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spanish.china.org.cn | 30. 12. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

Un control justo, razonable y no discriminatorio de las exportaciones es garantía de globalización

Palabras clave: libro blanco, exportaciones, globalización

La Oficina de Información del Consejo de Estado de China publicó el miércoles su primer libro blanco sobre control en las exportaciones el cual propone que este debe ser justo, razonable y no discriminatorio. Un enfoque que China defiende en respuesta a la caótica gobernanza en el tema y el sentimiento antiglobalización, a fin de que la luz del multilateralismo ilumine el camino de la humanidad. A medida que más países implementan estos sistemas, se espera que los mismos promuevan y garanticen un mayor desarrollo de la globalización en vez de bloquearla.

El control de las exportaciones apunta a regular e impulsar el comercio en lugar de restringirlo.

Este reducirá los riesgos y servirá para configurar un entorno comercial internacional pacífico y sostenible. La iniciativa es salvaguardar la seguridad e intereses nacionales, y prevenir la proliferación de armas nucleares, biológicas, químicas y otras de destrucción masiva y sus medios de entrega. Un control efectivo puede disminuir las amenazas a la seguridad, prevenir el riesgo de conflictos, calmar las tensiones y crear un ambiente comercial estable y predecible.

Asimismo, ayudará a mantener y mejorar la reputación de las empresas y recortará las barreras al comercio exterior. Para las compañías, si bien agregará procedimientos y costos internos, estas pequeñas cargas quedarán compensadas con mayor comodidad en el comercio y una imagen internacional más positiva. Además, asegurará un desarrollo a largo plazo y rentas con solo una pequeña inversión.

La propuesta debe mejorar la confianza internacional y la eficiencia de la circulación comercial. Los países siguen prácticas internacionales, implementan medidas de control de exportación efectivas y fortalecen la coordinación y la cooperación, lo que a su vez aumenta la confianza mutua en la seguridad, estabiliza las expectativas en política, mejora la eficiencia de la circulación de productos básicos y logra objetivos de prosperidad y desarrollo comunes.

Las prácticas discriminatorias tienen implicaciones negativas en la cooperación internacional en este aspecto.

En los últimos años, Estados Unidos ha seguido una tendencia de retroceso en el campo. En lugar de fomentar el desarrollo económico y comercial, promueve el desacoplamiento. En vez de impulsar la globalización económica, invierte en su ruina. En lugar de incentivar un futuro compartido para la humanidad, forma pequeños círculos de bloqueos tecnológicos.

Tal tendencia enfatiza la competencia entre poderes de manera sesgada, generaliza el concepto de seguridad nacional e interrumpe la cadena de suministro. En la era de globalización, la relación entre potencias tiende a ser complicada, con disputas e interdependencia en simultáneo. Centrarse en la competencia y la lucha con una mente estrecha, fabricar todo tipo de excusas y utilizar el control de la exportación como herramienta política para frenar el avance de otros, dificulta la cooperación internacional en el tema. En un contexto de competencia a gran escala, el alcance del control de la exportación mantiene la expansión y las medidas de supervisión cada vez más difíciles. Sin embargo, la tendencia ha ignorado el hecho de que la seguridad económica del desarrollo comercial es una base clave para la seguridad común y que la regulación y la promoción del comercio en artículos restringidos según determinados requisitos fue la intención original de dicho control, y que la no proliferación va acorde con su interés de seguridad común.

El retroceso aliena a los principales países comerciales y crea barreras tecnológicas. El control de las exportaciones es un área importante de colaboración en seguridad internacional. La resolución 1540 del Consejo de Seguridad de la ONU requiere que los Estados miembros fortalezcan el establecimiento de mecanismos para la proliferación de armas de destrucción masiva e implementen frenos apropiados y efectivos a las compras del exterior. En ese sentido, la comunidad internacional ha reforzado la cooperación en este punto y ha logrado resultados notables. Sin embargo, en Estados Unidos han surgido cada vez más mecanismos minilaterales, ejemplos de pseudomultilateralismo, con grupos exclusivos que podrían convertirse en elementos de otra guerra fría económica.

Esta tendencia regresiva expande arbitrariamente el alcance del control y afecta el normal cauce de los intercambios científicos y tecnológicos. El control de las exportaciones debe ir a la par con el progreso tecnológico, pero nunca debe usarse como excusa para bloquear tales intercambios. En los últimos años, Estados Unidos y otros países han cambiado el enfoque del control de la exportación de armas de destrucción masiva y sus medios de entrega a tecnologías emergentes y fundamentales. Estas naciones también han combinado dicho control con herramientas políticas, en el caso de visas de estudiante, intercambios científicos y tecnológicos y evaluación de inversión extranjera, estableciendo una red complicada de bloqueos. El acto ha comprometido la seguridad y la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro globales, ha impedido que los países en desarrollo compartan los logros del progreso científico y tecnológico, y ha socavado el derecho legítimo de los países en desarrollo al avance sostenible. Esto no ayudará a construir un futuro de seguridad y prosperidad para la humanidad.

La imparcialidad, la razonabilidad y la no discriminación son el camino correcto hacia el desarrollo del control internacional de las exportaciones.

El principio de equidad significa que la propuesta debe cumplir con los principios básicos del derecho internacional. Los países deben atenerse a sus obligaciones internacionales, no imponer arbitrariamente sanciones a entidades de otros países sobre la base de su propia ley nacional, interfiriendo con los intercambios comerciales legítimos. No deben fomentar estándares dobles sobre la no proliferación o mal uso del control de la exportación como un arma para suprimir el desarrollo normal de otros.

Adherencia al principio de razonabilidad significa que el control de la exportación debe proteger plenamente los derechos de avance de los países en desarrollo. Varios tratados internacionales que restringen el desarrollo de armas de destrucción masiva estipulan derechos de los países a artículos y tecnologías relacionadas con el uso pacífico sin discriminación. En diciembre, el 76 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas recalcó el derecho inalienable de todos los Estados miembros a la cooperación internacional en materiales, equipos e intercambios tecnológicos con fines pacíficos. El desarrollo y la mejora del control de la exportación no deben perjudicar estos derechos legítimos, sino incentivar la cooperación científica y tecnológica para fines pacíficos.

El principio de no discriminación alude a mecanismos multilaterales relacionados con un control de la exportación más representativo y abierto. En su gobernanza, los países en desarrollo deben ostentar iguales oportunidades y el derecho a expresar sus opiniones. Algunos de ellos deben abrir la puerta al diálogo, al intercambio y la cooperación para quienes apunten a la no proliferación y satisfagan sus obligaciones internacionales, así como mejorar de manera continua la universalidad y la eficacia de la cooperación internacional del control de las exportaciones.


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