HK necesita una estrategia firme contra el virus y los medios occidentales no ayudan

La directora ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, en rueda de prensa el 22 de febrero de 2022, anuncia tres rondas de pruebas obligatorias para los residentes en marzo.

La quinta ola de la COVID-19 golpea a Hong Kong. El miércoles, las autoridades sanitarias confirmaron 8674 infecciones en un día. La jornada previa, el Gobierno de la región especial anunció que la población deberá someterse a tres rondas de pruebas obligatorias en marzo.

Sin embargo, algunas voces occidentales tratan de desacreditar la adopción de tan estricta estrategia. ¿Quieren que los hongkoneses pasen por la misma tragedia que experimentan hoy las personas en Occidente?

Algunos, como el New York Times, tildaron la política como demasiado "agresiva".

Otros no perdieron la oportunidad para atacar a China. La presentadora de Fox News Laura Ingraham, al mencionar los descartes víricos en Hong Kong, tuiteó: "solo un recordatorio de que China aplasta la libertad en Hong Kong y a nuestras élites no les importa".

Sus intentos de vilipendiar la decisión del Gobierno regional van en contra de las necesidades de los hongkoneses. Lo que la ciudad requiere en este momento es una sólida planificación de prevención y control.

Veamos la tendencia de los nuevos casos diarios en la ciudad y nos toparemos con una curva aterradora en pleno ascenso. En las palabras de Li Haidong, profesor en el Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, la cifra epidémica en Hong Kong está un tanto "americanizada", es decir, recorre casi la misma senda que Estados Unidos. . Esto solo confirma lo urgente de la situación.

A medida que la ómicron arrasa, Hong Kong está a punto de sufrir una grave falta de recursos médicos. Como nadie quiere estar atrapado en el desastre, no hay nada de malo en adoptar una política rigurosa de prevención y control.

La política es secundada por expertos médicos. Por ejemplo, especialistas de Hong Kong han aplaudido la decisión del Gobierno local de realizar pruebas masivas en recientes declaraciones a la prensa.

Li sostiene que pese al rápido incremento de los casos como en Estados Unidos, la región no puede quedarse de manos cruzadas, el costo sería enorme.

Existe una intención maligna tras las críticas de algunos en Occidente: tiene como objetivo socavar la imagen de China y su exitoso modelo de prevención y control. "Al poner el carro delante del caballo, estas fuerzas confunden las prioridades en la lucha contra la epidemia", sostuvo Li.

Frente a una estrategia estricta, algunos residentes en Hong Kong plantean preguntas e inquietudes sobre las instalaciones de cuarentena e incluso la posibilidad de un bloqueo en la ciudad. Pero como muchas otras regiones de China han acumulado una vasta experiencia en lidiar con el virus, se espera que la región aprenda algo y disminuya el descontento lo más posible.

Los hongkoneses, especialmente algunas élites, también tienen que hacer algunos cambios para comprender y cooperar con la decisión del Gobierno local. "Puede que no se sientan muy cómodos con ciertas políticas estrictas, pero deben entender que la vida y la salud pública es lo primordial”, recalcó.