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spanish.china.org.cn | 26. 05. 2023 | Editor:Filo Fu [A A A]

El sentimiento antichino de EE.UU. impide el regreso de los intercambios de alto nivel

Palabras clave: EE.UU., China, Relaciones bilaterales

El Capitolio de EE.UU. en Washington, DC, 4 de noviembre de 2022. Xinhua


A medida que vuelven los intercambios de alto nivel entre China y Estados Unidos, un grupo contrario en la Cámara de Representantes muestra cierta inquietud. Al exagerar algunas historias sobre “lo mala que es China”, intentan imponer su presencia y sabotear la mejora de las relaciones bilaterales.

El Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre la Competencia Estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista de China aprobó el miércoles dos informes relativos a Xinjiang y a la isla de Taiwán como su primer conjunto de recomendaciones políticas con la esperanza de que algunas de ellas devengan ley este año.

Creado en enero, el grupo bipartidista y sus miembros no ha dejado de lanzar provocaciones sobre China y tratan de demostrar su valor ante el Legislativo. Así, ha celebrado varias audiencias a bombo y platillo para atacarla en diversos temas como TikTok, Taiwán, la economía y el comercio, y los derechos humanos.

En abril, el panel participó en un ejercicio militar simulado sobre un posible conflicto en el estrecho de Taiwán. A simple vista, la conclusión fue que "nadie gana cuando la disuasión cede”, como dijo Mike Gallagher, jefe de la comisión. Pero, en realidad, fue un intento encubierto de animar a Estados Unidos a reforzar su intervención militar en la zona.

Ese mismo mes, miembros del comité viajaron a California con el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, para reunirse con la líder regional de Taiwán, Tsai Ing-wen, haciendo caso omiso al firme rechazo chino.

En cierto modo, el panel funciona como una incubadora de políticas para el Congreso. Sus integrantes pretenden formar cierto consenso en su pequeño círculo para luego proponerlo y promoverlo en otros comités más grandes e importantes. Es como repartir balas a otros grupos y a líderes del hemiciclo que se esfuerzan por disparar a China una y otra vez.

Además, sus 24 representantes comparten una similitud: Mantienen una actitud extremadamente negativa y belicista hacia China, y convierten al grupo en una auténtica fuerza de primera línea contra ella en el Congreso. Trabajar en reducido ofrece una mejor planificación y organización de las tareas. Como fuentes de peso de una probable agenda legislativa contra China, estos funcionarios en realidad viven de golpear a China y utilizan sus asuntos para ganar más cobertura entre la opinión pública y ascender en su carrera política.

El contraste entre el sugerente panel de la Cámara de Representantes y el deseo de la Casa Blanca de relajar las tensiones revela que algunos legisladores y funcionarios gubernamentales no están de acuerdo entre sí en el tema. A nivel del Legislativo la idea de competencia geopolítica con fuertes rasgos ideológicos prima.

En ese sentido, no es de extrañar que algunos congresistas se muestren reacios a la estabilización de los lazos bilaterales. Sus posturas sensacionalistas demuestran las siniestras intenciones de destruir dichos vínculos o de empujar a ambos países a una nueva guerra fría.

Sin embargo, incluso en el seno de Washington, es difícil encontrar un entendimiento común sobre cómo tratarla. El anuncio de la dimisión de Rick Waters, máximo responsable de la política hacia China en el Departamento de Estado, y la jubilación de la vice secretaria de Estado, Wendy Sherman, ponen de manifiesto las divergencias en la Casa Blanca sobre el camino a seguir.

En general, es todo un reto para el presidente Joe Biden unificar el sentir y el enfoque de su gobierno respecto a China. E incluso si lo consigue, un Congreso que aboga por una política más radical seguirá siendo un obstáculo.

"La situación actual también refleja lo limitada que es la política hacia China del Gobierno de Biden; es decir, es imposible perseguir el diálogo y el compromiso con China mientras hay supresión y restricción. Si Washington sigue estas dos mentalidades contradictorias, nunca logrará el resultado deseado, declaró Zhang Tengjun, subdirector del departamento de Estudios Asia-Pacífico del Instituto Chino de Estudios Internacionales.

Dado que el extremismo en la política estadounidense ha secuestrado por mucho tiempo su postura hacia China, no se espera que la estrategia de Washington vuelva pronto a la vía racional y normal. Es una lástima que la diplomacia estadounidense, en todo este tiempo, no pueda librarse de la agravada interferencia de los halcones anti-China.