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spanish.china.org.cn | 18. 02. 2022 | Editor:Teresa Zheng Texto

Medios en EE.UU. reconocen la política “cero covid” de China. ¿No es demasiado tarde para ello?

Palabras clave: cero covid, EE.UU., prevención

Banderas blancas en el National Mall en Washington, D.C., Estados Unidos, el 16 de septiembre de 2021. Una instalación de más de 660 000 banderas en honor de las víctimas de COVID-19 en el país.


La política “cero covid” de China encarna lecciones para otros paíseses el título de un artículo en el Wall Street Journal el miércoles. La publicación sorprendió a muchos, quienes cuestionaron si era el mismo medio que atacaba constantemente a China por su estrategia de prevención y control de la COVID-19.

Dicha "anormalidad" es palpable también en otro reciente artículo de Bloomberg, titulado ¿Por qué el mundo necesita la política “cero covid” de China?", lo que afirma que esta opción dinámica vela por el buen desarrollo de la cadena global de suministro.

Parece que algunos medios estadounidenses, voluntariamente o no, finalmente ven la realidad. Según Li Haidong, profesor en el Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, esto se debe a que el impacto de las diferentes respuestas epidémicas en China y Estados Unidos es claro en el desarrollo económico y social de cada uno. Los resultados de la primera son demasiado difíciles de negar.

Uno de los ejemplos es cómo Beijing logró controlar la propagación de la variante ómicron en medio de los Juegos Olímpicos de Invierno en curso. Antes de su apertura, algunos representantes de la prensa y élites occidentales continuaron con la teoría de que la estrategia china no funcionaría "contra la muy contagiosa mutación”, pero ahora que la justa está en su recta final, la situación tanto dentro como fuera del sistema de gestión cerrada ha probado su error.

No obstante, esas voces, relativamente calmadas en los medios estadounidenses no significa que Washington trate de aprender de la experiencia china, es más una manera para que su administración reflexione sobre los traspiés del país a la luz de realidades contrastantes por diferentes estrategias COVID-19.

Por supuesto, incluso si algunos en Washington quisieran sacar provecho de lo hecho en China, no lo podrían hacer plenamente. Li declaró que esto se debe en parte a las diferencias culturales e institucionales. Por ejemplo, frente al individualismo y la descentralización en el país norteamericano, la sólida devoción de arriba hacia abajo en China en lo que respecta a la toma de medidas y capacidad de cooperación en la prevención y control es algo difícil de replicar.

Por otro lado, el proceso de aprendizaje se verá obstaculizado por el entorno político desviado, incluida la polarización, disfunción del sistema y el creciente sentimiento anti-China. Li apuntó que muchos profesionales oportunistas toman ventaja de las lagunas en el sistema. "Los políticos estadounidenses muestran su importancia o la de su partido atacando a sus rivales. Piensan más en usar el caos para aumentar su poder", resaltó.

Con ese telón de fondo, la desconfianza pública es mayor. Por ello, la población es muy probable que esté en desacuerdo con cualquier acción del Gobierno. De hecho, esto ha puesto a Washington en un callejón sin salida en la lucha contra la epidemia.

Con todas esas barreras, Occidente, particularmente Estados Unidos, se enfrenta a un dilema de cuidado: aprender de China, demasiado difícil; no hacerlo - más tragedia. Además, para algunos grupos de interés occidentales, este curso significa confirmar que China ha vencido en términos de estrategia COVID-19, algo que está claro no desean admitir. Esta es la razón por la cual la reflexión de la prensa estadounidense llega tarde.

El virus ha matado a más de 920 000 personas en Estados Unidos y la cifra sigue en aumento. La gente suele decir, "mejor tarde que nunca", pero ahora, la pregunta es, ¿cuánto tiempo queda para la reflexión y los cambios antes de que el país alcance el dramático hito de un millón de muertes?

El equipo de respuesta contra la COVID-19 de la Casa Blanca anunció el miércoles que el país avanza hacia "un periodo de no crisis de covid". Sin embargo, ¿no es muy pronto para ello? Es de temer que la crisis política y en la sociedad estadounidense expuesta durante la pandemia todavía siga al acecho. 


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