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spanish.china.org.cn | 03. 10. 2021 | Editor: Texto

ESPECIAL: Cría de cangrejos de río en arrozales, una receta sabrosa y rentable para los campesinos chinos

Palabras clave: China,Cangrejos de ríos,Agricultura

BEIJING, 3 oct (Xinhua) -- "Me siento muy contento y satisfecho ahora que no tengo que separarme de mi familia para ganarme la vida", afirma Wang Gang, un campesino de la provincia central china de Hubei, mientras contempla desde el segundo piso de su casa los estanques de cangrejos de río entre sus arrozales.

Hace menos de cuatro años, Wang trabajaba como conductor de camión, un oficio al que había dedicado la mayor parte de su vida. No tenía opción, las ganancias de cultivar la tierra no eran garantía suficiente de un buen futuro para sus dos hijos.

Como el sostén de la familia, tuvo que dejar su hogar, en el pueblo de Xiaqiao del distrito de Xiongkou de la ciudad de Qianjiang, e irse a otra región en busca de un mejor ingreso.

"Era un trabajo duro, no podía descansar porque un camión vacío significa cero ingresos", rememora. Cuando se enteró de que el Gobierno local estaba ofreciendo incentivos para criar cangrejos de río en las tierras cultivadas, decidió regresar a probar suerte. Tomó ocho hectáreas de tierra en arriendo y se lanzó a la acuicultura.

La cría de cangrejos de río entre los arrozales es una innovación agroecológica de China. En la década de 1990, a un labriego llamado Liu Zhuquan se le ocurrió la idea de criar cangrejos de río en sus parcelas anegadas, y se llevó una grata sorpresa con los resultados.

Tras dos décadas de investigación y ensayo, los científicos chinos establecieron que la modalidad más productiva era criar los cangrejos en las zanjas que rodean los arrozales de unas 3,3 hectáreas. Al trasplantar los retoños de arroz a la tierra, los agricultores trasladan los cangrejos jóvenes a las zanjas para que no estropeen los sembrados. Cuando el arroz se ha fortalecido, se retornan los crustáceos.

El estiércol de los animales fertiliza la tierra, al tiempo que las hierbas e insectos del arrozal sirven como alimento para los cangrejos. De esta manera, la flora y la fauna se benefician mutuamente.

"Hemos mecanizado por completo la agricultura en nuestros campos. A través de los detectores instalados, puedo revisar en mi teléfono celular la temperatura del agua, el pH y el nivel de oxígeno disuelto, entre otros datos", explica Zhao Fuping, un campesino del pueblo de Zhaonao, también en Qianjiang.

Gracias a la tecnología que reduce la labor agrícola, su vecino, Ma Yulin, de 67 años, saca fácilmente provecho de un terreno de proporciones similares. En su tiempo libre, le gusta dar vueltas alrededor de su tierra, contemplando el progresivo cambio de su arrozal, que poco a poco deja de ser verde y se torna dorado.

"Antes solo cultivábamos soya y algodón, y ni la producción ni la calidad de los cultivos nos dejaban satisfechos. La ganancia por hectárea no superaba los 15.000 yuanes (2.327 dólares). Pero ahora esa cifra se ha cuadruplicado", comenta Ma.

En la ciudad de Qianjiang, esta modalidad de agricultura-acuicultura ha generado más de 200.000 empleos, y ha ayudado a más de 20.000 personas a salir de la pobreza, de acuerdo con estadísticas del departamento local de agricultura.

Con cuatro años de experiencia, Wang Gang tiene ya su propio método de crianza, con el cual consigue que sus cangrejos maduren en septiembre con el fin de esquivar la temporada alta de mayo y junio. "En septiembre se venden a mejor precio", señala.

"Ahora mi producción anual de cangrejos de río por hectárea supera los 2.250 kilos y la cosecha de arroz alcanza los 3.750 kilos, entonces la ganancia anual por hectárea es de más de 45.000 yuanes (6.982 dólares)", detalla.

De acuerdo con el reciente "Informe sobre el desarrollo de la industria del cangrejo de río en China", elaborado este año, la superficie total dedicada al cultivo del crustáceo en el país era de 1,46 millones de hectáreas y 1,26 millones de ellas utilizan arrozales.

"Me levanto a las 3:00 de la mañana a pescar los cangrejos de río y los llevo al mercado local. Regreso a casa antes del almuerzo y por la tarde dedico un rato a alimentar al resto de los cangrejos. Ahora puedo pasar más tiempo con mi familia", señala Wang con una gran sonrisa. Fin

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