Viajes grupales sin visado devuelven vitalidad a ciudad fronteriza

Turistas rusas compran baozi, o bollos rellenos al vapor, en un mercado en Heihe, provincia nororiental china de Heilongjiang, 14 de octubre. Los dos países reanudaron en septiembre los viajes grupales sin visado.

Tras dos días de compras en la pequeña ciudad fronteriza de Heihe, en la provincia de Heilongjiang, Natalia Berezina, de 38 años, regresó a casa en Blagoveshchensk, Rusia -a solo 700 metros al otro lado del río Heilong- cargada con una gran maleta de mercancías. Cruzar el río, conocido como Amur en Rusia, solo tarda 5 minutos en ferry o aerodeslizador.

"A mi familia le encanta las cosas hechas en China, como las sábanas de algodón, la ropa, los zapatos y varios artículos de primera necesidad", señaló. "Cada vez que voy a Heihe, le compro un juguete a mi hijo y siempre se emociona".

En septiembre, se reanudaron los viajes grupales sin visado entre China y Rusia, interrumpidospor la pandemia de COVID-19, y los negocios en la frontera volvieron a la vida.

Para Berezina, el atractivo de Heihe va más allá de los productos. Su exquisita comida es otro de sus puntos destacados. Platos como el youtiao (masas fritas), guobaorou (pedazos de cerdo agridulce de doble cocción) y albóndigas- son algunos de sus imprescindibles. Las terapias de medicina tradicional china, como los masajes y las ventosas, también son del gusto de muchos turistas.

"Para mí, lo mejor es la comida", afirma Berezina. "Y también disfruto con los tratamientos relajantes".

Vídeos en las plataformas sociales chinas muestran una gran afluencia de viajeros rusos degustando aperitivos en los mercados al aire libre de Heihe. La mayoría de los puestos muestran carteles en chino y en ruso, y sus propietarios utilizan palabras y frases simples en ruso.

"He recibido muchos clientes rusos en el último mes, lo que me ha traído recuerdos de cómo eran las cosas hace tres años", dijo Han Wenru, gerente de un restaurante en Heihe. "Me reencontré con mis viejos amigos rusos y les serví sus platos favoritos".

Han contó que aprendió ruso en la escuela y puede comunicarse bien con sus comensales.

Heihe es igualmente popular entre los turistas chinos. La ubicación única de la ciudad da forma a su paisaje y le confiere un aire exótico. Los productos y alimentos rusos, así como la arquitectura y el paisaje estilo ruso, atraen a viajeros de toda China.

Según el Departamento de Cultura y Turismo de Heilongjiang, durante la Fiesta del Medio Otoño y las vacaciones por el Día Nacional de este año, Heihe registró más de 600 000 turistas, un 85 % más que durante el mismo período en 2019. La ciudad acogióa 14 683 personas del exterior en el mismo lapso de tiempo.

Zhang Min, subdirector de la oficina de cultura, radio, televisión y turismo de la urbe, dijo que esta ganamayor protagonismo debido a los viajes transfronterizos y que se aprovechará esta oportunidad para promover el turismo. "Integraremos varios elementos para mejorar la gestión turística y la calidad de los servicios a fin de convertir aHeihe en una ciudad limítrofe moderna".

Entre junio y agosto, temporada alta del turismo estival,Heihe recibió a casi 9 millones de turistas y sus ingresos por tal concepto superaron los 4500 millones de yuanes (617 millones de dólares). En un intento por aprovechar sus características únicas, Heihe presentó 6 rutas para la estacióninvernal.

Según el aviso de viaje a Rusia de la localidad, los turistas chinos necesitan pasaporte y visado en vigor, más un billete de ferry para pasar aduanas. Quienes solo tengan pasaporte pero no visado deben unirse a un viaje grupal organizado por una agencia de viajes autorizada.

"Heihe cuenta con abundantes recursos turísticos, pero carece de una imagen cohesionada, de ahí su perfil bajo en el noreste de China", declaró LiuJiewu, del Centro de Investigación de Desarrollo Turístico de la Universidad de Shenzhen. "La reanudación de la política transfronteriza de exención de visados brinda una nueva oportunidad a Heihe para restablecer su presencia cultural y turística".

La ciudad debe desarrollar los intercambios de ocio y comercio, incentivar proyectos de turismo cultural como mercados matutinos y organizar regularmente actividades sociales y festivas relacionadas con Rusia, dijo, y añadió que esto laconvertirá en unode los destinos chinos favoritos entre los rusos.

"Atrayendo a más turistas nacionales interesados en Rusia, Heihe puede pasar de ser un punto de tránsito a un destino turístico", anotó Liu.