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spanish.china.org.cn | 09. 11. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

Es tiempo que Nueva Delhi reconsidere su relación con China

Palabras clave: China, India, comercio

Los observadores estimaron que el comercio entre China e India podría superar la marca de los $ 100 000 millones en 2021 pese a un enfriamiento en las relaciones políticas y diplomáticas. Los últimos datos de las Aduanas de China revelaron que esto se produjo en octubre al sumar $ 102 290 millones en los primeros 10 meses del año, un aumento interanual del 47,8 %.

En dólares estadounidenses, las exportaciones de China ascendieron a 78 330 millones de enero a octubre, una subida interanual del 51 %, en tanto las importaciones procedentes de la India totalizaron 23 960 millones en el mismo período, un 38,2% anual más, según la administración aduanera.

La marca de $ 100 000 millones al año fue propuesta hace más de una década y justamente se da en un momento de tensión entre ambos países, con Nueva Delhi haciendo votos por separarse de China.

Las más recientes cifras comerciales también recuerdan oportunamente al gobierno de Modi enmendar el camino incorrecto y demuestran, una vez más, que es fácil para ellos cortar los vínculos económicos y comerciales con China.

A pesar de la renuencia, la India está estrechamente ligada a una cadena de valor en la que China desempeña un rol central. Muchas exportadoras indias dependen en gran medida de las materias primas de China para productos químicos farmacéuticos a granel, módulos fotovoltaicos y seda.

La COVID-19 también impulsó el crecimiento comercial bilateral, ya que la India quedó duramente golpeada por el virus y la necesidad de China fue cada vez mayor en la cadena industrial global dada su efectiva contención de la epidemia. Además, un aumento en la compra de mineral de hierro y otros materiales de la India en la primera mitad del año también contribuyeron al mayor flujo comercial.

Existen empujes a corto plazo tras el hito de los "$ 100 000 millones", y los analistas advierten que el creciente fomento del comercio bilateral puede resultar difícil de mantener, ya que Nueva Delhi no ha renunciado a su política de desacoplamiento económico de China.

Con un prolongado y sostenido sueño de convertirse en líder mundial, la India ha elegido un enfoque imprudente de faltar al compromiso con China, incluso ha dado la espalda a acuerdos de libre comercio regionales en los que China cumple un papel prominente, como la Asociación Económica Integral Regional, un pacto que incluye a alrededor del 30 % del PIB y población del mundo.

En estas circunstancias, sería lógico para la India unirse al acuerdo e incentivar su producción si el país aspira a tener voz y voto en la cadena de valor global.

No obstante las políticas de Nueva Delhi no son útiles para ello, con graves efectos secundarios, posiblemente ensombreciendo su desarrollo a largo plazo.

El gobierno de Modi ha impulsado la campaña Hecho en India durante muchos años sin éxito y el llamado enfoque de desacoplamiento económico es inútil. En contraste, el mercado chino se ha mantenido abierto, incluso para las compañías indias.

Los méritos de la cooperación económica y la asociación con una gran economía como China son evidentes. Nueva Delhi, al responder al llamado de la Administración de Biden, cae en los juegos geopolíticos con China a costa de su crecimiento futuro.


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