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spanish.china.org.cn | 15. 12. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

Blinken promociona maliciosa estrategia con palabras bonitas

Palabras clave: Blinken, Estados Unidos, China

El presidente indonesio, Joko Widodo (izquierda), camina con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.


El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ofreció el martes un discurso en Indonesia, primera parada en su gira por el sudeste asiático, a fin de promover "el compromiso de Estados Unidos con la seguridad y la prosperidad de la región Indo-Pacífico". Una vez más, elaboró con hipocresía el concepto de un "Indo-Pacífico libre y abierto", al afirmar que el país defenderá el orden a partir de las reglas, con el objetivo de "no mantener a ningún país. Más bien, proteger el derecho de todos a elegir su propio camino, libre de coerción e intimidación". Añadió que Washington espera evitar conflictos en la región.

Su superficial alocución sonó tan dulce como una canción. Utilizó las tácticas de los políticos occidentales de un "vocabulario bonito" para un estratégica maliciosa. Veamos como los principales medios occidentales cubrieron la visita y sus declaraciones. La AFP informó que Washington buscó reforzar alianzas contra el creciente poder chino. The Guardian realizó comentarios similares. Reuters, BBC y otros indicaron que la presencia de Blinken mostró que el sudeste asiático es ahora un "campo de batalla clave" para la competencia con China. El informe de Bloomberg tuvo como título: "Blinken golpea a China en búsqueda de aliados en Asia".

El rápido desarrollo chino ha inyectado un fuerte impulso en la prosperidad del sudeste asiático. Como resultado, China se ha convertido en el mayor socio comercial de casi todas sus naciones, y la inversión china en ellas también ha crecido considerablemente. La expansión de su influencia es un proceso natural, un producto colateral de una mayor cooperación y es geográficamente inevitable. Aunque Beijing tiene disputas marítimas con Vietnam y Filipinas, y algunos países se muestran temerosos ante su avance, esto no ha afectado la situación general de profunda colaboración entre China y la ANSEA.

Desde Asia - Pacífico a la estrategia actual en el Indo-Pacífico, Washington incentiva una agenda geopolítica. Incrementa su presencia militar en el Mar Meridional de China, amplía su visibilidad en la región e interviene en su proceso político. Todo dirigido a suprimir el crecimiento de China.

En otras palabras, la cooperación entre China y los países del sudeste asiático es un fin en sí mismo. Su cooperación constituye la verdadera base y motor de la prosperidad regional. Sin embargo, Estados Unidos quiere participar por motivos erróneos. Busca destruir el entorno original de desarrollo y cooperación, impulsar sus intereses geopolíticos y tratar de convertirlos en el tema principal de las relaciones internacionales en la región.

Todos en el mundo son conscientes de esto. Todos saben que Washington quiere crear en el sudeste asiático una barrera estratégica de contención contra China. Aunque, exagera temas como "democracia", "reglas" y "libertad", lo que realmente hace es ampliar la ruptura y las sospechas en la región, y exacerbar cada conflicto. Lo que desea más es el caos al incrementar su participación y crear dependencia.

China ve el sudeste asiático desde una perspectiva de desarrollo y buena vecindad, mientras que Estados Unidos la percibe como una estrategia. Si esta es una "práctica prescrita", como superpotencia, para mantener su hegemonía, de nada vale hacer juicios de valor. Pero es necesario que los países abran los ojos y comprendan sus motivos, así como las consecuencias a futuro, a fin de prevenir un efecto destructivo de sus políticas.

Es comprensible que ellos muestren preocupación por el avance chino y estén dispuestos a ver a Estados Unidos, un país externo, desempeñar un rol de equilibrio. Estados Unidos es como una pastilla para dormir. Tomar menos o media tableta hará que algunos duerman mejor.

Sin embargo, los efectos secundarios son reales. El exceso de peso conduce a una fuerte dependencia, entonces causa daño al pasar a una pastilla completa o a dos. El sudeste asiático debe trabajar con China para mantener un ambiente positivo e impulsar relaciones más saludables de manera que beneficie a todas las partes. La región no puede caer bajo el control de pastillas para dormir, que en esencia es el opio.

Ningún país en la región está siendo coaccionado por China, con sistemas políticos y modelos de desarrollo económico independientes de los chinos. Más bien, es Estados Unidos quien trata de influir en su avance, actuando como la mayor fuerza externa en sus asuntos internos.

La región exige capacidad para manejar la presencia estadounidense y hacerla lo más inocua posible. Se debe evitar el "dominio", ya que de suceder, todos devendrán herramientas para lograr los intereses de Estados Unidos.


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