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spanish.china.org.cn | 10. 12. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

“Cumbre para la democracia”: Un avispón tóxico y un grupo de abejas

Palabras clave: Estados Unidos, democracia, cumbre

La "Cumbre para la Democracia", organizada por Estados Unidos, arrancó el jueves por la noche, tiempo de Beijing. Horas antes de su inicio, Pakistán, uno de sus participantes, anunció su no asistencia, hecho que generó debate. Asimismo, el hecho de que Estados Unidos haya invitado a algunos países y regiones, y a otros no, también dio pie a la discusión y, de alguna manera, despojó de sentido al tema principal: democracia.

Estados Unidos ha utilizado gran parte de sus esfuerzos para descartar a China y a Rusia, y definir de manera controversial qué país o región es democrática. Las fuerzas que intenta ganarse el favor no son tantas como las que ha ofendido. Cabe decir que Washington ha devenido frágil, pues tiene que recurrir a un grupo más grande para tener un poco de apoyo. El resultado es evidente.

La democracia no se logra alardeando, sino con trabajo arduo. La democracia no es un modelo de franquicia de tiendas donde Estados Unidos dicta las reglas y raciona los ingredientes, con el mismo personaje de caricatura de un viejo a la entrada. El equipo del presidente Joe Biden debe haber consumido demasiado KFC y McDonald's cuando eran jóvenes.

Biden convocó la reunión en momentos en que la gobernanza nacional de su país, incluido su sistema democrático, es muy criticado. Desde el punto de vista occidental, la cumbre debe celebrarse como una "de crítica" contra Estados Unidos. Este ha sido un arrastre para la democracia occidental, y esta es la razón principal por la que la que el sistema ahora está en crisis. Las discusiones sobre el "declive" de Estados Unidos ha sido un tema de amplia discusión pública en el mundo. De la lucha contra la COVID-19 a la discriminación racial, Washington no ha hecho nada que sea motivo de elogio. La democracia occidental ha perdido su rostro al seguir los pasos del país norteamericano.

El solo propósito de la cita “democrática” es con gran pompa recordar al mundo que un “alicaído” Estados Unidos sigue siendo el jefe y otros deben elegir mejor a su "Gran hermano". Washington busca formar una "pandilla democrática", pero el mundo ya ha pasado esa página hace mucho. Incluso los cantantes en la calle usan códigos QR para recibir pagos hoy en día.

Algunos dicen que la cumbre puede convertirse en uno de los pocos legados políticos de Biden. ¿Es lamentable para él? No es de extrañar que algunos chinos digan con ironía que incluso la cabeza de un condado chino es más práctico y capaz que el presidente de Estados Unidos.

Este encuentro está forzado a ser una exposición hipócrita de todo tipo de maquinaciones políticas internacionales dentro de la pandilla dirigida por Estados Unidos. Esta conferencia en nombre de la "democracia" definitivamente quedará en el muro de la vergüenza de la historia, solo porque profundiza las divisiones e intensifica la confrontación entre poderes. En ese sentido, puede considerarse como el "legado político" de Biden, pero en negativo.

Es una broma que Estados Unidos, atrapado en la epidemia, incluso se atreva a convocar una cumbre democrática y dar voz a la misma cuando acaba de huir de Afganistán, el "laboratorio para la democracia". Un enjambre de abejas inocentes sufre bajo el poder de un avispón tóxico que les enseña a picar y no a producir miel.

Una farsa está en camino. El mundo no organizó una reunión de infraestructura, de educación o de alivio de la pobreza, pero Estados Unidos apostó por la “democracia". Lo que más ha causado muertes en el mundo hasta ahora es la COVID-19 y el modelo democrático occidental impuesto por Estados Unidos y Occidente en países en desarrollo. Washington no tenía necesidad de organizar una cita democrática. Lo mejor para él es abrir su frontera a refugiados del tercer mundo que sufren a raíz de esta democracia al estilo occidental y dejarlos disfrutar de la "verdadera democracia".


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