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spanish.china.org.cn | 25. 05. 2022 | Editor:Teresa Zheng Texto

El concepto de derechos humanos en China prioriza resultados y no teoría

Palabras clave: China, derechos humano, Occidente

Mira al Tío Sam está ocupado arreglando su propio lío con los derechos humanos. ¿Estados Unidos todavía piensa que es su defensor? Ilustración: GT


Cuando China padecía el subdesarrollo, optó por guardar silencio y actuar con moderación ante la crítica estadounidense.

Hoy, salen a la luz cada vez más problemas de derechos humanos en Occidente, mientras que el pueblo chino confía más en compartir el aporte del país en el tema en aras del desarrollo mundial.

El progreso de China en materia de derechos humanos tiene al menos tres aspectos de importancia para el mundo, que la mayoría de medios y políticos occidentales pasan por alto.

Primero, su avance ha promovido el desarrollo de la civilización humana en el siglo XXI.

Desde principios de este siglo, han estallado más de 10 guerras, lo que ha provocado más de 20 millones de refugiados. Los desastres naturales por el cambio climático también han dejado alrededor de 5 millones de muertes al año. Según un informe de la ONU, casi 690 millones de personas pasan hambre. La pandemia de COVID-19, aún en apogeo, ha afectado a más de 526 millones de personas con un exceso de 14,9 millones de fallecidos asociados a la misma.

El progreso en derechos humanos de China ha superado tiempos difíciles. En 2021, China erradicó la pobreza extrema. En las últimas cuatro décadas, no estuvo en guerra, no hubo hambrunas ni experimentó crisis financieras mientras luchaba arduamente contra el virus; duplicó su área forestal y continúa con firmeza por la senda del bajo carbono. Las catástrofes que han afectado el avance de la civilización humana en el siglo XXI, incluidos conflictos, crisis financieras, cambios climáticos, hambrunas, etc., afectaron menos a China.

Se puede decir que su mejora pragmática en materia de derechos humanos, aunado a la salvaguarda de estas catástrofes que podrían afectarlos, lo ha convertido en el punto más destacado en el desarrollo de la civilización humana del siglo XXI

En segundo lugar, este paso adelante es también un salto en la práctica de los derechos humanos en todo el mundo. La Declaración Universal de Derechos Humanos aprobada por la Asamblea General de la ONU en 1948 y la serie de tratados que le siguieron formaron la base legal y teórica para su fomento.

Sin embargo, a menudo existe una brecha entre la teoría y la práctica. Incluso en Estados Unidos, el país más fuerte del mundo, la discriminación racial y la violencia armada están profundamente arraigadas, mientras que la atención médica universal está lejos de lograrse incluso después de medio siglo de esfuerzos. Todo esto ha devenido en un "cáncer" para los derechos humanos en el país norteamericano que empuja a la teoría hacia un dilema. No obstante, el progreso de China en el campo ha brindado la posibilidad de un avance práctico en sus objetivos que ni siquiera los propios países occidentales desarrollados han podido obtener.

En tercer lugar, el logro de China en la materia es una nueva referencia de ayuda para que países en desarrollo pueden también avanzar. En 2021, todavía hay cerca de 700 millones de personas en pobreza extrema, la mayoría en naciones de Asia, África y América Latina. Las tasas de países como Sudán del Sur, Burundi y Madagascar se mantienen por encima del 70 %. En los últimos decenios, incluso economías tradicionalmente desarrolladas como Estados Unidos, Japón, Italia y Suecia han registrado porcentajes que oscilan entre el 0,3 % y el 1,5 %.

La sociedad occidental ha prestado atención al desarrollo de los derechos humanos con elecciones políticas democráticas como concepto central, enfatizando la lógica de libre competencia y haciendo de la supremacía del capital su política preferida. Esto no solo no brinda una receta fundamental para el complejo camino de los derechos humanos en el mundo, sino que ha llevado a muchos países en desarrollo de Asia, África y América Latina por una senda equivocada de desarrollo nacional.

China no ha copiado el enfoque occidental en lo que respecta a los derechos humanos, pero considera el derecho del pueblo a la subsistencia y al desarrollo como su principal prioridad. Se puede decir con confianza que el progreso de los derechos humanos en China ha ampliado el camino de desarrollo inherente de los derechos humanos en el mundo desde el siglo XX. El país se ha convertido en la máxima potencia en reforzar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con nuevas opciones para que países en desarrollo retomen el camino de la mejora de los derechos humanos.

Desde las tres perspectivas mencionadas anteriormente, Occidente ignora la relevancia global del rápido desarrollo chino en este aspecto y constantemente apunta hacia detalles y casos individuales de derechos humanos en China, tanto que los magnifica para manchar su imagen nacional. Esta es una violación de los hechos básicos y refleja la estrechez de Occidente en teoría y visión, así como su arrogancia y maldad  en sus intercambios. Desde esta óptica, Occidente le debe a China una disculpa en el tema y carece de la capacidad de un elogio sincero.

Por supuesto, exponer la importancia global de los derechos humanos en China para el progreso de la civilización humana, su teoría y práctica en el mundo y los países en desarrollo no significa que China no tenga fallas o deficiencias al respecto. Como el mayor país en desarrollo, China se encuentra y estará en la etapa primaria del socialismo por mucho tiempo, por lo que hay un amplio espacio para su avance en términos de ingresos, protección ambiental, equidad social, estado de derecho, servicios culturales y derechos políticos.

En última instancia, se cree que la carrera de derechos humanos en China sigue su curso y que esta seguirá contribuyendo en grande a su mejora.


El autor es profesor y decano del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad del Pueblo de China.


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