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spanish.china.org.cn | 06. 02. 2023 | Editor:Teresa Zheng Texto

El episodio del “globo errante” muestra la falta de gestión de crisis de Biden

Palabras clave: globo, Estados Unidos, aeronave

Foto del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.


Un "globo errante" -aeronave civil totalmente inofensiva utilizada para la investigación meteorológica que ingresó accidentalmente en el espacio aéreo de Estados Unidos impulsada por los vientos del oeste- provocó la reacción de una superpotencia que se jacta de su poderío militar en el mundo, como si enfrentará a un enemigo de proporciones titánicas.

Sus legisladores apelaron a viva voz la llamada amenaza a la seguridad nacional como si se acercara el Día del Juicio Final. En medio de los gritos, el globo devino un objetivo “mortal” del avión de combate F-22. El acto de agresión a propiedad civil china generó ipso facto críticas del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Ministerio de Defensa Nacional de China. Sin embargo, en Washington, la farsa política que rodea el hecho continúa y nos ayuda a comprender de manera integral el principal desafío que enfrentan los lazos bilaterales así como la mala naturaleza de la política estadounidense.

Según una declaración del departamento de Defensa, emitida el sábado hora local, "el globo no representaba una amenaza militar o física... Los globos chinos sobrevolaron brevemente su territorio continental al menos tres veces durante el gobierno anterior. Sin embargo, frente a la postura honesta, abierta y tranquila de las autoridades chinas, la reacción de algunos políticos de la Casa Blanca puede calificarse de histérica.

Estados Unidos es la primera superpotencia militar en el mundo. En diciembre de 2022, su presidente Joe Biden aprobó un proyecto de ley de un presupuesto récord de defensa de $ 858.000 millones para el 2023. La cifra no solo lidera la nómina mundial, sino que también supera el gasto militar de 9 países combinados. No obstante, este peso pesado se asusta frente a un globo a la deriva que lo expone como un tigre de papel.

Desde la perspectiva de la tecnología militar moderna, los globos no forman parte de las principales estrategias castrenses. Su uso, especialmente del tipo implicado en el incidente, capaz de llegar a la estratósfera terrestre, sirve para recolectar información meteorológica.

Sin embargo, la revista Politico hizo un análisis "serio" y afirmó que son "baratos, poseen un gran capacidad de carga y tiempo de vuelo para "misiones de vigilancia", es decir, crea deliberadamente ansiedad. Si tales globos fueran tan eficientes como equipos de vigilancia, habrían aparecido en la lista de compras del Pentágono hace mucho tiempo. Cualquier entendido en la materia sabe que el sistema de vigilancia satelital estadounidense, así como el reconocimiento regular de cerca en China, son elementos considerados agresivos y fuera de sí.

Frente a su promoción en Estados Unidos, es obvio que las luchas políticas internas en el país norteamericano comprimen el rango de acción de Washington para tomar decisiones responsables en el manejo de crisis y estrategias hacia la estabilidad.

A la luz del desarrollo histórico de los juegos estratégicos de grandes potencias después de la Segunda Guerra Mundial, el manejo de crisis y la estabilidad estratégica requieren comunicación e intercambios efectivos entre los involucrados en caso de emergencias a partir de hechos y buscando la verdad.

En cuanto a la historia de los vínculos bilaterales, el tema ha estado siempre presente, con varios términos y conceptos, incluido "establecer barandillas". Ahora, cuando el viento del oeste sopla sobre un globo, ha llegado el momento de mostrar nuestra actitud racional, prudente, profesional y responsable. Pero, ¿qué pasó? Los políticos de Washington se jalan los pelos, gritan y aprovechan la oportunidad para mostrar su dureza y determinación, sin la decencia o la gracia que supuestamente deben guardar. Han convertido a los lazos entre ambos países en víctimas de conflictos entre facciones, en medio de golpes y mordidas, la irresponsabilidad extrema salta a la vista.

Otra manifestación de tal comportamiento es la presunta visita planificada del secretario de Estado, Antony Blinken, a China. Se trataba de un seguimiento de la cumbre China-EE.UU. en Bali, Indonesia, en noviembre de 2022. No obstante, la parte estadounidense parece creer erróneamente que es una especie de regalo a China. Solo ellos pueden hacer que funcione si lo desean o cancelar el viaje si no va bien.

Como lo ha indicado la cancillería china, "una de las tareas de los equipos diplomáticos de ambos lados es gestionar adecuadamente las relaciones bilaterales, en particular situaciones inesperadas, con sensatez y prudencia. De hecho, ninguno ha anunciado nunca una visita. Es cuestión que Estados Unidos se pronuncie y cuando lo haga será respetado.

Así, ya sea la narrativa de la visita de Blinken a China o los informes de un aplazamiento, todos son monólogos de Estados Unidos que no van en línea con la gestión diplomática ni con las leyes que Estados Unidos siempre saca a colación o el consenso alcanzado por las dos partes tras consultas. Los unipersonales no sirven de nada para que los vínculos bilaterales vuelvan a buen recaudo lo antes posible.

El episodio del globo errante trae a la mente un viejo proverbio chino: “La vida puede ser realmente simple, pero algunos insisten en complicarla.” Su reacción son problemas para él mismo. El equipo diplomático de Washington puede enmendar su enfoque erróneo, romper con las cadenas de las luchas políticas internas, gestionar los lazos bilaterales de manera responsable, encontrarse con la parte china a mitad de camino y lidiar con emergencias y accidentes de forma calmada y prudente. Esto es crucial tanto para los lazos bilaterales como para el mundo.

El autor es director de la Institución de Investigación para la Gobernanza del Ciberespacio Global en la Universidad de Fudan. opinion@globaltimes.com.cn

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