica de "desacoplamiento" de Washington en los últimos años, que sigue manteniendo, y su pensamiento estratégico de "superar a China", no solo han suscitado temor en la comunidad internacional, sino también daños tangibles. Al mismo tiempo, la creciente atención a la "segmentación geoeconómica" refleja un deseo cada vez más fuerte de cooperación y desarrollo.

China y Estados Unidos, las dos mayores economías del mundo, representan más del 40 % del PIB mundial. La trayectoria de sus relaciones económicas y comerciales no solo es vital para la unidad y la cooperación del mecanismo, sino también alberga una gran importancia para el mundo. Teóricamente, sus estructuras económicas son muy complementarias y su cooperación económica y comercial es de mutuo beneficio, lo que naturalmente debería conducir a una mejoría en ellas con un mayor impulso de desarrollo para el mundo a través de la cooperación bilateral. Sin embargo, esta enfrenta actualmente vientos en contra. Aunque muestra una fuerte capacidad de resistencia, un considerable potencial queda oculto, lo que dificulta su pleno despliegue. Esto supone un tremendo pesar tanto para ambas partes y para el mundo. Es algo que no debe ser.

Cabe señalar que la mayoría de estas trabas tienen su origen en factores políticos estadounidenses, pero el "desacoplamiento" no es en absoluto el deseo mayoritario de su sociedad. Una escena al margen de la cita lo ilustra a la perfección. En los últimos días, ejecutivos de grandes multinacionales como Microsoft, Citigroup y ExxonMobil acudieron en masa a San Francisco con la esperanza de reunirse con líderes de varios países asiáticos, especialmente China. Este deseo es palpable y la razón es sencilla: "Están listos para volver a los negocios". ¿De qué "negocios" se trata? Obviamente, reforzar la cooperación y lograr resultados beneficiosos para todos. Como dijo recientemente Joseph Nye, politólogo estadounidense y defensor del "poder blando", China y Estados Unidos se necesitan y no pueden separarse. Este es el entendimiento común y la conclusión empírica de ambos pueblos.

El APEC representa casi el 40 % de la población mundial y casi la mitad del volumen del comercio en el planeta. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, afirmó que sus miembros son algunas de las economías de más rápido crecimiento y más dinámicas del globo; un impulso al crecimiento y la innovación. Según las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional, se espera que Asia-Pacífico aporte este año cerca de dos tercios del crecimiento mundial y esta proporción seguirá vigente. Es un logro conquistado con sudor y lágrimas que merece ser apreciado y protegido. Hemos observado que durante las reuniones del mecanismo, algunos políticos estadounidenses siguen promoviendo la mentalidad de la Guerra Fría de un "juego de suma cero". Un grupo de 22 senadores republicanos emitió una declaración conjunta en la que instaban al presidente Joe Biden a "no hacer concesiones" y sostenían que el país no debía "lanzar ningún tipo de salvavidas económico" a China. Esta afirmación es ridícula y representa estrechez de miras e ignorancia. Los responsables estadounidenses deben mantener la lucidez en medio de estos ruidos y distracciones.

En la reunión entre los líderes de China y Estados Unidos en Bali el año pasado, el presidente Xi Jinping subrayó que el mundo es lo suficientemente grande para que los dos países se desarrollen y prosperen juntos. Biden también prometió que Washington no tiene intención de "desvincularse" de China, detener su desarrollo económico o contenerla. Esperamos con interés que la parte estadounidense se encuentre con su par china a mitad de camino y que como país anfitrión de la APEC, Estados Unidos aprecie y aproveche la ocasión para promover las relaciones, vuelva a una vía de desarrollo saludable y estable, y realice los aportes necesarios en su condición de potencia a favor de la paz, la estabilidad y la prosperidad de la región Asia-Pacífico.