spanish.china.org.cn | 14. 06. 2023 | Editor:Elena Yang [A A A]

Los jefes de Estado de China y Honduras marcan un hito en la historia de la relación bilateral

Palabras clave: China y Honduras, visita de Estado


Por Jorge Fernández


La presidenta de Honduras hace historia al venir a China a reconocer el principio de Una sola China con una visita de Estado trascendental.


Xiomara Castro, consolidada ya como una figura legendaria en la vida política de Honduras y de América Latina, vuelve a hacer historia con la visita de Estado a China. La decisión de reconocer oficialmente el principio de “Una sola China”, que marca un nuevo curso de la política exterior hondureña, ha tenido como corolario natural una visita al gigante asiático. Ese dinamismo con el que la mandataria llega a esta parte del mundo contribuye a la construcción de un espíritu trascendental y de amplio alcance que beneficia tanto a China como a Honduras.

La visita de la mandataria ha generado un amplio interés en la opinión pública nacional. La prensa ha comentado en detalle el nuevo paradigma de la diplomacia del país, el cual tiene importantes afinidades con la política exterior de China. Con esta visita de Estado, programada del 9 al 14 de junio, no solo se reitera la coincidencia en los principios diplomáticos, sino que se evidencia que ambos países pueden construir una relación bilateral con enormes oportunidades. China y Honduras atestiguan un momento de gran júbilo en su diplomacia de Estado, y la estancia de Xiomara Castro en China es un claro testimonio de ello.

La reunión entre los dos jefes de Estado, celebrada el lunes 12 de marzo, registra un hecho más en el historial de victorias acumuladas por la mandataria. Al hacer alusión al trabajo de Xiomara Castro, incluidas sus promesas de campaña, el presidente de China, Xi Jinping, se encargó de acotar la aportación de esta figura que destaca en la lucha social de Honduras: “Usted ha cumplido resueltamente su promesa electoral de establecer relaciones diplomáticas con China, tomando una decisión histórica que demuestra una firme voluntad política”, y añadió que con ello, “la historia recordará su contribución a las relaciones entre China y Honduras.

Hace apenas tres meses China y Honduras carecían de todo vinculo oficial. Pero ahora, en tan poco tiempo tras el establecimiento de relaciones diplomáticas, los mandatarios de ambos países han compartido fraternalmente una mesa en donde se ha reflexionado sobre las formas para construir un mundo mejor. La presidenta Xiomara Castro ratificó durante su reunión con Xi Jinping los principios que Honduras busca cumplir con su política exterior y el apoyo a las iniciativas impulsadas por China, las cuales, dijo, “Hemos aceptado conscientes de los grandes desafíos para disminuir las asimetrías y construir la paz tan necesaria para replantear el rumbo de la humanidad”.

La coincidencia de principios, la disposición de Honduras para hermanarse con China, la cálida recepción a los delegados y el carisma de Xiomara Castro han construido un espíritu de júbilo y hermandad que se asume, a su vez, como una sustancia inmaterial, invaluable y de alto valor para la relación bilateral. Este espíritu ha generado sinergias que arrojan luz sobre nichos de oportunidad para fortalecer la incipiente cooperación bilateral. La vinculación oficial trasciende la firma de un documento, puesto que permite que ambos pueblos se abracen finalmente como hermanos. Y esto, en consecuencia, ofrece una fuerza en donde ambas partes desempeñan papeles activos para fecundar proyectos conjuntos.

En el marco de esta visita de Estado, se han celebrado reuniones con los delegados hondureños, cada una con un enfoque distinto según el perfil de los asistentes. Entre las más destacadas está un encuentro empresarial de alto nivel, en el cual se ha hecho explícito el interés para establecer vinculaciones más estrechas que fomenten un comercio más fluido. Durante estas reuniones, las partes han identificado oportunidades para explotar vetas en el terreno de la agroeconomía, en donde Honduras tiene una amplia gama de artículos, incluido el codiciado café, mientras que China posee un extenso mercado de alto valor adquisitivo, dispuesto a comprar productos de alta calidad. El encuentro entre empresarios de ambas partes ha inyectado ímpetu y optimismo a la posibilidad de profundizar y ampliar aceleradamente la relación bilateral.

El enfoque de la presidenta Xiomara Castro para la política exterior de Honduras está generando sinergias con China, con alcances de gran trascendencia en diferentes industrias productivas. El ímpetu con el que China se está desarrollando, que se destaca por su principio de ganancia común y beneficio compartido con sus socios, ha beneficiado a numerosos países de América Latina, especialmente a los de la parte central del continente. Este proceso está ensanchando el círculo de amigos con China y ello, en consecuencia, está dando forma a una región de estrecha complementariedad con China. El corazón de América está transformándose en un centro de operaciones de gran vitalidad para los intercambios entre Asia y América. Las inversiones de China en la región, estratégica desde diferentes ángulos, junto a la construcción de infraestructuras y el fomento de intercambios económicos regulares, está ofreciendo nuevas alternativas regionales bajo enfoques de desarrollo más equitativos.

El enfoque diplomático de Xiomara Castro, junto al espíritu pacifista y altruista de la política exterior de Honduras, ofrece un idioma común y una agenda de trabajo con una potencia en ascenso. Honduras es el último de una lista de países que establece relaciones diplomáticas con China. Comparado con otros países de América Latina y Occidente, que comenzaron su proceso de hermanamiento con China a principios de la década de los 70, Honduras tiene un rezago de medio siglo. Esta peculiaridad demanda grandes compromisos y responsabilidades en la búsqueda común de generar beneficios tangibles tanto a Honduras como a China. Tanto Xiomara Castro como Xi Jinping coinciden en que el mundo necesita más paz, equidad y justicia para su desarrollo. Estos valores fundamentales actúan como una fuerza inmaterial que, junto con el reconocimiento de Una sola China, une y hermana a estos dos grandes pueblos.