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spanish.china.org.cn | 10. 03. 2023 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

Informe del New York Times sobre Nord Stream plantea más preguntas que respuestas

Palabras clave: Nord Stream, New York Times, Estados Unidos

Fuga de gas en Nord Stream 2 vista desde el interceptor danés F-16 en Bornholm, Dinamarca, 27 de septiembre de 2022.


Según un informe publicado el martes en The New York Times, "nuevos datos de inteligencia revisados por funcionarios estadounidenses sugieren que un grupo proucraniano realizó los ataques contra los gasoductos Nord Stream el año pasado".

Sin embargo, el medio hace todo lo posible para disociarse de esa conclusión, tal vez por dudas acerca de la procedencia de laa información. El informe parece haber sido publicado con el único propósito de aliviar la presión en aumento sobre el gobierno de Joe Biden, desde que el periodista de investigación Seymour Hersh divulgara un reporte el mes pasado en el que afirmaba que Estados Unidos era el autor del sabotaje a los oleoductos con la ayuda de Noruega. Una acusación que Washington negó inmediatamente, pero sobre la que posteriormente ha mantenido un silencio estratégico al igual que la prensa estadounidense hasta este artículo.

Este llega luego que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas celebrara un debate especial sobre la necesidad de una investigación multilateral de lo ocurrido en la infraestructura energética civil internacional.

No cabe duda de que Kiev sentirá el golpe, no sólo porque afirma que aprobó directamente el sabotaje o que participó en él mientras mantenía a Estados Unidos en la sombra, sino porque enfatiza que ambos no siempre están de acuerdo y que Washington no velaría por Kiev si llega el momento.

A pesar de la dependencia de Ucrania de Estados Unidos en apoyo militar, inteligencia y diplomacia, la parte ucraniana no siempre es transparente con su par estadounidense sobre sus operaciones castrenses, "algunas de las cuales han frustrado a los funcionarios al otro lado del Atlántico", que creen que se han arriesgado en alienar a sus socios europeos sin mejorar la posición de Ucrania en el campo de batalla. Una de ellas fue el atentado con coche bomba cerca de Moscú en agosto en el que murió Daria Dugina, hija de un destacado nacionalista ruso. Aunque Kiev negó cualquier implicación, "las agencias de inteligencia estadounidenses acabaron por creer que el asesinato fue autorizado por lo que funcionarios denominaron 'elementos' del Gobierno ucraniano".

El texto continúa diciendo que "después de la operación Nord Stream, en Washington se especuló en voz baja -y hubo preocupación- de que partes del gobierno ucraniano pudieran haber estado metidos en la incursión”.

Pese a ello, dado el grado de dependencia de Kiev en maquinaria y conocimientos militares, si estos elementos tendrían los medios para sabotear los oleoductos por sí mismos es una pregunta que queda en el aire.

No hay que olvidar que Ucrania no tiene costa con el mar Báltico. Eso significa que, si los "elementos" de Kiev realmente lo hicieron, fue en aguas internacionales muy transitadas cerca de Dinamarca, Noruega, Suecia y Alemania, sin ser descubiertos. Tampoco hay que dejar de lado que unos meses antes de las explosiones se llevo a cabo en esas mismas aguas un simulacro marítimo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que ofreció tanto los medios como la oportunidad de colocar las cargas. Por ello, el reporte no exime a Estados Unidos de toda responsabilidad.

Mientras no se demuestre lo contrario, el artículo del The New York Times no es más que una pobre campaña publicitaria de la Casa Blanca que sólo sirve para seguir echándose la culpa