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spanish.china.org.cn | 15. 12. 2022 | Editor:Teresa Zheng Texto

Las mantas eléctricas chinas calientan al mundo

Palabras clave: mantas eléctricas, extranjero, fabricación

Trabajadores de Electrodomésticos Beijiren Shijiazhuang en Xinle, provincia de Hebei, producen mantas eléctricas que se exportaran en enero a Australia.


Con la llegada del frío invernal, Bai Fuling, de 46 años, envía calidez al extranjero en la forma de mantas eléctricas.

Ella es empleada de una compañía en Xinle, provincia de Hebei, a unos 250 kilómetros al suroeste del centro de Beijing.

Parte de sus labores incluye soldar cuidadosamente el cable de una manta a su acoplador, un proceso clave para que funcione una vez enchufada.

En una jornada regular de 9 horas, puede soldar unas 600 mantas eléctricas que irán a dar a Australia en enero como parte de un pedido de 80 000 unidades.

"Nuestros productos se venden bien en el exterior y eso me llena de orgullo”; dijo Bai, y agregó que a menudo escucha de los vendedores que las mantas reciben buenos comentarios de clientes extranjeros.

"Recuerdo una vez que algunos visitaron nuestra planta y levantaron el pulgar después de ver nuestras plantas", dijo.

Bai fabrica mantas desde hace más de 15 años en Electrodomésticos Beijiren Shijiazhuang, uno de los principales exponentes del rubro en Xinle. De las 1,2 millones de unidades al año, alrededor del 97 % es para el exterior que incluye Europa y América del Sur, según indicó su fundador, Niu Rushe, de 68 años.

Mirando hacia atrás, Niu dijo que nunca pensó que los productos de su pequeña fábrica algún día fueran tan usados en todo el mundo.

A principios de la década de 1980, Niu se dedicaba a la producción y venta de sillas de montar para el ganado, pero descubrió que los agricultores comenzaban a utilizar tractores en lugar de animales para la faena en una visita a la región autónoma de Mongolia Interior en 1984.

En otro viaje a Harbin, provincia de Heilongjiang, uno de los lugares más fríos de China, Niu trajo una manta eléctrica. Le gustó la idea y comenzó a fabricarlas.

"Mi casa es muy fría en invierno, como muchos lugares en el norte de China. Pensé que este podría ser un negocio a largo plazo", dijo.

A medida que su idea tomaba forma, Niu amplió su planta en 1999 y ahora cuenta con más de 170 trabajadores, la mayoría de pueblos cercanos. Bai vive en Pengjiazhuang, a menos de 10 kilómetros de la base en el distrito de Cheng an.

"Creo que es grandioso poder enviar calidez a todo el mundo", dijo.

Niu inició la venta al exterior en 2005 con un primer pedido de 140 000 mantas de Italia.

"Pero solo acepté 20 000, porque en ese momento, la producción de mi fábrica no podía satisfacer la demanda", precisó. Además, el cliente tenía requisitos particularmente altos de calidad, recordó.

"Debo asegurarme de que la calidad satisfaga la necesidad, por lo que no podía aceptar toda la orden", acotó, y añadió que su objetivo era hacer que sus artículos sean líderes en calidad, apariencia y funcionamiento.

Luego, la compañía sumó tecnología como temporizadores electrónicos que se encienden y apagan automáticamente o cambian la temperatura.

"Ahora algunas de nuestras mantas se pueden controlar de forma remota en los teléfonos inteligentes", dijo Niu, y agregó que esta serie son sus productos más populares.

"Estoy seguro de que mis clientes siempre volverán por la calidad, no por la publicidad", sostuvo.

Sin embargo, admitió que la firma también enfrenta desafíos ya que el sector requiere mano de obra intensa.

"Nuestros pedidos están creciendo  por lo que el próximo paso será mejorar nuestros equipos y el proceso de automatización", adelantó.

Como Xinle ha devenido una base clave de fabricación de mantas eléctricas, la industria ha ofrecido empleo a más de 11 000 habitantes de la ciudad, dijo Zhang Haibo, jefe del regulador de mercado local.

Una empleada como Bai puede ganar unos 5000 yuanes (715 dólares) al mes, un ingreso relativamente amplio para un residente rural.

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