China felicita a Lula y aboga por un mayor avance de los lazos entre China y Brasil

Luiz Inácio Lula da Silva (centro) asiste a una celebración en Sao Paulo, Brasil, el 30 de octubre de 2022.

Los resultados publicados por el Tribunal Superior Electoral de Brasil muestran que en la segunda vuelta del 30 de octubre, el candidato del Partido de los Trabajadores y expresidente Luiz Inácio Lula da Silva derrotó al actual mandatario Jair Bolsonaro del Partido Liberal por una "mínima ventaja" para ser elegido el nuevo gobernante brasileño. Su homólogo chino, Xi Jinping, le envió un mensaje de felicitación por el triunfo y expresó su voluntad de trabajar unidos para impulsar la asociación estratégica integral China-Brasil a un nuevo nivel a largo plazo en beneficio de ambos países y pueblos.

Al ser un enorme país de aproximadamente la mitad de América del Sur en términos de área, población y PIB, con una influencia clave en los asuntos internacionales, los comicios generales atrajeron la atención de la comunidad internacional. Además, debido a los antecedentes de Lula como presidente 2003-2010 y su reputación en la arena política mundial, especialmente en la diplomacia Sur-Sur, muchos cifran grandes expectativas en la dirección de la política interna y la diplomacia de Brasil en su gobierno. Después de su victoria, el presidente estadounidense Joe Biden y el francés Emmanuel Macron lo felicitaron de inmediato, una señal que indicaría que Washington espera aprovechar la oportunidad para consolidar las relaciones bilaterales y Europa reparar los suyos, socavados por el problema climático.

Dado que Lula promovió activamente el desarrollo de los vínculos con China durante su mandato y visitó el país varias veces, muchas personas prestan atención al desarrollo de los lazos bilaterales cuando asuma el cargo. Sin embargo, el estatus de Lula como "viejo amigo del pueblo chino" ha sido objeto de algunas interpretaciones en la opinión pública actual en Estados Unidos y y Occidente. Algunos afirman que en el contexto de las tensiones entre Beijing y Washington, la asunción al poder de fuerzas de izquierda en Latinoamérica podría ser vista como un rechazo a la hegemonía estadounidense. Otros aseguran que será "inevitable" que Lula se acerque a China, mientras otros argumentan que "es poco probable que se incline completamente". Hablamos de una copia de exageraciones y narrativas ridículas recientes que abogan por una "infiltración" de China en América Latina para convertirla en su "patio trasero".

Tales alusiones en realidad juzgan a los demás desde una perspectiva propia. Es una falta de respeto a Brasil, una potencia emergente independiente y también es un desconocimiento de la fuerza impulsora detrás de la continua profundización y avance de las relaciones China-Brasil e incluso de los vínculos China-América Latina.

Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas, especialmente desde que Lula asumió el cargo por primera vez en 2003, los lazos bilaterales en particular los económicos y comerciales han evolucionado rápidamente. Hoy, la complementariedad económica y comercial registra un notable crecimiento. La profundización de los nexos sigue la tendencia y tiene un fuerte impulso interno. No cambiará fácilmente en breve o por un solo evento. Aunque hubo vientos adversos en tiempos de Bolsonaro, el comercio entre China y Brasil alcanzó un récord de $ 164 000 millones en 2021 pese a la pandemia. En los últimos años, Washington ha tratado de explotar las diferencias entre China y Brasil y amplificarlas, pero como es bien sabido no ha logrado el efecto deseado.

Los intercambios entre China y Brasil nunca han padecido de límites ideológicos. Sin importar su líder, hacemos votos por la estabilidad y desarrollo de la sociedad brasileña. Mientras tanto, al ser países en desarrollo de mercados emergentes relevantes, China y Brasil comparten una serie de intereses y responsabilidades. Lula indicó en el plan de gobierno: Abogamos por trabajar en la construcción de un nuevo orden global comprometido con el multilateralismo, el respeto a la soberanía de las naciones, la paz, la inclusión social y la sustentabilidad ambiental, que tenga en cuenta las necesidades de los países en desarrollo. El esquema posee muchos puntos en común con la Iniciativa de Desarrollo Global y la de Seguridad Global propuesta por China.

Brasil goza de tres "primeros" en sus lazos con China: primer país en desarrollo en establecer una asociación estratégica, primer país latinoamericano en establecer una asociación estratégica integral y primer país latinoamericano con un volumen de comercio bilateral de más de 100 000 millones de dólares. La amistad a largo plazo y la profundización de la cooperación de beneficio mutuo es de interés fundamental para los dos países y pueblos, conduce al mantenimiento de la paz y la estabilidad regionales y mundiales, y  promueve el desarrollo y la prosperidad comunes. Felicitaciones a Lula por su victoria electoral y esperamos un mayor desarrollo de la amistad entre China y Brasil.