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spanish.china.org.cn | 01. 03. 2022 | Editor:Teresa Zheng Texto

Situación de los derechos humanos en EE.UU. empeora en 2021

Palabras clave: EE.UU., derechos humanos, informe

Arresto de manifestantes durante una protesta contra la muerte de George Floyd en Minneapolis, Estados Unidos, 31 de mayo de 2020.


El informe sobre violaciones de derechos humanos en Estados Unidos en 2021, publicado por la Oficina de Información del Consejo de Estado el lunes, muestra que la situación empeoró.

Así, hubo un tsunami de muertes por COVID-19, en particular, entre los grupos más desfavorecidos, dado que las medidas de prevención y control en el país devinieron una herramienta entre republicanos y demócratas para atacar, rechazar y discutir.

Hasta ahora, el virus ha contagiado a más de 34,51 millones de personas en la nación más desarrollada del mundo, y ha provocado más de 480 000 muertes, las cifras más altas del mundo. La esperanza de vida promedio cayó 1,13 años, su mayor desplome desde la Segunda Guerra Mundial.

El número de decesos alcanzó un nuevo récord, con un aumento por encima de los 44 000 y los tiroteos sumaron 693, 10,1 % más que el año anterior.

Más de 420 leyes que restringen el voto surtieron efecto en 49 estados y solo el 7 % de ciudadanos jóvenes lo consideran una "democracia saludable", mientras que la confianza pública en el Gobierno descendió a su punto más bajo desde 1958.

La discriminación racial sigue siendo un tema grave. Alrededor del 81 % de adultos de descendencia asiática aseguraron que la violencia contra sus comunidades es mayor. Además, la agresión policial tomó para sí 557 vidas, la cifra más alta desde 1998, más del doble en comparación con el año fiscal anterior. La mayoría de las víctimas eran personas de color.

Asimismo, en 2021, Estados Unidos detuvo a más de 1,7 millones de migrantes en su frontera sur, incluidos 45 000 niños.

En tanto, sus acciones han creado nuevas crisis humanitarias en el mundo, el ejempló típico: Afganistán.

Con excepción de la pandemia en los últimos dos años, ninguno de estos desafíos es nuevo. Todos son problemas institucionales y crónicos que resaltan la insensibilidad de quienes poseen el poder; defensores no de los intereses de los que menos tienen y los más vulnerables, sino de los propios.

Irónicamente, Estados Unidos nunca ha dejado de culpar a otros y usar la protección de los derechos humanos como pretexto para interferir en los asuntos internos de otros países en aras de su propio beneficio.

A medida que más naciones vean la hipocresía de predicar con los derechos humanos, la comunidad internacional debe boicotear sus prácticas de armar una causa que exige cooperación internacional, respeto y comprensión mutua.

Estados Unidos intentó reforzar su imagen de "Defensor de los Derechos Humanos" el año pasado con una cumbre sobre la democracia, pero su historial de incumplimiento revela lo que realmente fue: una farsa.


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