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spanish.china.org.cn | 27. 10. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

Organizaciones intrusivas pierden terreno con la partida de Hong Kong de Amnistía Internacional

Palabras clave: Hong Kong, Ley de Seguridad Nacional, hegemonía occidental

Amnistía Internacional anunció el lunes que cerrará sus oficinas en la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK) para finales de año, según los informes de los medios de comunicación. Anjhula Mya Singh Bais, presidenta de la Junta Internacional de Amnistía, comentó que la decisión "ha sido impulsada por la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong, que ha hecho efectivamente imposible para las organizaciones de derechos humanos en Hong Kong trabajar libremente y sin temor a serias represalias del gobierno."

Tales comentarios son solo excusas. De hecho, la retirada de Amnistía es una decisión independiente realizada por el grupo después de evaluar los riesgos legales que puede enfrentar. No es la Ley de Seguridad Nacional para Hong Kong lo que evita que las organizaciones de derechos humanos operen normalmente en la ciudad. Más bien, Amnistía Internacional violó la ley al interferir en asuntos de la RAEHK e incitar a los disturbios en nombre de los derechos humanos. Amnistía Internacional quiere evitar el escrutinio de la ley y lo hace de esta manera despreciable.

Después de todo, las áreas grises anteriores ahora están cubiertas por la Ley de Seguridad Nacional, que tiene un efecto disuasivo en las organizaciones como Amnistía Internacional. Su anuncio de retiro lo único que demuestra es que no cumple la ley.

Durante los disturbios y la violencia hace dos años, Amnistía Internacional publicó un informe que desdibujaba a los oficiales de policía de Hong Kong acusándolos de uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes. En junio, Amnistía Internacional acusó que la Ley de Seguridad Nacional había creado una "emergencia de derechos humanos" un año después de su implementación.

Lo que la Ley de Seguridad Nacional ha provocado no es una emergencia de derechos humanos en Hong Kong, sino que se ha llevado a las fuerzas violentas que querían encaminar la RAEHK hacia una crisis en nombre de los derechos humanos. Para estas organizaciones, la herramienta de los derechos humanos se utiliza para legalizar su politización. A través de sus actividades específicas en Hong Kong, han tratado de instigar a esas fuerzas violentas y estigmatizaron el sistema legal de Hong Kong. La eximeración maliciosa de las actividades de aplicación de la ley de la policía de Hong Kong ha ido más allá de las actividades legítimas de las organizaciones de derechos humanos. Ahora se han convertido en parte de las fuerzas que intentan desestabilizar a Hong Kong y socavar el gobierno central. No tienen derecho a decir que son inocentes.

El Wall Street Journal informó que al menos 35 grupos se han disuelto desde que se promulgó la Ley de Seguridad Nacional para Hong Kong, incluidos los sindicatos y los grupos activistas. CNBC alegó que el estatus de Hong Kong como uno de los centros financieros más destacados del mundo parece estar bajo amenaza. Esta es la doble moral de los hipócritas medios occidentales. Se hicieron los de la vista gorda a los esfuerzos institucionales del gobierno central y el gobierno de la RAEHK para mantener el estatus de Hong Kong como centro financiero internacional. No están calificados para discutir la libertad y la apertura de Hong Kong. No tienen la credibilidad de juzgar si Hong Kong es un centro financiero internacional. El primer informe de entorno empresarial publicado por el gobierno de la RAEHK el 27 de septiembre explica claramente las ventajas de la ciudad en tres niveles. Los capitales no mienten; la entrada de capitales globales a Hong Kong en los últimos años demuestra que no hay ninguna amenaza.

Estas organizaciones de derechos humanos se retiraron porque no pudieron cumplir con los requisitos de la ley. Las "organizaciones internacionales" intrusivas creadas bajo el sistema occidental ya no tienen mercado en China; ya no pueden engañar a la gente.

Los medios de comunicación occidentales acusan a la Ley de Seguridad Nacional para Hong Kong de socavar las "libertades" de Hong Kong. Sin embargo, se hacen los de la vista gorda al hecho de que las organizaciones, como Amnistía Internacional, son en esencia herramientas políticas de algunos países occidentales para interferir en los asuntos de Hong Kong y arruinar la ciudad. El juego de la doble moral es una táctica que occidente a menudo utiliza para contener el desarrollo de China. Los países occidentales conocen muy bien la naturaleza de las llamadas organizaciones de derechos humanos. Son parte de las herramientas de política globales de occidente y muchas de ellas reciben fondos de los gobiernos occidentales. Es por eso que cuando violan las leyes locales y ponen en peligro la estabilidad de su ubicación, algunos países occidentales a menudo optan por la doble moral e ignoran sus violaciones de la ley.

Las organizaciones como Amnistía Internacional están perdiendo gradualmente su influencia y el poder del discurso tanto en China como en otros países. Cuando la mayoría de los países y su gente se den cuenta de dicha doble moral, esto marcará el final de la "legitimidad de la hegemonía occidental".


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