spanish.china.org.cn | 28. 11. 2022 | Editor:Teresa Zheng Texto

Profundización de amistad entre China y Cuba se ajusta a la realidad y muestra solidaridad

Palabras clave: China, Cuba, amistad

Xi Jinping, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y presidente del país, recibe a Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la isla, antes de su reunión en el Gran Salón del Pueblo en Beijing, capital de China, el 25 de noviembre de 2022.


Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de Cuba, llegó a China el jueves para una visita hasta el sábado. Es el primer jefe de Estado de América Latina y el Caribe en hacerlo tras la conclusión del XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh).

La amistad entre China y Cuba tiene raíces históricas. La isla fue el primer país del hemisferio occidental en establecer relaciones diplomáticas con la República Popular China en 1960. Desde entonces, pese a los altibajos, ambas naciones han resistido la prueba del tiempo y las vicisitudes internacionales, han mantenido un trato sincero y la unión en las buenas y en las malas, además han establecido lazos de cooperación.

La amistad también se ajusta a la realidad. En la actualidad, el unilateralismo y la política de poder resurgen, y el poder hegemónico de Estados Unidos de imponer sanciones unilaterales es cada vez más frecuente. En respuesta a todos estos retos, bajo el liderazgo de ambos jefes de Estado, los vínculos bilaterales han permanecido en un alto nivel durante los últimos 10 años, la cooperación en varios campos ha progresado considerablemente y muestra logros constantes.

La presencia del líder cubano en China fue corta pero fuerte en sustancia y llena de resultados. En dichos términos, ambas partes se colocaron en una posición especial y de máxima prioridad diplomática, lo cual refleja una consolidación y desarrollo continuos de ese lazo especial e indica que las relaciones mejorarán aún más en el futuro.

China y Cuba son países socialistas y comparten una amplia gama de puntos de vista sobre gobernanza estatal y global, que es una base importante de sus relaciones especiales y amistosas. A partir de un consenso tan vasto, los dos países, geográficamente distantes, en diferentes etapas de desarrollo y con distintas fortalezas nacionales, pueden apoyarse con firmeza en temas de intereses fundamentales, coordinar asuntos internacionales y regionales, y avanzar en la construcción del socialismo con características propias.

Durante 60 años desde la victoria de la revolución cubana, aunque se han conseguido frutos en muchos sectores, Cuba ha sido objeto de sanciones y bloqueos unilaterales brutales, inhumanos e impopulares impuestos por Estados Unidos, y ha sufrido enormes pérdidas económicas. Tras el estallido de la pandemia, Washington no las relajó; en cambio, incitó manifestaciones locales con la creación de obstáculos para impedir que participara en la cooperación internacional y obtuviera asistencia, lo que resultó en el empeoramiento de desastres humanitarios en la isla. Además, el país caribeño fue azotado por rayos y huracanes uno tras otro a principios de este año con un efecto catastrófico en la economía y la vida de las personas. Tomando esta visita como una oportunidad, la parte china ha tendido una mano amiga y ha ofrecido apoyo y asistencia sustancial, lo que revela la esencia de la frase "un amigo en la necesidad es un amigo de verdad".

China es su mayor socio comercial en bienes, y Cuba es el segundo mayor socio comercial de China en la región del Caribe. Durante la estadía cubana, las dos partes acordaron avanzar en la cooperación de alta calidad de la Franja y la Ruta y mejorar la cooperación de interés mutuo como biotecnología, energías renovables, salud, economía, comercio, finanzas y seguridad cibernética, lo que ayudará a Cuba a recuperar y mejorar su producción independiente y capacidad tecnológica, así como a resolver los problemas fundamentales que la isla debe encarar en materia de medios de vida y desarrollo a largo plazo. Esto demuestra que los dos países son "buenos amigos que confían el uno en el otro".

La parte cubana reafirmó su compromiso con el principio de una sola China y el apoyo a la cooperación de alta calidad de la Franja y la Ruta, así como la Iniciativa de Desarrollo Global y la Iniciativa de Seguridad Global que China ha propuesto. Se opone con firmeza a las provocaciones por parte de otros países sobre la cuestión de Taiwán y a la interferencia en asuntos internos en cuestiones relacionadas con la región de Xinjiang, la Región Administrativa Especial de Hong Kong y los derechos humanos. China apoya a Cuba en la salvaguarda de su soberanía nacional y rechaza la injerencia y el bloqueo extranjeros. En la 77 sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, los representantes chinos instaron a Estados Unidos a poner fin de inmediato y por completo a los embargos económicos, comerciales y financieros impuestos a Cuba. Desde 1992, China ha votado a favor de las 30 resoluciones que piden el fin de dicha sanción.

En la actualidad, el mundo experimenta cambios sin precedentes. Como "buenos camaradas comprometidos con la misma causa", China y Cuba dicen no al hegemonismo y a la política de poder, lo que tiene un impacto amplio y positivo en el mantenimiento de la equidad y la justicia internacionales, así como en la promoción de la paz y el desarrollo mundiales.


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