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spanish.china.org.cn | 31. 08. 2023 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

¿Cómo debe entender Raimondo el lanzamiento de nuevos productos de Huawei?

Palabras clave: Huawei, Raimondo, Mate 60

Tienda insignia de Huawei en la calle Nanjing, Shanghai, 30 de agosto de 2023. VCG


La repentina preventa del Mate 60 Pro de Huawei ha iniciado un acalorado debate en la sociedad china que supera el habitual durante el lanzamiento de productos. La empresa tecnológica china más afectada por la "presión" de Estados Unidos encara el reto crucial de la falta de chips 5G. Esta cuestión se considera en general un indicador significativo de la capacidad de presión de las firmas tecnológicas chinas en este ámbito ferozmente disputado y reprimido por el país norteamericano. Aunque Huawei sigue manteniendo un perfil bajo y no ha revelado especificaciones técnicas del Mate 60 Pro, el entusiasmo y atención de la sociedad china en torno al "regreso de Kirin" ponen de manifiesto  una gran expectación y confianza en la investigación y el desarrollo independiente en el rubro del país.

Mucha gente ha notado una "coincidencia", y es que el lanzamiento del nuevo producto de Huawei coincidió con la visita a China de la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo. Cabe señalar que varias de las restricciones a China en el sector de la alta tecnología se aplican a través del departamento de Comercio y, a día de hoy, todavía hay cientos de empresas chinas en su "lista de entidades". Independientemente de las intenciones de Huawei, el Mate 60 Pro tiene un significado más profundo para los chinos, el de "levantarse de la presión estadounidense." Se desconoce si Raimondo prestó atención a estas voces durante su estadía, pero ellas deber ser escuchadas por la funcionaria y más estadounidenses, y tener un impacto en la postura de Washington.

En primer lugar, desde el inicio de la guerra comercial contra China hasta la actual disputa tecnológica, Estados Unidos, a pesar de haber cambiado su enfoque, emplea fundamentalmente medios hegemónicos para reprimir a China. Cuanto más descaradas e irrazonables son sus acciones, más azuzan la resistencia de la sociedad china para mantenerse unida y superar las dificultades. La guerra comercial, sin duda, ha demostrado ser un fracaso. Aunque la tecnológica continúa y Washington posee la ventaja, el ímpetu de la determinación del pueblo chino para ponerse al día a pesar de los obstáculos y su fuerte sentido de convicción moral, son algo que Estados Unidos no puede igualar. Esto también sugiere que, si bien la supresión puede acarrear ciertos problemas a corto plazo, a largo plazo, estos "conflictos" no les favorecerán.

En segundo lugar, las compañías chinas enfrentarán el bloqueo y seguirán adelante. Este es el resultado del avance general de China y de su estrecha integración con los intereses mundiales. En la era de la globalización, la idea de expulsar a las empresas chinas de la cadena industrial solo encontrará una resistencia cada vez mayor porque va en contra de la ley del desarrollo. El resurgimiento de los teléfonos inteligentes de Huawei después de 3 años de silencio forzado basta para mostrar que la represión extrema de Estados Unidos no ha surtido efecto. Sirve además como microcosmos de la guerra tecnológica, reflejando todo el proceso y presagiando el final. Recientemente, algunos medios estadounidenses han sacado exageraciones como que Huawei está construyendo una fábrica de chips "secreta". Al final, todo esto se debe a que no ven o se niegan a creer en la tendencia general y se aferran al pensamiento anticuado de que la tecnología de las firmas chinas es "robada". En esencia, se trata de la arrogancia tecnológica de Washington y Estados Unidos pagará sin duda su precio.

En tercer lugar, la "guerra" podría haberse evitado. El avance y crecimiento de las compañías chinas y del mercado chino puede poner nerviosos a algunos estadounidenses, pero, al mismo tiempo, también presentará más oportunidades. Uno de los propósitos más relevantes de la visita de Raimondo es salvaguardar los intereses de las empresas estadounidenses. Sin embargo, los responsables de Washington deberían reconsiderar si quieren autolesionarse en la lucha "a vida o muerte" o encontrar más espacio en la división global del trabajo cooperativa y beneficiosa para todos a fin de agrandar el pastel.

Por supuesto, para China, la innovación independiente es un viaje interminable, y frente a la fuerte presión de Estados Unidos, este camino aún está lleno de trabas. La sociedad china está psicológicamente preparada para ello, pero precisamente porque eso, para aguantar, superar y lograr grandes cosas, cada progreso incentivará y consolidará inevitablemente una mayor motivación, formando así un círculo virtuoso. En esto radica la importancia de la atención y el entusiasmo suscitados por la preventa de nuevos productos de Huawei. Se espera que Raimondo pueda llevar a Washington este sentimiento genuino de la sociedad china y, en cierta medida, permitir que su país la comprenda realmente.

Además, el pueblo chino ya no espera grandes ajustes, pero si Estados Unidos frena o relaja su contención extrema y su competencia maliciosa, es seguro que será bienvenido. Debido a la intensa represión, ha causado mayores costes y consecuencias innecesarias a ambos países. Estados Unidos ha hecho caso omiso de las reglas y principios del mercado internacional en tecnologías básicas para asfixiar a China, lo que ha dañado gravemente la confianza de la gente en la división global del trabajo. Si no se interrumpiera artificialmente la misma con un desarrollo natural, tanto China como Estados Unidos podrían aprovechar mejor sus respectivas ventajas comparativas y crear cosas más maravillosas que puedan cambiar el mundo.