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spanish.china.org.cn | 29. 09. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

Prosperidad moderada en todos los aspectos es el gran logro de China

Palabras clave: prosperidad moderada, Xiaokang, China

Houhai en el distrito de Nanshan, Shenzhen, provincia de Guangdong, sur de China, 17 de septiembre de 2020.


La Oficina de Información del Consejo de Estado de China emitió el martes un Libro Blanco que reseña el camino recorrido por el país hacia el bienestar moderado. El documento titulado "El viaje épico de China de la pobreza a la prosperidad" relata la extraordinaria historia de trabajo arduo de varias generaciones para llegar a ser una sociedad moderadamente próspera. Detalla el notable logro y analiza las brillantes perspectivas de su modernización. Este importante informe ha inspirado al chino común y ha transmitido energía positiva al mundo.

Xiaokang (prosperidad moderada) es una hermosa frase en chino. Su uso en documentos se remonta a hace 2000 años y significa un estado de sociedad ideal. A lo largo de la historia del país, los chinos han sufrido guerras, caos y pobreza. Xiaokang expresa sus anhelos y expectativas para alcanzar el bienestar. Hoy en día, China lo ha completado en todos los aspectos y ha hecho realidad el sueño de mil años y el deseo más preciado de la nación. Esto solo puede describirse como un "hito".

El Libro Blanco señala que la sociedad moderadamente próspera en todos los sentidos se consigue cuando todas las personas comparten los frutos del desarrollo sin dejar a nadie atrás, ya sea individuo, región o grupo étnico, y cuando se promueve un avance integral. Cada uno de estos puntos es esencial para lograr la prosperidad común, un objetivo primordial del socialismo.

China lo ha cumplido. Más de 1400 millones de chinos, una quinta parte de la población mundial, se han embarcado en una nueva travesía hacia un país socialista moderno. Esta es una hazaña indiscutible en la historia humana y un gran aporte a la paz y el desarrollo del mundo. La opinión pública internacional ha comentado que, desde la perspectiva de la civilización humana, la modernización de China ha creado una nueva senda donde dicho logro es un símbolo de los principales progresos en la historia humana.

China mantiene su palabra. China ha logrado la primera meta de construir una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos. El PCCh ha cumplido su histórica promesa a los chinos y al país. En esto también radica la confianza y el camino al éxito. Como lo establece el Libro Blanco, la prosperidad moderada integral es "un paso crítico para hacer realidad el sueño chino de rejuvenecimiento nacional". Desde un nuevo punto de partida, el PCCh ha unido y liderado a los chinos hacia un nuevo viaje hacia la modernización socialista y el rejuvenecimiento de la nación china. Los chinos creen firmemente que, a mediados del siglo XXI, China se convertirá en un gran país socialista moderno, próspero, fuerte, democrático, culturalmente avanzado, armonioso y hermoso.

La confianza, la sobriedad, el pragmatismo y la perseverancia son las claves del milagro de su continuo desarrollo. Avanzar para un país grande como China no es fácil. Ante los éxitos, el PCCh siempre ha mantenido una visión clara de la realidad. El reporte afirma que el desafío principal ahora es la brecha entre un desarrollo desequilibrado e inadecuado y la creciente expectativa del pueblo por una vida mejor. Es evidente que el PCCh se ha adherido siempre a una ideología de desarrollo centrada en las personas y ha desplegado enormes esfuerzos para abordar sus problemas de desarrollo desigual e inapropiado,  así como sus necesidades urgentes; ha eliminado con determinación obstáculos y restricciones para lograr el bienestar común, la imparcialidad y la justicia.

Cabe resaltar que el objetivo de Xiaokang se cumplió durante la interacción de China con el mundo. China es parte del planeta y su avance lo necesita. China extiende sus brazos. Su crecimiento constante ha creado oportunidades de beneficio común en otros países. China, comprometida con la apertura, seguirá compartiendo los dividendos de su crecimiento con el resto del mundo. Un compromiso más positivo con China debe ser la opción correcta para un mundo cernido en la sombra de la pandemia de COVID-19.


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