Optimismo de Musk sobre el mercado chino opaca maldición occidental

Megafábrica de Tesla en Shanghai.

Una muestra internacional de automóviles está programada del 2 al 5 de junio en Haikou, provincia de Hainan, en el sur de China, ya que varias regiones han reforzado el fomento de venta de coches en medio del objetivo nacional de impulsar la recuperación económica tras el impacto de la ómicron. El salón con más de 100 marcas en exhibición, especialmente de los modelos de nuevas energías, indica un sólido despertar en el sector del país.

Es cierto que el rubro es uno de los más afectados en China por las interrupciones en la cadena de suministro y la logística debido al brote de la variante en varias ciudades, incluida la potencia económica de Shanghai y el centro de producción de Changchun. En los últimos meses, algunos fabricantes han encarado desafíos para mantener estable su producción.

Como era de esperar, la noticia de la suspensión, los ajustes en los precios y la fluctuación de las acciones de las empresas de la industria han sido utilizadas por algunos medios occidentales mal intencionados para resaltar el impacto negativo en el rubro y en la economía china. Citando datos de ventas de asociaciones industriales, Bloomberg afirmó el lunes que "los pronósticos de crecimiento de vehículos de nuevas energías en China comienzan a parecer inestables".

Sin embargo, estas exageraciones aparentemente amplían las dificultades temporales del sector y la economía general. Al distorsionar los hechos, todo sirve para acusaciones imprudentes a la política dinámica de covid cero y a la economía nacional, condenadas al fracaso.

De hecho, los baches en el camino para firmas nacionales y extranjeras en China durante esta ola vírica son mucho menos graves que las advertencias alarmistas de la prensa occidental. Algunos fabricantes solo han interrumpido brevemente sus operaciones. Sus acciones de respuesta rápida han minimizado el impacto y el trabajo no se ha visto afectado.

Después de la reanudación laboral el 19 de abril, la Megafábrica de Tesla en Shanghai entregó el primer lote de vehículos eléctricos el 11 de mayo. De enero a abril, tuvo una producción de 183 686 unidades, un aumento de más de 1,7 veces en comparación con el mismo período del último año.

Además, China ha tomado medidas de respaldo para promover una rápida recuperación del sector, especialmente el de vehículos eléctricos. El Ministerio de Finanzas dijo el lunes que el siguiente paso es implementar un subsidio fiscal que incentive el desarrollo de alta calidad.

Mientras que Forbes anotó el lunes que "la política de COVID-19 de China deteriora la confianza de los inversores extranjeros", el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, reiteró el mismo día su confianza en el mercado chino. "Pocos parecen darse cuenta de que China lidera el mundo en la generación de energía renovable y vehículos eléctricos. Lo que sea que piense el país, esto es un hecho", publicó el magnate en Sina Weibo el lunes.

La lógica económica detrás de su discurso refleja la resistencia de China. Aunque su economía general y el sector automotor han encarado retos temporales en abril, a medida que entra en vigencia la política de fomento en la venta de autos, el rubro levantará cabeza rápidamente. Además, las ventajas en el nuevo sector energético representan una base sólida y el gran potencial de la segunda economía más grande del mundo.

La industria automotriz de China, especialmente en lo que se refiere a nuevas energías, es una ventana para observar el despegue de la economía china pronto. Musk, como hombre de negocios, la comprende mejor que los políticos estadounidenses y sus observaciones es la mejor respuesta a las calumnias occidentales sobre ella.