Personal técnico del FMI aprueba cuarta revisión del programa con Argentina y acuerda reducir meta de reservas

El personal técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó hoy lunes la cuarta revisión del programa de Facilidades Extendidas (EFF) que mantiene con Argentina y acordó junto al Gobierno de este país modificar las metas de acumulación de reservas internacionales para 2023.

Tras concretarse la revisión de las metas cuantitativas del último trimestre del año pasado, el FMI indicó, a través de un comunicado, que "la gestión macroeconómica prudente en la segunda mitad de 2022 respaldó la estabilidad y ayudó con cierto margen a asegurar los objetivos del programa hasta fines de 2022".

El país sudamericano podrá acceder a un desembolso de 5.300 millones de dólares luego de la aprobación definitiva por parte del Directorio Ejecutivo del organismo multilateral en las próximas semanas.

Asimismo, el FMI y el Gobierno argentino acordaron una reducción de 2.000 millones de dólares en el objetivo de acumulación de reservas para este 2023, como consecuencia de la fuerte sequía que atraviesa Argentina y una menor expectativa en su ingreso de divisas por concepto de exportaciones.

Respecto a las metas fiscales, las partes acordaron mantener el objetivo de reducción del déficit fiscal del 1,9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a través de "controles continuos de gastos, una mejor focalización de los subsidios energéticos, de la asistencia social y una mejor priorización del gasto de capital".

Sobre la política monetaria y cambiaria, el Ejecutivo argentino y el FMI convinieron que para hacer frente a las presiones inflacionarias se mantendrán positivas las tasas de interés en términos reales.

Argentina y el FMI cerraron en marzo del año pasado un acuerdo definitivo de deuda para resolver compromisos por 44.500 millones de dólares, un monto adquirido por el país sudamericano a partir de mediados del 2018 en un contexto de alta volatilidad cambiaria y crisis financiera.

El EFF establece una meta de déficit fiscal primario del 1,9 por ciento para el año corriente, y una reducción gradual de la asistencia del Banco Central al Tesoro argentino con miras a lograr la convergencia (cero) en 2024.