spanish.china.org.cn | 19. 10. 2023 | Editor:Eva Yu | [A A A] |
Líderes tejen en Beijing un mundo conectado con justicia social para todos
Por Jorge Fernández
El mundo necesita un nuevo paradigma que responda de manera coherente y adecuada, sistemática y racionalmente a un mundo que ha operado bajo la lógica de la no negociación, de la no concertación, del poder y del egoísmo.
El mundo dista mucho de ser un lugar estable, equitativo y justo. Desde épocas remotas, pese a los trabajos de grandes filósofos y estrategas para fomentar entornos pacíficos, la anarquía ha prevalecido en un escenario global cohabitado por diferentes naciones. Hoy, en un mundo marcado por los grandes avances de la humanidad, la Iniciativa de la Franja y la Ruta reconoce los vicios que han prevalecido a lo largo de los siglos y propone un enfoque que contrasta la lógica de la imposición a través del poder y la fuerza. China propone por medio de esta Iniciativa un mundo conectado en donde todos aportan y contribuyen con sus recursos a la construcción de un ambiente de paz, armonía y bienestar. En línea con este espíritu, Beijing albergó durante dos días el tercer Foro de la Franja y la Ruta, un evento que comenzó el 17 de octubre y que celebró el décimo aniversario de esta renovadora idea.
Antes de su lanzamiento, el escenario internacional revelaba ciclos en donde la cooperación se veía trastocada por la ley del mas fuerte, la falta de comunicación y la ineficiencia en la coordinación global. Aunque hoy aún persiste este arbitrario esquema, se ha logrado desvanecer entre la opinión pública mundial y entre líderes y dirigentes de países que ese es el único modelo que dicta el funcionamiento de las relaciones internacionales. La Iniciativa de la Franja y la Ruta aborda la urgente necesidad de impulsar un enfoque integral, coordinado, equitativo y de beneficio conjunto en un mundo que clama por un paradigma diferente. La Iniciativa de China se coloca por encima de cualquier ideología, agenda política, arreglo exclusivo o cooperación condicionada. Es en esencia la construcción de un mundo unido a través de una extensa red de infraestructuras que facilitan el flujo de bienes, personas y servicios entre países, y la cual permite compartir y recibir recursos de otros lados sin condiciones adjuntas ni beneficios exclusivos.
El Foro encapsula la esencia de esta Iniciativa, la cual se extiende, se desarrolla y se perfecciona para materializar la conectividad y un nuevo modelo de relaciones entre Estados. Tanto en la primera como en la segunda edición de este cónclave, el presidente de China, Xi Jinping, pronunció discursos que han infundido vitalidad y que han elevado, a su vez, el espíritu de las reuniones. Partiendo de una realidad palpable, en donde ni las instituciones ni el modelo de desarrollo de los poderosos han satisfecho las necesidades de cada una de las naciones, el presidente chino ha presentado ideas, planes y propuestas que ofrecen esperanzas y un camino para construir un mundo mejor. El día 18, durante su alocución, Xi Jinping estimuló el ánimo de los asistentes al anunciar ocho acciones que China considerará para elevar la construcción de la Franja y la Ruta a nuevos niveles y así hacer de ella un bien común de más y mejor calidad.
Las ocho medidas, a saber, la construcción de una red multidimensional de conectividad, el apoyo a una economía mundial abierta y con mayor volumen comercial, la cooperación práctica para la promoción de obras emblemáticos y proyectos de bienestar, el impulso del desarrollo verde, el fomento de la innovación científico-tecnológica, el apoyo a los intercambios populares, la promoción de la cooperación con base en la integridad y el fortalecimiento de la construcción institucional para la cooperación internacional de la Franja y la Ruta, potenciarán y enriquecerán todo aquello que emane de esta Iniciativa. El mundo necesita un nuevo paradigma que responda de manera coherente y adecuada, sistemática y racionalmente a un mundo que ha operado bajo la lógica de la no negociación, de la no concertación, del poder y del egoísmo. El presidente de China ha hecho énfasis en que el fin último no es solo la modernización de China sino la de todos los países a través de esfuerzos comunes.
En voz del mandatario chino, la meta está en “perseguir una modernización global para mejorar el desarrollo pacífico y una cooperación de beneficio mutuo para ofrecerle prosperidad a todo el mundo”. La Iniciativa impulsada por China le abre las puertas a los vejados, a los olvidados, a los subdesarrollados países del sur y les hace ver que la humanidad es una comunidad de futuro compartido. Tal y como indicó el mandatario chino frente a los asistentes, “China solo puede ir bien cuando el mundo va bien”. Nadie puede quedarse rezagado en este mundo en el que todos compartimos los mismos recursos y en el que todos estamos marcados por el mismo destino. Ignorar a uno, por muy pequeño que este sea, va en detrimento de todos, incluidos los más grandes y poderosos.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta dista de ser un discurso retórico. Por el contrario, desafía enfoques teóricos que descansan en la lógica del poder y de la imposición de intereses en las relaciones internacionales. Desde hace una década, este proyecto conjunto ha logrado avances importantes en el campo de la conectividad. El valor acumulado de importaciones y exportaciones entre socios ha llegado a 19,1 billones de dólares. Además, se ha concretado la firma de 21 acuerdos de libre comercio entre China y 28 países y regiones, así como acuerdos bilaterales de inversión entre China y 135 países y regiones. Más de 40 países han suscrito con el gigante asiático acuerdos de cooperación en capacidad industrial, y 13 bancos financiados por el gigante asiático han establecido oficinas y sucursales en 50 países miembros. En un mundo en donde las dinámicas de intercambio a menudo operan bajo la lógica de los intereses propios sobre los colectivos, la Iniciativa de la Franja y la Ruta está abriendo una brecha que se ensancha, al tiempo que atrae gradualmente a nuevos impulsores hacia su causa.
La propuesta es revolucionaria desde cualquier ángulo. Además de la conectividad física, que finalmente enlaza a países ignorados por el mundo desarrollado a través de vías terrestres y marítimas, la Iniciativa de la Franja y la Ruta considera entre sus alcances al mundo inmaterial, cuyas vías virtuales cobran importancia en el ciberespacio. El mundo atestigua el desarrollo de una propuesta en la que la conectividad contempla la convergencia de un mundo físico y virtual, y con ello apunta a generar desarrollo económico, social, cultural y tecnológico entre aquellos que habían sido olvidados por Occidente. La Franja y la Ruta, a 10 años de su creación, ha dejado de ser un sueño audaz y se ha convertido en un modelo de transformación que tiene como base el cambio de las concepciones tradicionales de desarrollo y de cooperación global. La Iniciativa trasciende fronteras físicas y virtuales y promueve la construcción de un futuro global de beneficio compartido para todos.