Hospitales abogan por una sociedad amigable con la maternidad

Personal médico atiende a un recién nacido en la unidad de cuidados especiales en Ruili, provincia suroccidental china de Yunnan, 11 de agosto de 2021. Una mujer con COVID-19 dio a luz a trillizas el miércoles por la mañana en el área de cuarentena de un hospital designado en la ciudad fronteriza de Ruili, en el suroeste de China, informó el jueves la comisión provincial de salud de Yunnan. Es el primer caso de este tipo en China. Xinhua

Algunos hospitales de base en China han registrado descensos en el número de embarazos inscritos este año, reportaron medios locales. Los demógrafos predicen que el país reportará entre 8,5 y 9 millones de recién nacidos este año y piden redoblar esfuerzos para aprovechar las nuevas ventajas y mejorar aún más la calidad de vida de la población.

Médicos del departamento de Obstetricia y Ginecología de un hospital de la provincia de Henan declararon a la revista China Philanthropist que este año han notado un desplome en la cifra de mujeres en cinta en comparación con años anteriores.

Sus colegas en las provincias de Guizhou en el suroeste y Heilongjiang en el noreste también han informado de un descenso de nacimientos en sus centros, informó Noticias Hongxing, un portal de Chengdu.

La población nacional se redujo en 850 000 personas en 2022 respecto a 2021, según anotó en febrero la Oficina Nacional de Estadística. El año pasado hubo 9,56 millones de recién nacidos, 6,77 por cada 1000 habitantes.

"Aunque se espera que en 2023 siga la tendencia a la baja, la cifra se situará entre 8,5 y 9 millones", sostuvo He Yafu, demógrafo independiente.

En los últimos días, el Diario del Pueblo y la Agencia de Noticias Xinhua han publicado artículos en los que animan a la sociedad a reconocer la "nueva realidad" demográfica de China.

Uno de ellos de Xinhua el lunes pedía una visión integral y adecuada de la población. Exhortaba a la gente a considerar tanto su cantidad como calidad y que no limitara los incrementos o disminuciones a ventajas o desventajas.

Cai Fang, exsubdirector de la Academia de Ciencias Sociales de China, manifestó en un reciente seminario que no hay razón para ser pesimistas ante el retroceso de la natalidad.

Ha llegado el momento de que China cree las condiciones para seguir mejorando la calidad de la población a fin de compensar la caída y sustituya los factores de entrada con productividad.

Añadió que la baja demográfica junto con la COVID-19 repercuten en el consumo, por lo que sugirió una distribución justa y eficaz del trabajo, mayores ingresos para los que ganan menos y una ampliación de la igualdad en el acceso a los bienes públicos básicos.

Wang Pingping, alto funcionario del ente de estadísticas, dijo en enero que aunque el número de habitantes decreció en 2022, el dividendo demográfico del país y su gran ventaja de mercado siguen existiendo.

Este cuenta con enormes recursos laborales ya que su población en edad de trabajo asciende a 900 millones de personas.

Agregó que dicho dividendo acaba de empezar a reflejarse a medida que avanza el nivel educativo de los chinos.

En 2022, la duración media de instrucción entre los de 16 y 59 años sumó 10,93 años lo que supone un aumento de 0,11 años con respecto a 2021.