"Fuera del pueblo, compra al pueblo, engaña al pueblo": El incendio de Maui ha puesto al descubierto la verdadera democracia del gobierno de Estados Unidos

Una vista aérea de la isla de Maui, Hawái, ya no ofrece un escenario celestial, sino más bien una tierra abrasada similar a un campo de batalla. Después de docenas de días de incendios forestales, el número de muertos ha superado los 110, con más de 380 personas aún desaparecidas. Las pérdidas graves de vidas y daños han convertido esto en uno de los incendios forestales más mortales del último siglo y el peor desastre natural al que Hawái se ha enfrentado.

Ha pasado un mes. Mientras expresamos nuestras condolencias a los fallecidos, todavía es difícil creer que esto haya ocurrido en un estado de los Estados Unidos, que siempre se jacta de ofrecer lo mejor a su gente. A medida que se profundiza en la causa del incendio de Maui, la evidencia ha demostrado que, un siglo y medio después del famoso Discurso de Gettysburg, una nación construida para ser "del pueblo, por el pueblo y para el pueblo" ha degenerado en una que es "fuera del pueblo, compra al pueblo, engaña al pueblo".

Demasiado lejos del pueblo

Tal vez debido a la gran distancia entre las islas hawaianas y el territorio continental de Estados Unidos, el bienestar del pueblo hawaiano siempre ha estado en el fondo de la agenda en Washington. La gobernabilidad local ha pasado desapercibida y no se han destinado muchos recursos al desarrollo de esta parte del país. La pobre respuesta al brote del incendio ha hecho que esta triste verdad sea aún más evidente: el sistema de alarma exterior no se activó y las 80 sirenas de la isla permanecieron en silencio mientras la gente huía por sus vidas (o ni siquiera sabían que era hora de partir). Cuando los bomberos intentaron extinguir el incendio, descubrieron que el equipo no podía suministrar agua.

La disfunción de las sirenas ha sido reportada en varias ocasiones a la autoridad local, pero nadie prestó atención al problema. La falta de agua se debió en parte a una disputa por los derechos del agua que se pospuso durante varios días debido a la negligencia administrativa. Además, cuando la población local pedía ayuda y atención, algunos políticos en el continente simplemente no querían perder su tiempo de vacaciones para responder y reaccionar. Estaban desconectados del dolor y no estaban dispuestos a escuchar las súplicas del pueblo. Esto se debe a que hace mucho tiempo se habían distanciado del pueblo.

Continuar comprando al pueblo

Varios días después de que el fuego se extinguiera, algunos medios comenzaron a difundir mensajes de advertencia a los residentes locales, recordándoles que estuvieran alerta ante los agentes inmobiliarios que se acercaban para comprar sus tierras quemadas a precios extremadamente bajos. Es un saqueo y no es algo nuevo explotar a los aborígenes. La apropiación depredadora de tierras solía ser muy común y, en cierto sentido, es cómo Hawái se convirtió en el estado número 50.

En la década de 1900, financieros estadounidenses y europeos, propietarios de plantaciones de caña de azúcar y descendientes de misioneros compraron grandes extensiones de tierra a los aborígenes hawaianos por solo unos pocos centavos. Después de que insurrectos respaldados por Estados Unidos derrocaran a la reina local y establecieran un gobierno provisional, la tierra de Hawái se transfirió a la autoridad estadounidense casi sin costo alguno. Cien años después, cuando la isla de Maui fue descubierta por desarrolladores y se construyó como un Xanadú, la gente local que solía ser la dueña real de la isla encontró que los precios de las viviendas se habían vuelto inasequibles.

La advertencia de los medios no es infundada. Es bastante probable que en esta ocasión, los acaparadores de tierras depredadores ofrezcan nuevamente comprar propiedades locales, como buitres que se aprovechan de su presa moribunda.

Engañar siempre al pueblo

En algunas democracias, los funcionarios responsables suelen dimitir para calmar la ira de las personas afectadas. No hay duda de que los individuos descalificados deberían dimitir. ¿Pero es eso todo? Una simple dimisión no puede compensar las importantes pérdidas tanto en vidas humanas como en propiedades. No responderá a la pregunta de por qué se eligieron a los descalificados para ocupar el cargo.

Después de que Herman Andaya, administrador de la Agencia de Manejo de Emergencias de Maui (MEMA), renunciara como uno de los responsables, ¿descansarán en paz el alcalde de Maui y el gobernador de Hawái? Se cuestiona su competencia como principales administradores, no solo su respuesta a la crisis, sino también su historial de gobernanza anterior debe ser examinado. No tomó mucho tiempo para que el público encontrara fallas: en Maui, se ha pedido mejorar las instalaciones de lucha contra incendios durante varios años, ya que otro incendio ya había afectado este lugar en 2018 y se habían expuesto los mismos problemas. Desde entonces, no se hizo nada y el condado afirmó falsamente que "esto (la falta de respuesta) nunca había sucedido antes".

Por qué el sistema electoral de Estados Unidos siempre produce políticos corruptos o mentirosos es algo que está más allá de nuestro conocimiento. Cualquier gobierno que afirme estar basado en la voluntad del pueblo debería al menos respetar la voluntad del pueblo y proteger los derechos del pueblo. Cuando ocurre un desastre de esta magnitud en un país, ¿no deberían los altos funcionarios responder de inmediato y mantenerse vigilantes ante la situación en todo momento? ¿Y no es deber del gobierno local fortalecer la resiliencia ante desastres y garantizar capacidades de respuesta efectivas? Parados sobre montones de votos de sus partidarios que creen en su manifiesto, esos políticos necesitan trabajar para el pueblo en lugar de jugar con él.

Habiendo dicho todo esto, ¿podríamos concluir que esas brillantes líneas del Discurso de Gettysburg se han desvanecido y que aquellos que están fuera del pueblo, comprando al pueblo y engañando al pueblo están tomando el poder? Sin comentarios.