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spanish.china.org.cn | 15. 06. 2022 | Editor:Teresa Zheng Texto

Heaven Supermarket Bar: Epicentro del último brote vírico en Beijing

Palabras clave: Heaven Supermarket, bar, Beijing

Heaven Supermarket Bar en Beijing


Hace aproximadamente una semana, los amantes de la vida nocturna en Beijing no podrían haber imaginado que su bar preferido pronto estaría en la boca de todos; no por sus precios asequibles, amplia variedad de bebidas y cabinas de fácil acceso, sino por un brote de COVID-19.

Desde el 9 de junio, el Heaven Supermarket Bar comenzó a aparecer en los estudios epidemiológicos de personas infectadas publicados por el Gobierno local. En ese momento, la ciudad apenas salía de una crisis sanitaria de más de un mes y no había reportado casos nuevos a nivel comunitario por varios días. Es cuando el negocio salió a relucir.

Las autoridades de salud de Beijing indicaron que el nuevo brote, con el bar como punto de transmisión clave, fue una continuación del anterior que comenzó en abril a raíz de una propagación rápida no detectada. Lo que gran parte de la población no anticipó fue la rapidez con que las llamas se extendieron a 14 de los 16 distritos de la urbe. En 5 días, se registraron un total de 228 infecciones en más de 100 comunidades, de las cuales 180 habían estado en el bar, 4 trabajaban en él y 44 eran contactos cercanos de los primeros. Existen más de 10 000 personas vinculadas.

Sorprendidos por el impacto del negocio, los locales descubrieron en los informes diarios que personas de diferentes ámbitos cruzaban la ciudad desde los suburbios para ir al bar en medio de la noche. Muchos se preguntan: ¿Qué tiene de especial este lugar llamado "refugio de perdedores" y "punto de continuación de la fiesta en Beijing"?

Ubicado en Sanlitun, el sector más concurrido del distrito de Chaoyang, el Heaven Supermarket se sitúa en una de las calles de bares más famosas de la ciudad. El club abierto las 24 horas resultó atractivo para el grupo demográfico más joven, hambriento de interacción social durante las restricciones.

Según On the Road Shop, un popular blog, el lugar es muy conocido entre la juventud y por un tiempo agrupó "a los más pobres y bebedores de la ciudad”. “El Heaven vende todo tipo de alcohol y tabaco, cocteles, cigarrillos, habanos, narguile y chocolate de todo el mundo”.

Su inicio se remonta al 2008. De hecho, comenzó como una tienda enfocada a las bebidas alcohólicas y más tarde devino en un bar con un formato de supermercado.

De acuerdo con la publicación, su dueño es un soñador chino. Empezó con un quiosco en Sanlitun donde por casualidad conoció a algunos extranjeros que le ofrecieron tabaco. Luego abrió su negocio gracias a las conexiones de un amigo y ganó una reputación. "Al igual que innumerables trabajadores migrantes en esta ciudad, nunca pensó tener su propio local en Sanlitun en ese entonces y contar con una clientela foránea”.

Su público más asiduo son los jóvenes. Cuando cae la noche, muchos de familias humildes convergen en él para una cerveza de bajo costo.

Una joven citadina de unos 20 años, Chen, declaró que a menudo lo frecuentaba con sus amigos durante sus años universitarios. El Heaven es diferente de otros bares en Beijing y podemos relacionarnos con él".

Chen enfatizó la mezcla de bar y supermercado. "Los estantes están llenos de vinos importados al alcance de la mano. Este formato de autoservicio es más atractivo que el de la carta”, dijo, y añadió que "para los consumidores, tiene un estilo que es particularmente realista".

Chen anotó que el bar ofrece una amplia variedad de vinos y cervezas y, generalmente, tiene nuevos productos, lo que lo hace atractivo.

Otro regular del lugar, Zhao Fan (seudónimo), sostuvo que a él y sus amigos les gusta por su excelente ubicación y ausencia de consumo mínimo.

"Por lo general, los fines de semana, los bares en Sanlitun fijan un gasto mínimo de 3000 ($ 444) a 5000 ($ 740) yuanes por mesa", dijo. "Este requisito no existe en Heaven. Además, no requiere reservas para asegurar una cabina".

Los clientes regulares del bar son universitarios de clase trabajadora o más jóvenes, dijo Chen. "Los que van no parecen ser del tipo de clase alta. Por lo general, son grupos de amigos que se reúnen”.

En los últimos años, sin embargo, la popularidad del alguna vez prestigioso bar en Beijing fue cayendo.

"En el pasado, era un bar con un mejor ambiente, no tan ruidoso y adecuado para una pequeña reunión de amigos cercanos", dijo Chen, y acotó que "en los últimos años, ha devenido más en un club nocturno, con música fuerte toda la noche. Ya no se puede seguir una conversación”.

Chen recordó que una vez con sus amigos fueron testigos de un altercado físico después de las 11 pm que dejó a una persona sangrando. Finalmente, sus amigos capturaron al asaltante y llamaron a la policía mientras el bar no hacía nada por lidiar con la disputa.

“Incidentes como estos se han repetido varias veces en el Heaven”, contó. "Si deja que este tipo de cosas suceda con frecuencia, degenerará en un refugio real de perdedores", advirtió.

Dada la atmósfera y los hábitos de sus clientes, Chen admitió que no le sorprende que haya habido lagunas en el control de la COVID-19.

Según el medio local, Economic View, antes del brote, sus clientes "apenas usaban máscaras".

Una residente de la capital, identificada como contacto cercano, recordó que cuando lo visitó la noche del 6 de junio, se les pidió a los clientes que escanearan el código de salud, pero el personal no revisó con atención.

Además, casi nadie llevaba máscara excepto los empleados.

El Beijing Evening News dijo en un comentario el lunes que el brote se debió a lagunas y métodos de prevención complacientes.

"En momentos en que la normalidad regresaba a la ciudad, el bar agrega obstáculos y merma el esfuerzo de innumerables personas", continuó.

Incluso antes de la nueva ola, hubo algunos internautas que alertaron sobre la situación en el bar. Su caótico manejo de prevención y control podrían convertirlo en un nuevo epicentro vírico.

Sin embargo, Chen cree que cuando las aguas se calmen, los asiduos y nuevos clientes lo seguirán visitando.

"No hay muchos bares con este modelo de negocio y es rentable para los jóvenes promedio", dijo.

Añadió que ha formado un nicho fuerte entre los jóvenes de la capital a lo largo de los años. "Creo que una violación epidémica podría no acabar por completo con su imagen y la impresión de él entre los jóvenes, considerando su gran influencia", comentó.


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