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spanish.china.org.cn | 12. 05. 2022 | Editor:Teresa Zheng Texto

China es capaz de enfrentar tácticas comerciales de doble cara de EE. UU.

Palabras clave: China, EE. UU., aranceles

China – EE.UU.


El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el martes que está considerando eliminar algunos de los aranceles a las importaciones chinas en un intento por ayudar a controlar la alta inflación de su país.

La declaración llegó después de comentarios similares de altos funcionarios estadounidenses como la representante de Comercio, Katherine Tai, y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, sobre posibles cambios en los impuestos establecidos por Trump, un avance bienvenido en el comercio entre ambos países.

La razón subyacente de tal anulación es la propia inflación récord de Estados Unidos que alcanzó un 8,3 % interanual en abril. Aun así, este sería sin duda un paso en la dirección correcta en beneficio de China, Estados Unidos y el mundo.

La insistencia de China en la cooperación económica y comercial en lugar de la confrontación sigue inalterable y se espera que Washington no quede en palabras vacías en el tema arancelario, sino que realmente las ejecute lo antes posible.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que incluso si el deseo es reducir los aranceles, eso no significa un alto en la represión a las empresas tecnológicas chinas. Por ejemplo, el departamento de Comercio podría ampliar una prohibición existente a los proveedores estadounidenses de equipos avanzados de fabricación de chips a sus pares chinas, según un reporte de The Information el lunes. Si bien no está claro si la noticia es cierta o no, todavía hay hechos que respaldan que la supresión de la tecnología estadounidense en desmedro de China sigue presente.

Es evidente que Washington despliega tácticas doble cara con China. Pero esta no es ajena a las mismas. La China de hoy tiene más capacidad y fuerza para encarar la presión y los desafíos. El hecho de haber abordado con éxito la presión externa y mantener en control su impacto en la economía china durante los últimos años es prueba de ello. Con fundamentos económicos resistentes, China tiene la iniciativa para enfrentar los desafíos en medio del complicado entorno económico nacional e internacional.

Si bien Estados Unidos no puede renunciar a sus medidas enérgicas contra el desarrollo tecnológico chino para debilitar su competitividad, es incapaz de aplastar su determinación de buscar investigación y desarrollo independientes. De hecho, el hostigamiento solo empujará a las entidades chinas a realizar ajustes y a acelerar la ruptura con Washington.

Cabe señalar que el comercio bilateral no viene determinado por las reglas definidas unilateralmente por Washington, ni se moverá en la dirección del deseo egoísta del mismo. Este quiere que los bienes asequibles de China ayuden a aliviar su presión inflacionaria y al mismo tiempo restringir las cadenas de suministro chinas para que no obtengan piezas y componentes de alta tecnología. Tal intención doble no está en conformidad con las reglas del comercio internacional y fracasará en su propósito.

En todo caso, los productos chinos están bajo una gran presión por los ajustes de los precios globales de las materias primas y el aumento considerable de los costos de envío. Estados Unidos debe asumir su parte de la carga.

Estados Unidos ha actuado de acuerdo con sus intereses cuando se trata de manejar las relaciones económicas y comerciales con China. Sin embargo, esta ha dejado en claro que no cederá a la intimidación ni a concesiones forzadas. El comercio entre China y Estados Unidos debería ser de mutuo beneficio. El segundo debe pensar en los intereses que une a ambos en lugar de buscar ciegamente convertirse en el único ganador.


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