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spanish.china.org.cn | 18. 07. 2023 | Editor:Eva Yu [A A A]

China en la primera mitad del año: Sólida resiliencia económica

Palabras clave: China, economía


Por Jorge Fernández


Incontables proyecciones fallidas sobre la economía china se ven eclipsadas por su resiliencia en medio de desafíos internos y globales. Con un sólido crecimiento del 5,5% en el primer semestre y perspectivas al alza, China lidera la recuperación económica mundial, superando obstáculos y mostrando su capacidad de adaptación hacia un desarrollo acelerado en el segundo semestre de 2023.


Incontables voces que presentaron sus proyecciones sobre la economía de China, al descartar aspectos fundamentales de la actividad productiva, erraron en sus evaluaciones sobre el desempeño del gigante asiático. El entorno nacional e internacional, como bien mencionan esos críticos, estuvo sometido a variables que pusieron a prueba toda la estructura nacional. No obstante, ahora, en los prolegómenos del segundo semestre, la resiliencia de la economía nacional ha cargado sobre sus hombros un futuro que con la aplicación de fuerzas propiamente orientadas fortalecerán al país por su senda de desarrollo acelerado.

Los datos publicados el lunes por el Buró Nacional de Estadísticas revelan un crecimiento sólido de 5,5 por ciento interanual en el primer semestre, y esto equivalió a alcanzar los 59,3 billones de yuanes o cerca de 8,3 billones de dólares. Hay que hacer notar que el segundo trimestre resultó con una expansión aún más destacada, concretamente, un 6,3 por ciento interanual. Los desafíos se presentaron en prácticamente todos los eslabones de la estructura económica, los mismos que, con una visión estabilizadora, encauzaron sus trabajos al empleo y los precios, lo que contribuyó significativamente a mejorar el panorama general de las cifras.

Entre los casos que dejan entrever tras el telón de variables un futuro mejor está el aumento de las ventas minoristas de bienes de consumo, el cual, según las cifras publicadas, se colocó en un 8,2 por ciento interanual en el primer semestre, superando por mucho las proyecciones. A esto hay que sumar la producción industrial del valor agregado de China, el cual, al registrar dígitos de 3,8 por ciento internanual, dejó claro el potencial de la economía de China para adaptarse y mantener su fortaleza.

El desconcierto por el inesperado desempeño económico ha estado presente entre no pocos, incluidas organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, el Banco Mundial e incluso la OCDE, que han rectificado y aumentado sus expectativas para el crecimiento del gigante asiático. Si las proyecciones ahora están al alza, esto se debe a que China ha hecho ingentes esfuerzos y ha superado incontables retos para que el mundo ponga toda la confianza en su economía.

Muchos analistas han externado sus preocupaciones al contraponer el crecimiento actual con el del año pasado, pero lo cierto es que, de cara a elementos no considerados, la economía de China avanza por la senda de la recuperación constante y firme. Por ejemplo, la producción de celdas solares, vehículos de nuevas energías y baterías de carga han registrado tasas de crecimiento que aúpan el avance económico hacia el desarrollo de alta calidad.

La demanda interna en un colosal mercado se erige como una estrategia inteligente para impulsar el crecimiento económico del gigante asiático. El trabajo orientado a la estabilidad de precios en un entorno de un ingreso disponible per cápita en aumento, el cual ha crecido en términos nominales 6,5 por ciento, serán sólidos elementos para consolidar los cimientos sobre los que yace el futuro económico de China.

Es normal que existan preocupaciones frente a un crecimiento lento, torpe e inestable de la economía global, incluidas las presiones inflacionarias, pero la resistencia y la estabilidad de la economía de China no pueden ser ignoradas y pasadas por alto deliberadamente al momento de divulgar las proyecciones. En el mundo hay no pocas economías que luchan por salir a flote tras los estragos causados por la pandemia, y de cara a estos esfuerzos, China desempeña un papel crucial y encarna un enorme valor como eslabón en las cadenas de suministro, entre ellas las del petróleo y las de los alimentos.

La economía de China tiene entre sus muchas peculiaridades una gran capacidad de adaptación, y el desempeño que logre en este segundo semestre estará respaldado por esa maleabilidad que le permite giros de adaptación, por su desarrollo de alta calidad y por su inercia vigorosa y enérgica siempre hacia adelante. Día a día en el mundo saltan desafíos que no pueden minimizarse. Hay retos por sortear en áreas como el mercado inmobiliario y la deuda local. No obstante, de cara a estos escollos, hay sobre la mesa políticas inteligentes y estabilidad financiera que sientan un camino llano rumbo a la recuperación sólida, segura y sostenible.

Frente a las voces críticas, es necesario afirmar con voz firme e inquebrantable que China, ese mismo país que ha sorteado numerosos desafíos, posee la resiliencia para enfrentar y superar todos los obstáculos frente a ella. La segunda mitad del año atestiguará un crecimiento contante y una recuperación continua que seguirá sorprendiendo a los analistas, dejándolos con los ojos desorbitados. China descansa sobre una sólida y extendida base que le permitirá liderar, al igual que antaño, la recuperación económica mundial en este 2023.