Heredero del bordado de Guangzhou

Wang Xinyuan, enseña a un aprendiz en su estudio en el distrito de Liwan de Guangzhou, provincia meridional china de Guangdong, el 6 de diciembre de 2022. (Xinhua/Deng Hua)

El bordado cantonés es uno de los cuatro bordados famosos en China. El bordado de Guangzhou, parte del bordado cantonés, se remonta a la dinastía Tang (618-907) y tiene una historia de más de 1.000 años.

Con más de 30 tipos de puntadas, el bordado de Guangzhou es bien conocido por su composición complicada, imagen vívida, colores y brillos ricos, y estilos variados. En mayo de 2006, fue catalogado como uno de los patrimonios culturales inmateriales a nivel nacional en China.

Wang Xinyuan, un heredero representativo del bordado de Guangzhou, lleva más de 20 años en contacto con este tipo de bordado. No solo ha heredado la tradición, sino que también busca la innovación.

Wang nació en 1982 en el seno de una familia de sastres en el distrito de Wuning, en la provincia oriental china de Jiangxi. Debido a la influencia de sus padres, ya podía zurcir su propia ropa a los diez años. Comenzó a conocer el bordado a manos de su tía cuando tenía trece años, y estudió sistemáticamente el bordado de Guangzhou en un instituto de bordado cantonés en Foshan, provincia de Guangdong, en el sur de China, en 2001. Tres años dedicados al trabajo y estudio lo hicieron enamorarse del arte. "No es sólo que elija el bordado de Guangzhou, sino que el bordado también me ha elegido a mí", dijo Wang.

A lo largo de los años, Wang ha tratado de trazar su propio camino en la herencia del oficio, creando obras de arte con estilos distintivos. En sus bordados, ha adoptado métodos que generalmente se utilizan en fotografía, pinturas al óleo y pinturas tradicionales chinas. Además de temas tradicionales como flores y pájaros, algodón de seda y lichi, Wang también ha creado bordados de Guangzhou en objetos de bronce, pinturas famosas y retratos.

Sus esfuerzos y exploración han sido ampliamente reconocidos y sus obras de arte han ganado medallas de oro una y otra vez en competiciones a nivel nacional. Con el fin de integrar la artesanía en la vida cotidiana de las personas, Wang también ha establecido un equipo para desarrollar productos culturales creativos basados en el bordado de Guangzhou, como lámparas de escritorio, máscaras faciales, bufandas, corbatas, abanicos y almohadas, haciendo que la artesanía sea asequible para la gente común.

En los últimos años, Wang ha llevado su oficio a más de diez escuelas para dar lecciones a los estudiantes allí, cultivando su amor y gusto por el arte tradicional. También ha aceptado aprendices en áreas rurales, ha ayudado a mujeres a comenzar sus propias carreras y ha enseñado habilidades a personas con discapacidades.

Para él, transmitir el bordado de Guangzhou exige combinar conceptos modernos con la tradición: "Es solo la innovación la que da vida al arte tradicional", señaló Wang.