spanish.china.org.cn | 01. 07. 2022 | Editor:Teresa Zheng | [A A A] |
El futuro de Hong Kong es brillante
El presidente chino, Xi Jinping, llegó a Hong Kong en tren el jueves por la tarde.
Xi, también secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China y presidente de la Comisión Militar Central, asistirá a una reunión para celebrar el 25º aniversario del retorno de Hong Kong a la patria y a la ceremonia inaugural del sexto mandato del Gobierno de la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK) el 1 de julio. Durante su visita, realizará una inspección en la ciudad, una inspiración para los residentes locales.
Todos han expresado sus mejores deseos como "el futuro de Hong Kong será más brillante" o "prosperidad para China". Una señal natural de la confianza en el devenir.
Los últimos 25 años visibilizan el compartir de lazos de sangre indivisibles y estrechamente vinculados entre Hong Kong y la patria. Por un lado, esta última proporciona un suministro estable y suficiente, así como un sólido respaldo frente a crisis financieras, de salud pública y otros tiempos de dificultad. Con el inmenso apoyo de la parte continental, Hong Kong ha mostrado resistencia y una capacidad de soportar la presión mucho más allá de su tamaño. Por otro lado, como puerto libre de conexión entre la parte continental y el resto del mundo, la región ha cumplido un rol indispensable e irremplazable en la historia de la reforma y apertura de China. El despegue económico de la patria y el proceso de convertirse en la segunda economía más grande del mundo han ido de la mano con la continua mejora de la competitividad de las empresas hongkonesas y el nivel de vida de su pueblo.
La historia también ha sido testigo del trabajo pionero de "Un país, dos sistemas”, nacido y criado en Hong Kong. Es una exploración nunca antes vista. En los últimos 25 años, con el apoyo del Gobierno central, el principio se ha implementado de manera integral y precisa; el sistema democrático, de acuerdo con su realidad, ha avanzado de manera continua. "Un país, dos sistemas" ha encarado y resuelto problemas y desafíos a lo largo del camino, y durante el proceso, ha demostrado una fuerte resistencia institucional.
Las estadísticas muestran que la esperanza de vida promedio en Hong Kong y su vitalidad social destacan en el mundo. Su estructura económica es más diversificada y lógica, su sector de servicios de media a alta gama ha conseguido un desarrollo significativo y la innovación tecnológica ha devenido un campo emergente. Vale la pena mencionar que bajo la protección y orientación del Gobierno central, los problemas sociales y de medios de vida en Hong Kong, así como las profundas contradicciones acumuladas a lo largo del tiempo como es el caso de la vivienda y el espacio limitado de avance para los jóvenes, han encontrado soluciones efectivas. Proyectos como el Área de la Gran Bahía y los programas de la iniciativa de la Franja y la Ruta ofrecen la oportunidad a Hong Kong de subirse al tren expreso de desarrollo nacional. La continua expansión de China en sus interacciones con el mundo determina las perspectivas ilimitadas de la región como un "súper enlace".
En su discurso a su llegada a la estación de tren de alta velocidad de West Kowloon en Hong Kong el jueves, Xi dijo que el Hong Kong actual "ha renacido de las cenizas". Sus palabras resonaron entre la marea de gente que ama a China, el país; y a Hong Kong, la ciudad.
Las protestas contra la ley de extradición hace tres años parecían lejanas. En esa época, los separatistas no tenían control, instigados y apoyados por fuerzas extranjeras, y el "terror" reinaba por doquier, lo que llevó a la ciudad a su peor crisis desde su regreso a la patria. ¿Qué salió mal? ¿Qué podría hacer? En medio de la álgida coyuntura, el Comité Central del PCCh con el camarada Xi Jinping a la cabeza realizó un análisis correcto de la situación y dictó de manera oportuna la Ley de Seguridad Nacional, mejoró el sistema electoral y abrió una nueva etapa de buen gobierno en la región. El nuevo comienzo es un Hong Kong que ha pasado del caos a la buena gobernanza y de esta a la prosperidad.
Es importante anotar que la cumbre del G7 recién concluida requería hipócritamente "respeto por los derechos y la libertad de Hong Kong" una vez más. Una burda repetición del comunicado de la cita del año pasado. Los políticos estadounidenses y occidentales todavía siguen atrapados en su sueño colonial y engaño que considera a Hong Kong como "un punto de expansión anti -China". Sin embargo, es claro que su interferencia desestabilizadora ha encontrado el freno de la Ley de Seguridad Nacional para Hong Kong. La conciencia de orden del pueblo hongkonés ha mejorado sin precedentes. Esto determina que sus acciones en ese sentido están condenadas al fracaso. La prosperidad y estabilidad de la región también compensarán esos intentos.
Hong Kong sabe del río que fluye con mareas y corrientes subterráneas de vez en cuando, pero resiste, al igual que la patria. Hace 25 años, cuando la bandera de la Unión, símbolo del dominio colonial británico, dio paso a la roja de cinco estrellas, la bandera nacional de China, y a la de Hong Kong en el Centro de Convención y Exposición de Hong Kong, y muchos chinos, incluidos los compatriotas de la región, rompieron en llanto. Lo que ha sucedido en un cuarto de siglo refleja que el futuro y el destino de Hong Kong están en manos de los patriotas que derraman lágrimas de orgullo por ser chinos. ¿A quién le importa realmente Hong Kong? ¿Quién es el verdadero partidario de su prosperidad y estabilidad? La sociedad hongkonesa conoce la respuesta sortear la tormenta.
Las nubes blancas pasan sobre la montaña y las perlas adquieren nuevos colores. La revitalización de la nación china es irreversible y el mañana de Hong Kong es promisorio. Es un deseo sincero y una confianza férrea.