Algoritmos de Facebook solamente protegen a los países de habla inglesa: ex empleada de Facebook

Frances Haugen, de 37 años, ex empleada y ahora denunciante de Facebook, sostiene que la red social traicionó el bienestar social para proteger sus ingresos.

Haugen, informante interna y científico de datos ha trabajado en varias compañías tecnológicas. En 2019, ella comenzó a trabajar en el Departamento de Integridad Cívica de Facebook, un servicio que se suponía debía prevenir el riesgo de información errónea antes de las elecciones de Estados Unidos en 2020.

Tras su renuncia en 2021, la ahora ex empleada confesó que Facebook sabe todo lo que sus plataformas causan: la multiplicación del discurso de odio, la polarización del debate político, el impacto en la salud mental, etc. Y, sin embargo, Facebook no hace nada significativo para resolver el problema.

"Facebook se dio cuenta de que si cambiaron el algoritmo para que la plataforma sea más segura, menos personas permanecerán en la plataforma, estarán menos expuestos a la publicidad y Facebook será menos lucrativo”.

La denunciante sostiene que su objetivo no es herir a Facebook, sino cambiar radicalmente el negocio; la firma Mark Zuckerberg debe declararse en "bancarrota moral". Es decir, "reconocer que ha fallado y comenzar desde cero”.

La denunciante sostiene que los anunciantes (incluidos los partidos políticos) saben que es necesario producir contenido de odio para existir en la plataforma, y atraer más audiencia.

Entre tanto, Frances Hauguen destaca el impacto de la compañía en países menos desarrollados, donde Facebook está activamente enraizado. Especialmente, ya que la regulación del odio y la desinformación es incluso menos efectiva en otros idiomas aparte del inglés. "Hay una broma en el servicio de integridad cívica que dice que para saber cuáles serán los próximos países en entrar en crisis en el mundo, se debe mirar a aquellos que se conectaron a Facebook hace dos años", sugiere la ex líder del proyecto.

Facebook asegura ofrecer soporte en 50 idiomas, cuando en realidad estos idiomas (aparte del inglés), reciben apenas una diminuta fracción de recursos en sistemas de seguridad.

Señala en particular la situación en Myanmar donde el uso militar de Facebook ha llevado a un genocidio, en India donde la plataforma sirve para incitar al odio religioso o en Brasil donde las redes sociales jugarán un papel decisivo en las elecciones presidenciales de 2022.