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spanish.china.org.cn | 28. 08. 2023 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

Expansión de los BRICS refleja interés del Sur por el desarrollo y la autonomía política

Palabras clave: BRICS, desarrollo, autonomía

Ilustración: Chen Xia/Global Times


Los BRICS han invitado a Argentina, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos a unirse al grupo, reforzando así la "voz del Sur Global" desde enero de 2024 cuando surta efecto su adhesión. Aunque los resultados económicos han variado, la aspiración colectiva de igualdad y desarrollo sigue siendo fuerte.

El mecanismo representa alrededor del 40 % de la población mundial y más de una cuarta parte del PIB mundial. Con las incorporaciones, aumentará a casi la mitad de la población mundial e incluirá a tres de los mayores productores de petróleo del planeta: Arabia Saudí, los EAU e Irán. Algunas de las características políticas del grupo se remontan a la Conferencia de Bandung en 1955 y al Movimiento de Países No Alineados. En la primera asistieron principalmente países que habían alcanzado recientemente la independencia y formaban parte del movimiento por la autonomía en defensa de sus intereses y afirmación frente a las superpotencias. La expansión de los BRICS muestra que el Sur Global busca fortalecer su autonomía estratégica y aporta esperanzas de reestructuración a sus miembros. El Sur Global no desea que otros manejen sus asuntos soberanos.

El grupo (antes conocido como BRIC) surgió en 2009 sobre la base de los cuatro mercados emergentes: China, Brasil, Rusia e India y su conversión hacia futuras potencias económicas. En 2010, Sudáfrica entró a la ecuación y el nombre devino BRICS. Ahora, con la ampliación, vuelve a demostrar que es una organización inclusiva y en desarrollo.

Antes de la cumbre, más de 40 países del Sur Global mostraron interés en conformarla y 23 presentaron solicitudes formales. Algunos medios occidentales predijeron sin fundamento que el proceso podría fracasar. El recelo y sensación de amenaza de Occidente hacia la expansión de los BRICS refleja su gran temor al declive. Por ello intenta dañar la imagen de sus integrantes mediante la propaganda, debilitar su determinación y confianza, y destruir su unidad de forma selectiva para impedir el ascenso del grupo. Muchos creen que India y Brasil se opusieron a la ampliación, pero lo cierto es que el primer ministro indio, Narendra Modi, y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, han explicado abiertamente su actitud positiva hacia la misma. La decisión final evidencia un espíritu de unidad.

Un BRICS más grande aspira al desarrollo y la autonomía política. La gran atención que el Sur Global presta a la cita es signo de la expectativa por llenar el vacío en la gobernanza mundial. Las economías emergentes se han visto afectadas sucesivamente por la pandemia de COVID-19 y el conflicto entre Rusia y Ucrania. El apoyo de Washington es insignificante y Estados Unidos ha subido continuamente los tipos de interés con sacudidas económicas mundiales. Durante la cita en Sudáfrica, el Sur Global ha expresado su descontento con lo establecido por el G7 en las últimas décadas.

Hay dos razones por las que tantos países han solicitado su inclusión a los BRICS. Por un lado, políticamente, ya no desean sucumbir a la hegemonía de Washington, sino configurar un orden mundial multipolar con un diálogo igualitario. Por otro lado, esperan obtener fondos del Nuevo Banco de Desarrollo y reforzar los intercambios económicos y comerciales y la cooperación con los países miembros. Esto es vital para el Sur Global en la era pospandemia.

Existen voces que abogan por la desdolarización y el lanzamiento de una moneda BRICS, pero es algo muy complejo porque el dólar ha sido por mucho tiempo la moneda de reserva mundial dominante. No obstante, es indiscutible que su dependencia por los mercados emergentes se debilitará. Por ejemplo, India y Bangladesh usan el yuan chino para sus compras de petróleo ruso, mientras que Brasil y China han anunciado la introducción progresiva de un acuerdo de compensación en yuanes para algunos intercambios comerciales bilaterales. El Sur hace votos por un sistema monetario independiente y estable.

El Sur Global lleva tiempo cargando el coste de instituciones financieras dirigidas por Estados Unidos, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Algunos países africanos creen que alinearse con estas entidades no es beneficioso para sus pueblos, sino solo una excusa para la interferencia occidental. Es necesario encontrar instituciones alternativas para salvarlos del actual dilema de desarrollo.

No cabe duda que tras la expansión, el mecanismo ganará influencia en la escena mundial e incluso devendrá un agente de cambio clave. El proceso constituye un hito histórico, un nuevo punto de partida para la solidaridad y la cooperación en su seno que inyectará una nueva vitalidad al desarrollo del Sur Global.