El banco de desarrollo tendrá un papel más relevante en el Sur Global

Una fotografía aérea tomada el 17 de diciembre de 2020 muestra el edificio de la sede del Banco de Desarrollo delos BRICS en Shanghai, en el este de China

Mientras la economía global se enfrenta a múltiples desafíos, incluyendo el aumento de las tasas de interés en los países desarrollados y conflictos geopolíticos, el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) debería asumir un rol más significativo para salvaguardar la estabilidad financiera y el crecimiento económico de los países en desarrollo, señalaron expertos y funcionarios.

Chen Dongxiao, director de los Institutos de Estudios Internacionales de Shanghai, afirmó que las narrativas excesivamente simplificadas y confrontativas en la comunidad internacional debilitan la cooperación y el desarrollo global. Los bancos multilaterales, como el NBD, deberían desempeñar un papel más importante para ayudar a lograr los objetivos de desarrollo sostenible, especialmente entre los países en desarrollo, y abordar el financiamiento desde una perspectiva global.

Zhu Jiejin, profesor de la Escuela de Relaciones Internacionales y Asuntos Públicos de la Universidad Fudan, mencionó que los bancos multinacionales establecidos por países desarrollados suelen incluir cláusulas adicionales que pueden perjudicar los intereses de los países en desarrollo. El NBD se diferencia de estos bancos al centrarse más en la cooperación Sur-Sur.

Enfrentando unas relaciones internacionales cada vez más complejas y volátiles, la importancia del NBD ha aumentado en términos de brindar un sólido respaldo a los mercados emergentes y países en desarrollo para su construcción de infraestructura y objetivos de desarrollo sostenible. La inversión y financiamiento en monedas locales, una prioridad para el NBD, ayudarán a alcanzar esos objetivos, dijo.

Yang Fan, analista principal de políticas en CITIC Securities, coincidió en que los bancos multinacionales tradicionales no han ayudado a estabilizar el mercado financiero global, dado que sus acciones y decisiones se basan en gran medida en el dólar estadounidense. El NBD, cuyo establecimiento marcó un hito bajo el mecanismo de cooperación BRICS, debería ampliar los acuerdos en moneda local en el corto plazo para fortalecer aún más la cooperación entre sus miembros e impulsar el desarrollo económico, afirmó.

Dilma Rousseff, presidenta del NBD, mencionó que la estabilidad financiera global, especialmente en las economías emergentes, ha sido afectada profundamente por el dólar estadounidense utilizado como arma, los bruscos aumentos de interés en Estados Unidos y el creciente límite de deuda del país. Ella hizo estas declaraciones en una entrevista con la Televisión Central de China emitida el viernes.

Esto ha complicado la situación en las economías emergentes, que ya enfrentan desafíos como la escasez de crédito, dificultades para acceder al mercado de capitales y monedas no convertibles. Sin embargo, al mismo tiempo, necesitan inversiones en infraestructura de transporte y redes digitales para inyectar más oportunidades de empleo en los mercados locales y mejorar los estándares de vida de las personas.

Por tanto, el NBD tiene como objetivo ampliar los acuerdos en moneda local entre sus miembros para optimizar el entorno de financiamiento y permitir que los Estados miembros participen de manera más profunda y activa en el mercado de capitales, en lugar de competir con el dólar estadounidense, afirmó.

La liquidación en moneda local se ha convertido en una tendencia importante desde una perspectiva global, a medida que el mundo se encamina hacia la multipolaridad, agregó Rousseff.

Para fines del primer trimestre de este año, el financiamiento en moneda local representó aproximadamente el 21,5 por ciento de la cartera del NBD. Según la estrategia del banco para 2022-2026 publicada en mayo, el 30 por ciento de su financiamiento de proyectos se denominará en las monedas nacionales de sus miembros.

De esta manera, las economías en desarrollo no tendrán que lidiar con picos repetidos de deuda debido a las drásticas fluctuaciones en el tipo de cambio del dólar estadounidense, concluyó Rousseff.

Fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica en 2014 con el propósito de movilizar recursos para proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible en mercados emergentes y países en desarrollo, el NBD abrió sus puertas en julio de 2015, con su sede en Shanghai.

Además de los cinco países del BRICS, el banco ha sumado a Bangladesh, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Uruguay a su lista de miembros en los últimos años. Según un informe del diario Financial Times a fines de mayo, el NBD está en conversaciones para admitir a Arabia Saudita como nuevo miembro.