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spanish.china.org.cn | 13. 01. 2022 | Editor:Elena Yang Texto

¿Por qué el artículo de un medio de EE.UU. enfrenta al pueblo chino y la política cero covid?

Palabras clave: política cero covid, China

Descartes del virus el martes en Xi'an, provincia de Shaanxi, noroeste de China. 


La edición en línea del New York Times publicó un artículo escrito por Alexandra Stevenson el 6 de enero sobre el nuevo brote de COVID-19 en Xi'an, provincia de Shaanxi, noroeste de China. El titular decía: "El último bloqueo de China muestra resolución obstinada en cero covid".

Una de las palabras clave es "obstinada". El diccionario lo explica como una determinación inquebrantable a no cambiar de actitud o posición sobre algo, incluso si hay buenos argumentos o razones para hacerlo.

La narrativa lo confirma. La autora cita en particular los inconvenientes del aislamiento de una ciudad, la interrupción de la vida diaria y la dificultad de acceso a servicios médicos. Asimismo, menciona que la gente ha recibido verduras del Gobierno. Luego, el tono da un giro. "Pero para entonces, los residentes se quejaban en línea que los funcionarios priorizaban la política cero-covid sobre el bienestar de los ciudadanos".

Como alguien que estuvo en Xi'an en ese momento y siendo testigo de los eventos según se presentaban, no entiendo por qué Stevenson enfrenta ambos enfoques.

En los primeros días, algunos locales no pudieron obtener vegetales suficientes y utilizaron las redes para pedir al Gobierno que resolviera el tema lo antes posible, pero pocos se quejaron de la política cero porque saben que obedece a su propia seguridad.

"Para sus detractores, el dolor, el sufrimiento y la confusión causados por el bloqueo han mostrado a la estrategia como insostenible en el tiempo”, escribió. No voy a preocuparme por los hechos cuidadosamente seleccionados para demostrar el fracaso de la política.

Al final, la periodista cita el artículo en línea de un escritor de Xi'an llamado Jiang Xue. "La muerte de una persona es la muerte de todos", en referencia al fallecimiento de un anciano que no recibió un tratamiento oportuno debido al control de la epidemia.

Parece que la gente de Xi'an vive una pesadilla por dicha medida  y detrás de ella yace "el estilo autoritario de liderazgo chino".

Esta historia me la enviaron amigos chinos en Estados Unidos, varios de ellos con familias en Xi'an y preocupados por las condiciones en las que viven.

Les contesté que estábamos vivos y bien. Ninguno de los 13 millones de habitantes de Xi'an ha muerto por covid y la gran mayoría tiene suficiente verduras, frutas y productos básicos. Los problemas en la compra de medicinas y acceso a atención  médica se han resuelto rápidamente.

En este brote, hasta el martes, el número de pérdidas mortales es cero y el de casos ha bajado a 13 (10 de enero), con personas dadas de alta todos los días.

Otra palabra es necesaria. Un día después de la publicación de este artículo, un bebé de 4 días resultó positivo y fue llevado al hospital de inmediato.

Por supuesto, este episodio no apareció. La periodista buscaba elegir un ángulo para su historia.

Durante el bloqueo, dos pacientes y dos embarazadas no recibieron tratamiento a tiempo y el incidente captó la atención pública y del Gobierno, lo cual provocó un célere ajuste de la política.

Las vidas humanas están en juego y cada una de ellas es importante, pero estos 4 casos no son opuestos al bienestar de 13 millones de ciudadanos o 1400 millones de chinos. Si realmente le preocupa la vida de los chinos, entonces el tema debe ser visto de manera integral y no usarse para negar una política diseñada a proteger más vidas.

La política cero es dinámica, no "obstinada", y minimiza las muertes a través de ajustes, además de garantizar la vida de cada ciudadano.

La protesta sobre este incidente es una indicación de lo primordial que es para el pueblo chino la vida y por qué el Gobierno chino debe cumplir con una estrategia de tal magnitud.

Lo que vemos es que el Gobierno local ha realizado cambios inmediatos, ha retirado a quienes se debía, ha impuesto multas apropiadas y ha revisado las regulaciones necesarias. Esto también ofrece una referencia para la gestión y el diseño de políticas en otras ciudades en la siguiente fase de prevención.

Por ahora, los residentes de Xi'an no pueden salir de casa y deben someterse a pruebas de descarte oportunas. Algunos distritos están sellados y algunos locales cumplen cuarentena en sitios designados, todo de manera bastante ordenada. Fui testigo del traslado y aislamiento de un vecindario cuando sus ocupantes salieron con maletas e hijos y subieron a autobuses en orden. Esto ocurrió a medianoche, pero casi no hubo alboroto. Miles de trabajadores de la salud, policías y voluntarios mantuvieron todo bajo control.

Saben que la política cero es la clave para garantizar la vidas de 13 millones de personas.

Un problema fatal con este artículo es que la autora oscurece intencionalmente el criterio más relevante para evaluar si la política de prevención es correcta, las tasas de mortalidad.

En lo que va del año, China ha mantenido un porcentaje de cero muertes en nuevos casos, mientras que Estados Unidos registró 1664 muertes diarias en promedio la semana pasada. Esto no quiere decir que Washington no quiera reducirla, pero no puede debido a su sistema diferente.

Realmente dudo que esta periodista tenga incluso el más mínimo resquicio de sentimiento humanitario dado que ha omitido este dato. Su preocupación no es la seguridad de la vida de los chinos, sino si sus informes muestran su agudeza al  exponer el lado oscuro del sistema chino.

Hasta hoy, el New York Times todavía escribe sobre China a la usanza antigua. ¡Qué obstinación! Tanto que ha llegado al punto del ridículo.

Para pedir prestada la última oración de este artículo, ¿qué deberíamos decir sobre la tasa de mortalidad en Estados Unidos si "la muerte de una persona es la muerte de todos"?

 


 

El autor es el editor principal del Diario del Pueblo y miembro principal del Instituto Chongyang para Estudios Financieros en la Universidad del Pueblo de China. dinggang@globaltimes.com.cn. Síguelo en Twitter @dinggangchina


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