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spanish.china.org.cn | 12. 10. 2022 | Editor:Teresa Zheng Texto

China no trata de "competir" con EE.UU. en el camino al desarrollo

Palabras clave: China, EE.UU., desarrollo

Bloomberg esbozó el lunes cuatro escenarios para la economía china en la próxima década y concluyó que es improbable que esta supere a la de Estados Unidos en el periodo previsto anteriormente. Especular cuándo el PIB chino sobrepase el estadounidense ha sido uno de los temas más interesantes para la opinión pública occidental y del país norteamericano en los últimos años. Sin embargo, la mayor parte del tiempo el asunto tiene solo una cara: preguntas y respuestas, retrocesos y debates de solo un lado.

La afirmación que "China podría superar a Estados Unidos en PIB" provino primero del otro lado del Pacífico lo que desencadenó y estimuló una ansiedad generalizada en la sociedad estadounidense. Ahora el pronóstico "del adelantamiento" con retraso o incluso que "el PIB chino no sobrepasará el de su par estadounidense” también llega del mismo punto. Curiosamente, esto no ha calmado los nervios de las élites en Washington ante el rápido desarrollo chino. Son ellos los que señalan que China "puede" y también que "no puede". Hasta cierto punto, el tema es una encarnación de la lucha interna de algunos de ellos.

Hoy en día, la estrategia de desarrollo de China se centra en trascender por sí misma y no pretende adelantar a Estados Unidos ni a ningún otro país. La tasa de crecimiento del PIB es, en última instancia, un asunto interno. Muchos chinos no entienden por qué Washington se toma tan en serio el PIB chino. El avance en su clasificación que incluye si pasará al de Estados Unidos para liderar es fundamentalmente un resultado natural y a los chinos no les preocupa las ganancias o las pérdidas.

En comparación con las cifras del PIB, al pragmático pueblo chino le interesa más su más elevado nivel de vida, la mejora del medio ambiente y las mayores oportunidades de desarrollo. Trabajan duro día tras día para lograr estos objetivos. Con el apoyo de las políticas estatales, esas aspiraciones comunes, reales y modestas, combinadas con el trabajo y la capacidad del pueblo chino, son el gran motor del crecimiento económico. La filosofía de desarrollo de China está centrada en las personas y enfatiza el avance de calidad lo que significa que el enfoque es la calidad y no la cantidad. Esta última es, por supuesto, primordial, pero no se pude tomar "el crecimiento del PIB como el único criterio para el éxito". A lo largo de los años, el desarrollo económico chino ha devenido más equilibrado, coordinado y sostenible, y eso es una mejora en términos de "calidad" y el resultado de esfuerzos concertados y búsqueda activa del pueblo chino.

En otras palabras, el avance de China no pasa por superar o reemplazar a nadie ni de competir para llegar a la cumbre mundial, es más bien una carrera consigo mismo. Para la China de hoy, el centrarse en resolver el dilema de un desarrollo desequilibrado e insuficiente es más crítico que "compararse" con una gran potencia. El XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) delineó un plan estratégico para convertirlo en un gran país socialista moderno en todos los aspectos, y el siguiente contemplará el esquema de "dos pasos" para llevarlo a cabo, así como "aglutinar esfuerzos en abordar sus insuficiencias, fortalecer sus áreas débiles, consolidar los fundamentos y aprovechar al máximo sus ventajas". A partir de esto, es visible que China posee una actitud perseverante y firme en aras de su desarrollo.

Es indiscutible que el PIB es un indicador económico crucial que permite observar el panorama general y planear los pasos a seguir, pero es más importante traducirlo en ganancia, felicidad y seguridad para la gente. En cuanto a ser segundo o primero en el mundo según datos, ello no reemplaza el sentimiento popular sobre sus medios de vida ni es el objetivo final del desarrollo. Al fin y al cabo, los chinos siempre han buscado vivir lo mejor posible y ganarse el respeto que merecen en la comunidad internacional. No hay intimidación y los demás deberían pagar con la misma moneda. En la era de la globalización, estos países son los mejores socios para una cooperación de beneficio mutuo.

El miedo a ser superado por China en términos de PIB se ha convertido en un punto doloroso para Washington, o su demonio. Para ralentizar su desarrollo, este corre el riesgo de dañarse a sí mismo, como buscar su "separación" de China. Es menester señalar que no hay necesidad de hacerlo porque el compromiso de China es que el gran pastel beneficie a su pueblo y, al mismo tiempo, brinde más oportunidades de desarrollo al mundo, incluido Estados Unidos. Mientras este abandone sus obsesiones y dejé atrás su sensibilidad, será capaz de ver el enorme potencial de una colaboración con China positiva para todos.


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