Xi Jinping: La gobernación de China III en un mundo cambiante

Hace exactamente un año, el presidente chino, Xi Jinping, pronunció un discurso en el que reflexionó sobre el ejercicio del poder en el país más poblado y con la cultura continua más antigua del mundo. “Fortalecer la disciplina y el escrutinio sobre el ejercicio del poder”, difundido en Beijing el 13 de enero de 2020, es uno de los 92 artículos incluidos en su obra La gobernación y administración de China III, cuyos volúmenes anteriores ya habían salido a la luz en los últimos años. Este tercer libro reúne los discursos y textos de Xi publicados entre el 18 de octubre de 2017 y el 13 de enero de 2020, antes del estallido de la pandemia del coronavirus. Sin embargo, las ideas del libro son claramente válidas hoy.

Rejuvenecimiento chino en un mundo cambiante

Al leer el libro, un par de clarividentes apreciaciones de Xi llaman nuestra atención inmediata. Por un lado, a nivel nacional, el objetivo de Xi de lograr el rejuvenecimiento de la nación china se manifiesta de variadas maneras, siendo la más sorprendente la liberación de energías que conducen al mayor crecimiento económico en la historia de la humanidad. Durante 2020 tal fuerza no fue sometida por la pandemia, sino que, por el contrario, se ha mantenido tan vital como antes. Así, a pesar de las perspectivas económicas mundiales aún inciertas, se espera que el crecimiento económico de China supere el 7% en 2021. Al mismo tiempo, en el libro reconocemos que Xi Jinping había concluido, mucho antes de 2020, que el mundo enfrentaba cambios no vistos en un siglo.

El rejuvenecimiento de China, que contrasta con las dramáticas divisiones en la principal democracia occidental y la volátil situación en la esfera internacional, son acontecimientos increíbles que se desarrollan ahora mismo ante nuestros ojos. De hecho, cualquiera que observe desapasionadamente la crisis en el Capitolio de los Estados Unidos, con la acción vandálica de una masa alentada por el presidente estadounidense en ejercicio, en el contexto de decenas de millones de ciudadanos que no confían en los mecanismos de su democracia, sabe que estamos presenciando un cambio mayor con un notable eco en la política internacional. La democracia norteamericana, vista como modélica en Occidente a lo largo de dos siglos, está crujiendo de manera dramática por causas internas. Es un cambio importante con un notable potencial para influir en la política internacional.

Experiencias valiosísimas

En Occidente estamos acostumbrados a que los líderes declaren metas que deben alcanzarse durante su mandato (a veces se traducen en medidas parciales o muy parciales), mientras que los estadistas que piensan profundamente o adoptan un enfoque a largo plazo apenas son reconocidos y parecen pertenecer al pasado. En tal contexto, es completamente novedoso leer un corpus de 650 páginas que contiene las ideas del líder que gobierna a un país que representa a un quinto de la población mundial y contribuye al multilateralismo y a la interdependencia global como ningún otro. En estilo y contenido, el análisis de Xi se basa en el marxismo con características chinas, con un lenguaje claro que a veces incorpora referencias a la sabiduría filosófica del país, que se remonta a 5.000 años de antigüedad, lo que hace que la narrativa tenga características únicas. Además, en tiempos que exigen más cooperación internacional, vale la pena señalar que Xi Jinping: La gobernación y administración de China III ayuda a los lectores de diferentes continentes a comprender las motivaciones del presidente chino y los logros del país directamente, sin intermediarios.

¿Cómo evalúa el líder de un país responsable de un tercio del crecimiento económico mundial el curso de la economía local y global? ¿Cómo evalúa los mecanismos de política pública del Gobierno que ha logrado sacar de la pobreza a casi 800 millones de personas en los últimos cuarenta años? ¿Qué medidas ha tomado China para alcanzar el estatus de sociedad moderadamente próspera? ¿Cuáles son los méritos institucionales del país que explican su exitosa lucha contra el nuevo coronavirus mientras la mayor parte del mundo se abruma por el virus? ¿Cuáles son los principios y objetivos de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (o Ruta de la Seda, como también se la conoce en Occidente)? ¿Cuál es el significado exacto de una comunidad de destino para la humanidad? Las respuestas a estas y otras preguntas fundamentales se encuentran en el libro.

En cuanto a política exterior, el lector encontrará referencias explicativas a una serie de iniciativas con China como actor importante en contextos internacionales tan diversos como APEC, BRICS, la Organización de Cooperación de Shanghai, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, el Foro de Cooperación China-África, el G20, y ciertamente la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

Hace siglos destacados intelectuales occidentales estudiaron China en busca de sabiduría sobre la gobernanza y un modelo de gobierno. Con el tiempo hemos aprendido que cada país tiene sus características únicas y que, sobre todo, no es acertado que un país intente copiar un modelo extranjero sin considerar sus propias circunstancias. China ha seguido su propio camino, y bajo el liderazgo de Xi Jinping el país se ha ido adaptando a las situaciones cambiantes.

Hacia más iniciativas y sinergias

Hoy el mundo está cambiando a una velocidad inusual. Cuando el país más poderoso aparece estructuralmente dividido y con una voz confusa, es necesario reajustar nuestra visión. Cuando el corresponsal de CNN en la Casa Blanca informa que el presidente en funciones “está dejando a Estados Unidos envuelto en un torbellino de violencia, enfermedad y muerte y más alienado internamente de lo que ha estado en 150 años”, como ciudadanos del mundo debemos despertar y reajustar algunas apreciaciones sobre la política internacional. Los antiguos clásicos griegos y chinos ya nos advirtieron que el tiempo fluye y por tanto necesitamos resiliencia. Esto significa que, inspirados en los grandes pensadores, debemos mantener la curiosidad y buscar la verdad a partir de los hechos, que también es una buena tradición del Partido Comunista de China (PCCh), el partido político más grande y organizado del mundo.

Siguiendo las directrices estructurales descritas en Xi Jinping: La gobernación y administración de China III, el PCCh concluyó en octubre su quinta sesión plenaria de su XIX Comité Central. Para impulsar su desarrollo económico, China decidió acentuar aún más la innovación, la economía real, un mercado interno fuerte, el fortalecimiento de las áreas rurales y el desarrollo verde y sostenible. Y el énfasis está incorporado en las propuestas del Comité Central del PCCh para el XIV Plan Quinquenal para el Desarrollo Económico y Social Nacional (2021-2025) y los Objetivos a Largo Plazo hasta el Año 2035. ¿Hay algo en estos planes de amplio alcance (que incluyen una visión de China y el mundo para 2049) que también pueda inspirarnos en el marco de una comunidad con un destino para la humanidad? Ciertamente la respuesta es positiva, y la respuesta es también una invitación a leer el libro para tener una idea de los principios y procesos de toma de decisiones del PCCh en la gobernación de China.

Cuando desde el país varias veces milenario hay una visión de desarrollo traducida en avances sucesivos y prácticos hacia una mayor prosperidad y bienestar en un lapso temporal claramente más corto de lo que avanzó Occidente en el siglo XX, es hora de reflexionar muy particularmente sobre la importancia de la gobernación de China. Y como consecuencia de ello cabe reflexionar sobre cómo interactuar sostenidamente en la materialización de más sinergias compartidas con este país. Allí están la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, en sus siglas en inglés), firmada entre países de Asia Pacífico y encabezada por China, y el acuerdo de inversiones Unión Europea-China, ambos acordados en los últimos dos meses, para demostrar que la noción de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad planteada por Xi Jinping sigue vigente y continúa avanzando.

Las iniciativas y sinergias prácticas, bien planteadas, implican que China, el resto del mundo y el mundo en su conjunto tienen una mayor esperanza de progreso que la que cabría esperar si cada país procurase un desarrollo desacoplado del resto de países. Este es el mensaje principal para el mundo que a inicios de 2021 emana de la muy recomendada lectura de Xi Jinping: La gobernación y administración de China III.

*Augusto Soto es director de Dialogue with China Project.

Fuente: China Hoy