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spanish.china.org.cn | 23. 05. 2023 | Editor:Filo Fu [A A A]

España busca inmigrantes para cubrir cientos de miles de vacantes que nadie quiere en el país con más paro de Europa

Palabras clave: España, Mano de obra, Paro

Albañiles durante las obras de ampliación del tranvía de Sevilla. MARÍA JOSÉ LÓPEZ / EP


En el mercado laboral español hay un misterio. ¿Cómo es posible que, en un país con tres millones de parados, un tercio de las empresas digan que tienen problemas para encontrar mano de obra? Pero es que la intriga no termina ahí. Si las estadísticas dicen que España tiene una de las tasas de vacantes más bajas de toda la UE... ¿Cómo puede ser entonces que los empresarios se quejen de que hay cientos de miles de puestos de trabajo para los que no encuentran gente? Y, en medio de este barullo, hay un Gobierno dividido en dos mitades. Una —la de José Luis Escrivá— que apuesta por incentivar la inmigración para cubrir las vacantes. Otra —la de Yolanda Díaz— que, de la mano de los sindicatos, reclama mejoras en las condiciones laborales a los empresarios y desconfía de que la migración sea la solución.

El debate sobre la falta de mano de obra en determinados sectores y la fórmula para abordarlo volvió a saltar a la palestra el miércoles. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, anunció su intención de facilitar que los inmigrantes que se formen para empleos con escasez de mano de obra puedan regularizar su situación. Una vía —conocida como arraigo para la formación— que se puso en marcha el verano pasado y que ahora se flexibilizará.

Este movimiento sigue la estela de un paquete legislativo presentado en julio del año pasado con el que el Gobierno pretende facilitar la incorporación de extranjeros al mercado laboral. Como parte de este paquete se decidió también potenciar la contratación en origen, una fórmula que permite a empresarios contratar personal directamente en otros países para puestos de difícil cobertura en España. Esta vía se emplea habitualmente para contratar temporeros, como es el caso de la fresa en Huelva o de la fruta en Lleida. En este sentido, la reforma de Escrivá buscaba ampliar la lista de ocupaciones de difícil cobertura para extenderlo a más sectores económicos en problemas, como la hostelería o la construcción.

La política de Migraciones ha despertado suspicacias en el Ministerio de Trabajo y entre los sindicatos. La propia vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, rechaza vincular migración y vacantes y reclama que se ponga el foco en las condiciones laborales. "España tiene 2,7 millones de personas en paro y nos tenemos que volcar de lleno en la formación", señaló Díaz el pasado miércoles cuando le preguntaron sobre esta cuestión. No obstante, Díaz se mostró partidaria de las regularizaciones en general, sin vincularlas a necesidades económicas.

En la misma línea se expresan los sindicatos. Ni UGT ni CC OO rechazan las regularizaciones por esta vía, pero advierten del riesgo de vincularlas a las vacantes. "Habrá que pensar por qué no se cubren esas plazas [vacantes] y si las condiciones laborales son adecuadas. Las empresas dicen que falta gente, pero no dicen dónde, cuando cómo y por qué. Y tenemos tres millones de desempleados a los que podríamos estar formando", señala Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT. La líder sindical recuerda que entre los desempleados también hay españoles y extranjeros a las que "hay que dar una oportunidad de trabajar".

"Las condiciones laborales no son buenas, ese es el elefante en la habitación. ¿Cómo es posible que no tengamos sectores atractivos para esos tres millones de desempleados?", se pregunta José Antonio Moreno, abogado especializado en migraciones y responsable de este departamento en CC OO. Moreno tacha la reforma del arraigo para la formación "precipitada" y pide dar más tiempo para que se consolide el modelo actual que se implantó en verano del año pasado.



Fuente: 20 minutos