Estados Unidos estafa al mundo

Un miembro del personal cuelga una bandera Estados Unidos antes de la llegada del presidente Joe Biden a la reunión del Consejo Europeo en Bruselas, Bélgica, el 24 de marzo de 2022.

¿Estados Unidos sigue siendo nuestro aliado? Es una pregunta que no solo se hacen los funcionarios de la Unión Europea, sino también muchas personas en el continente. Es una interrogante suscitada por el hecho de que Washington hace fortuna con los problemas que enfrentan los países europeos.

Al intentar reducir su dependencia de Rusia en suministro de energía, estos giraron su atención hacia su socio al otro lado del Atlántico en busca de gas, solo para descubrir que el precio que tienen que pagar es casi cuatro veces mayor que en territorio estadounidense.

Es así que los costos de energía industrial para los países de la Unión Europea han subido vertiginosamente y la tasa de inflación se ha disparado. Sus pueblos pagan un alto precio por los efectos del conflicto instigado por Estados Unidos entre Rusia y Ucrania. Las economías europeas están siendo arrastradas a la recesión, a una inflación rampante y a la amenaza de apagones y racionamientos en pleno invierno por la dramática reducción de la provisión de energía.

Encaran una estafa por parte de su aliado cuando ambos brindan ayuda militar y civil a Ucrania.

Lo que enoja aún más a los funcionarios y ciudadanos europeos es que en lugar de retractarse de sus actos egoístas, Washington impulsa una política de empobrecimiento al vecino al adoptar la Ley de Reducción de la Inflación del presidente Joe Biden, un paquete de impuestos, clima y atención médica.

En virtud de esta ley, Washington ha anunciado subsidios industriales por 369 000 millones de dólares para apoyar a sus sectores ecológicos lo que ha generado temores de una guerra comercial transatlántica. Según informes, Bruselas elabora planes de emergencia para una guerra de subsidios a fin de salvar las industrias europeas del colapso.

Muchos de ellos han expresado su frustración por la forma en que la administración Biden simplemente ignora el impacto de sus políticas económicas en sus aliados europeos.

Es necesario hacerles recordar que Washington no se limita a hacer la vista gorda ante las consecuencias de sus acciones en la economía europea y en la vida de los ciudadanos europeos; sino que ignora el impacto en el mundo.

Para la superpotencia mundial, es simplemente un caso de ellos primero y el resto a su suerte.

Al aprovechar su superioridad económica y militar, extorsiona al mundo en su beneficio. Sus sanciones económicas, jurisdicción ampliada y políticas de empobrecimiento del vecino son extorsiones.

Es hora de que los países, incluidos sus aliados europeos, se unan y digan no al juego de suma cero de Washington.