Informe revela el lado oscuro de la diplomacia coercitiva de EE.UU. antes de la Cumbre del G7

La hegemonía estadounidense: Ilustración: Liu Rui/GT

Mientras acusa a otros países de utilizar su estatus de gran potencia para garantizar obediencia, Estados Unidos es el verdadero instigador de la diplomacia coercitiva, con una vergonzosa "historia" que ha causado un inmenso sufrimiento al mundo, especialmente a los países en desarrollo, receptores del enorme peso de sus acciones, que ni siquiera sus aliados y socios han podido salir ilesos de ella, reveló un informe publicado el jueves por la agencia de noticias china Xinhua.

Los expertos dijeron que el reporte llega en el momento adecuado antes de la Cumbre del G7 para mostrar el propósito traicionero de Washington de ocultar su diplomacia coercitiva y coerción económica derivando dichas etiquetas a China.

Titulado "La diplomacia coercitiva de EE.UU. y sus perjuicios", el artículo expone las malas acciones de su diplomacia coercitiva en el mundo y permite a la comunidad internacional comprender mejor su naturaleza hegemónica e intimidatoria, así como los graves daños causados por sus acciones al desarrollo de todos los países, la estabilidad regional y la paz mundial.

Hoy en día, dicha diplomacia es un instrumento habitual en la estrategia de su política exterior. Desde sanciones económicas y bloqueos técnicos hasta el aislamiento político y la amenaza de la fuerza, Estados Unidos ha demostrado al mundo lo que es la diplomacia coercitiva a través de sus propias acciones.

Los países en desarrollo son las "zonas más castigadas" de la misma. Durante más de medio siglo, naciones como Cuba, Venezuela, Corea del Norte, Irán, Bielorrusia, Sudán, Rusia y China han sido objeto de ella.

Violando el principio de comercio justo e imponiendo aranceles a China, el bloqueo tecnológico en el sector de los semiconductores, con el poder estatal para suprimir a las empresas chinas de alta tecnología... sólo en China, Estados Unidos no ha escatimado esfuerzos para lograr una cancelación generalizada, incluso coaccionando a sus aliados occidentales para que se unan en la persecución a China.

Los países en desarrollo no son sus únicas víctimas. Estados Unidos no ha tenido piedad a la hora de aplicarla a sus socios. Por ejemplo, en la década de 1980, cuando el PIB de Japón alcanzaba la mitad del de Estados Unidos, Washington obligó a Tokio a firmar el "Acuerdo Plaza" que acabó provocando el estancamiento a largo plazo de la economía japonesa.

En los últimos años, blandió el garrote de los aranceles contra Europa e interfirió en la competencia del mercado. En 2018, impuso aranceles de hasta el 25 % y el 10% a los productos de acero y aluminio en regiones como la UE. En enero de 2021, para mejorar la ventaja competitiva de Boeing, anunció lo propio de hasta el 15 % a las importaciones de Francia y Alemania, incluidas piezas de aviones, por un valor total de 7500 millones de dólares.

El reporte llega justo a puertas de la Cumbre del Grupo de los Siete (G7), en la que un tema importante, bajo el dominio de Estados Unidos, es poner la etiqueta de diplomacia coercitiva a China. El jueves, Li Haidong, profesor del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, declaró que esto podría ayudar a la comunidad internacional a ver a través del traicionero propósito estadounidense de desprestigiar a China para encubrir su propia diplomacia coercitiva y coerción económica.

La cita en Hiroshima se celebrará de viernes a domingo. Según los medios, los líderes participantes debatirán las preocupaciones sobre la coerción económica de China en sus relaciones con el exterior como parte de su declaración conjunta.

Li opinó que para frenar el desarrollo chino en beneficio propio, Estados Unidos ha creado conflictos y perjudicado la prosperidad en la región Asia-Pacífico mediante la coerción económica y diplomática, además ha cortejado a sus aliados. Añadió que lo hecho en los últimos 30 años en el mundo ha dejado patente que es la mayor fuente de peligro y perturbación de la estabilidad y el orden regionales.

Estados Unidos es el inventor y maestro de la diplomacia coercitiva. Como han señalado los académicos estadounidenses, su esencia radica en "o estás con nosotros o estás contra nosotros". Washington debe liderar y sus aliados deben seguirle, y los que se opongan a su supremacía, sufrir".

La diplomacia china, por el contrario, pretende defender la igualdad de todos los países, grandes y pequeños, y nunca dividir el mundo en grupos ni dedicarse a la práctica de la coerción y la intimidación. Calumniar a China por practicar una supuesta diplomacia de tal tipo es, obviamente, lanzar acusaciones falsas, concluye el informe.