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spanish.china.org.cn | 26. 10. 2021 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

China ha demostrado ser un protector esencial de la causa de la ONU

Palabras clave: China, ONU, responsabilidad

Sede de la ONU en la ciudad de Nueva York.


Hace cincuenta años, un 25 de octubre, en reconocimiento de que el restablecimiento de los derechos legítimos de la República Popular China era "esencial" para la causa de la ONU, el 26º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 2758, con una abrumadora mayoría.

El hecho de que la República Popular China ocupara el lugar que le correspondía en la ONU no solo representó una victoria para el pueblo chino, sino también una reivindicación de todos los "países amantes de la paz en el mundo que defendieron la justicia", como dijo el presidente Xi Jinping en un discurso para conmemorar la ocasión el lunes. Y durante los últimos 50 años, el país ha demostrado la clarividencia de la Resolución 2758 al identificarlo como un protector esencial de la ONU, sus principios y su causa.

Durante ese período, con mucho trabajo arduo, el pueblo chino ha logrado el objetivo de construir una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos, erradicando la pobreza absoluta en el proceso, y ahora se está embarcando en el camino para construir un país socialista moderno.

A lo largo de este esfuerzo por rejuvenecer la nación, China ha seguido inquebrantablemente una política exterior independiente y de paz, se ha mantenido firmemente del lado de la igualdad y la justicia, y se ha opuesto con determinación a la hegemonía y la política de poder, cumpliendo fielmente sus responsabilidades como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.

Los países que copatrocinaron y apoyaron la Resolución 2758 pueden estar orgullosos de la decisión que tomaron hace 50 años.

Sin embargo, como dijo el presidente Xi en su discurso, en comparación con hace 50 años, los desafíos que enfrenta el mundo hoy son más extensos y complicados. Hizo un llamado a todos los países para que aborden estos desafíos eligiendo la cooperación sobre la confrontación, la apertura sobre el aislamiento y el beneficio mutuo sobre los juegos de suma cero, y los instó a dar pleno soporte al papel central de la ONU en los asuntos internacionales, y mantenerse firmes para oponerse a todas las formas de hegemonía y políticas de poder, así como también de unilateralismo y proteccionismo.

Declarando que "la diversidad hace que la civilización humana sea lo que es", una vez más abogó por la construcción de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad, al tiempo que enfatizó que hacerlo no significa reemplazar un sistema o civilización por otro, sino que los países se unan para construir un mundo mejor basado en intereses y responsabilidades compartidas. "El cambio climático es la alarma de la naturaleza", enfatizó, y se necesitan nuevas ideas y nuevos modelos de cooperación para abordar los diversos desafíos que enfrenta la humanidad.

La pregunta que enfrentan los países hoy en día sigue siendo si se situarán en el lado correcto de la historia o no. Y la tendencia de la historia es clara: todos debemos unirnos. De no hacerlo, se corre el riesgo de convertir a la humanidad en nada más que una breve nota al pie de página en cualquier anuario cósmico de la vida en la Tierra.