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spanish.china.org.cn | 12. 11. 2022 | Editor:Eva Yu [A A A]

Conferencia Mundial de Internet: Por la construcción de un ciberespacio de futuro compartido para la humanidad

Palabras clave: Conferencia Mundial de Internet



Por Jorge Fernández


El llamamiento por la construcción de una comunidad de futuro compartido, refrendado por la respuesta internacional a la convocatoria para celebrar una Conferencia Mundial de Internet, está tocando y haciendo vibrar las puertas del ciberespacio.


En el mundo de hoy, en donde universos virtuales se presentan ante nosotros como una nueva realidad, el acelerado avance de las nuevas tecnologías deja al ciudadano promedio con la cara desencajada. El desarrollo científico con impetuosa fuerza ha arrasado el parsimonioso ritmo de un no tan remoto pasado, en donde lo “nuevo” solía tomarse su tiempo antes de buscar cobijo en la vitrina de los instrumentos desfasados. Esa rapidez que vemos pasar con inusual asombro es objeto de estudio en la ciudad china de Wuzhen, en donde actores de todo el mundo, fascinados por lo que supone una interconexión instantánea de computadoras a nivel mundial, presentan propuestas para asir lo mejor de los cambios y transformaciones desatados por la virtualidad. La Conferencia Mundial de Internet 2022 busca definir un marco que permita ordenar y orientar en beneficio de la humanidad ese multiverso al que accedemos a través de una gigantesca red de computadoras y que está definiendo y moldeando el mundo físico de nuestros días.

En la reunión de este año, celebrada del 9 al 11 de noviembre, gurúes tecnológicos de todos los rincones del planeta se decantan por la definición y construcción de un futuro digital compartido en un mundo interconectado. Coinciden en que si bien la virtualidad está definiendo  positivamente incontables aspectos de nuestras vidas, el mundo real tiene voz y también posee la capacidad tangible de dar forma y propósito a un ciberespacio de posibilidades y oportunidades infinitos para todos. El llamamiento por la construcción de una comunidad de destino común, refrendado por la respuesta internacional a la convocatoria para celebrar una Conferencia Mundial de Internet, está tocando y haciendo vibrar las puertas del ciberespacio. Wuzhen es hoy la plataforma internacional en donde el mundo real busca que el ciberespacio sea un sistema protegido, ordenado y seguro que exista en función de las necesidades de vida y mejora de los pueblos del mundo.

Ese es el mensaje que se escuchó en la carta de felicitación enviada por el presidente de China, Xi Jinping, a la Conferencia Mundial de Internet de este año. La tecnología ya es una parte simbiótica de los procesos de desarrollo económicos y sociales. En atención a esa interacción entre virtualidad y realidad, que ya es una constante en el funcionamiento de sistemas a nivel mundial, el estudio científico de las acciones de esas dos fuerzas sugiere oportunidades para aquellos que buscan nuevas fórmulas de bienestar para la humanidad. Por ello, como lo indicó el presidente chino, ante ese universo de oportunidades y desafíos, todos debemos encontrar un espacio común y nichos de oportunidades en donde se trabaje conjuntamente por la construcción de un ciberespacio marcado por la equidad, la apertura, la inclusividad y la seguridad. Eso es lo que representantes  de gobiernos y de empresas vinculadas con las nuevas tecnologías buscan en Wuzhen: encontrar respuestas a problemas cuya solución no se obtiene de manera aislada y que requiere de la participación de todos.

Estas reuniones, que a lo largo de las últimos años han palpado tanto oportunidades como peligros, concilian enfoques diversos sobre cómo encarar mejor los riesgos y cómo disfrutar colectivamente, sin exclusiones, las riquezas del ciberespacio. Hasta ahora, las ediciones celebradas en Wuzhen han logrado verbalizar fenómenos cuya existencia antes era  desconocida. Hoy entendemos que conceptos ampliamente valorados y defendidos en el mundo real —la soberanía y la seguridad nacional, solo por citar un par de casos— se proyectan vívidamente en el mundo virtual, y que otros más, que caen en el terreno de la legalidad y la justicia —los crímenes cibernéticos y el terrorismo—, ocurren indistintamente en diferentes universos. La modernidad plantea retos titánicos a la humanidad, quien debe enfrentarlos con un criterio unificado si la aspiración es la construcción de un mundo virtual limpio y ordenado, del cual todos saquemos provecho.

El mundo seguirá atestiguando revolucionarias transformaciones en un mundo digital cuyo avance se perfila imparable. Aquellos que atestiguamos esta era seguiremos con los ojos desorbitados ante un mundo marcado por la fugacidad entre innovación y obsolescencia. Aunque ahora, a diferencia del pasado, entendemos mejor que nunca que esas oportunidades y peligros que surgen en un abrir y cerrar de ojos deben ser abordados colectivamente. La Conferencia Mundial de Internet es eso: un llamamiento a los voces más influyentes del mundo para encontrar orden en un universo inmaterial que no puede estar sometido al caos, a la anarquía o a la ley del más fuerte, y al mismo tiempo, para hacer de él un vergel del que todos puedan salir beneficiados. Nuestras experiencias en el mundo material deben proyectarse en el multiverso para crear entornos de convivencia cada vez mejores, más ahora que los cambios ya no se dan a la velocidad de la luz sino a la velocidad de la fibra óptica.