La crisis bancaria de EE. UU. se prolonga, socavando la confianza mundial en el sistema financiero de la nación

Moody's Investors Service rebajó el martes la calificación de varios bancos estadounidenses y señaló a varios otros para posibles rebajas, lo que indica que la crisis bancaria de Estados Unidos está lejos de terminar, incluso después del colapso de cinco bancos en lo que va del año. Los expertos dijeron que las políticas monetarias y fiscales irresponsables de Estados Unidos han sacudido aún más la confianza internacional en el sistema financiero estadounidense.

Moody's recortó las perspectivas para los bancos estadounidenses, incluidos Capital One, PNC Financial Services Group, Fifth Third Bancorp, Huntington Bancshares y Citizens Financial Group, y puso a varios otros en revisión para rebajas.

La agencia de calificación declaró que el sector bancario de Estados Unidos enfrenta "varias fuentes de tensión", como presiones de financiamiento, debilidades de capital regulatorio y crecientes riesgos asociados al sector de los inmuebles comerciales.

Las ganancias del segundo trimestre de los bancos estadounidenses mostraron aumentos materiales en los costos de financiamiento, así como presiones de rentabilidad relacionadas con el ajuste significativo y rápido de la política monetaria de Estados Unidos y una curva de los bonos del Tesoro invertida, informó Bloomberg, citando a Moody's.

Desde marzo de 2022, la Reserva Federal ha elevado agresivamente su tasa de interés clave 11 veces, lo que ha llevado a una crisis de efectivo para los bancos, dijo Li Yong, investigador principal de la Asociación China de Comercio Internacional, al Global Times el martes.

Hace apenas una semana, un pequeño prestamista en el estado de Kansas llamado Heartland Tri-State Bank fue cerrado por los reguladores locales, la quinta quiebra bancaria estadounidense en lo que va del año.

El sector enfrentará una agitación continua ya que el actual ciclo de alza de tasas, aunque se considera ampliamente que está a punto de concluir, ha ejercido una gran presión sobre las operaciones de los bancos estadounidenses. Además, los fundamentos de la economía estadounidense aún no garantizan un fuerte repunte, dijo Li.

Después de la desaparición de Silicon Valley Bank y Signature Bank en marzo, un estudio sobre la fragilidad del sistema bancario estadounidense encontró que 186 bancos más estaban en riesgo de quiebra, incluso si solo la mitad de sus depositantes no asegurados decidían retirar sus fondos, informó USA Today.

Según una encuesta publicada por Gallup en mayo, el 48 por ciento de los adultos estadounidenses dijeron que estaban preocupados por el dinero que tenían en bancos y otras instituciones financieras.

Además, la tasa de vacantes de bienes raíces comerciales en Estados Unidos ha aumentado, y la tasa de incumplimiento de préstamos se ha recuperado. Una vez que el riesgo se extienda, causará otro golpe a los bancos pequeños y medianos, según informes de los medios.

La medida de Moody's siguió al reciente recorte de la calificación crediticia soberana de Estados Unidos por parte de Fitch Ratings. Citando el deterioro fiscal para los próximos tres años y un deterioro constante en la gobernanza en las últimas dos décadas, Fitch rebajó la calificación de incumplimiento de emisor de moneda extranjera a largo plazo de Estados Unidos a AA+ desde AAA.

Una serie de eventos -alzas consecutivas de tasas de interés, quiebras bancarias, la crisis del techo de la deuda y rebajas de calificaciones- han alarmado a los mercados globales, explicaron los expertos.

Debido al estatus especial del dólar estadounidense en la economía global, las políticas financieras y fiscales de los Estados Unidos tienen un impacto significativo en la estabilidad financiera mundial. Las consecuencias en los Estados Unidos se podrían extender a otros países, dijo Gao Lingyun, experto de la Academia China de Ciencias Sociales en Beijing, al Global Times.

Los países o regiones con economías más pobres generalmente tienen menos herramientas para lidiar con cualquier contagio y se enfrentarían a riesgos como la fuga de capitales, señalaron los expertos.

Dado que el efecto de las políticas financieras y fiscales de Estados Unidos no se queda dentro de las fronteras, Estados Unidos debe comunicarse con otras naciones al formular políticas macroeconómicas. "Como gran potencia, Estados Unidos debería asumir la responsabilidad que conllevan sus decisiones políticas", dijo Gao.